"Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras."
(Génesis 11:1)
Son en la actualidad unas seis mil quinientas las lenguas que se hablan en nuestro mundo. De ellas, solamente veinticinco pueden considerarse importantes por su extensión y por su producción escrita.
La pregunta que ha preocupado siempre a pensadores y lingüistas es inmediata: ¿De
dónde surgió tal diversidad? ¿Cuál fue el origen de todas las lenguas?
Desde que Charles Robert Darwln, en el año 1871, escribía la frase: "Creemos que la facultad del lenguaje articulado no ofrece tampoco seria objeción a la hipótesis de que el hombre descienda de una forma inferior", en su famosa obra "El origen del hombre", se han venido publicando toneladas de libros en favor de esta teoría: La teoría de la evolución del lenguaje, según la cual la enorme variedad de lenguas que existen actualmente se habrían originado a partir de los gruñidos y gritos intermitentes de los monos antecesores -según el transformismo del hombre.
Se ha supuesto, que los hombres empezaron por imitar los sonidos que oían en los animales (bú-bú), o a lanzar gritos emocionales instintivos (pú, pú) o cantos de sincronización al trabajar en equipo (yo-je-jo), máso menos como los remeros del Volga, y todo esto dio origen al lenguaje.
Engels, en su "Dialéctica de la naturaleza" dice: "... los hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse algo los unos a los otros. La necesidad creó el órgano. La laringe poco desarrollada del mono se fue transformando... mientras los órganos de la boca aprendían a pronunciar un sonido tras otro."
Y esto es, en definitiva, lo que se acepta hoy. Mayoritariamente se cree, se escribe y se enseña que de los gruñidos han surgido las modernas gramáticas; de lo simple lo complejo y de lo primitivo lo civilizado.
Hasta tal punto esto es así que los modernos métodos "científicos" para la investigación del origen del lenguaje se centran en la observación de los recién nacidos, desde sus primeros balbuceos, y en el estudio de retrasados mentales, pues según Maistre (1963), estos deficientes nos marcarían las etapas por las que la inteligencia humana tuvo que pasar para conseguir hablar.
Pero ¿estamos ya en condiciones de responder a la pregunta inicial? ¿Es la teoría de la evolución del lenguaje la explicación científica definitiva al problema del origen de las lenguas? Pues parece que no; la cosa no es tan simple como creían Darwin, Engels y sus correligionarios.
SE PROHIBE HABLAR SOBRE EL ORIGEN DEL LENGUAJE
La ciencia que estudia las leyes humanas del lenguaje (Lingüística), acabó desechando -ya
siglo pasado- el problema del origen de las lenguas, por considerarlo incompatible con la objetividad científica.
Así, en el año 1866, la Sociedad Lingüística de París prohibió en sus estatutos que se tratase sobre el tema en cuestión, negándose a aceptar cualquier comunicación en éste sentido, el problema supera los límites de la observación científica. Se afirmaba que cualquier discusión acerca del origen del lenguaje no es más que una mera especulación.
Desde ese momento, los lingüistas se han interesado más por el funcionamiento de las lenguas que por su origen.
Así pues, para la ciencia actual los orígenes del lenguaje articulado constituye un verdadero enigma; pero ¿quiere esto decir que los lingüistas se muestran asépticos al problema, que no profesan, sostienen y enseñan ninguna hipótesis sobre este origen?. Bueno, esto ya es otra cosa, porque a pesar que los hombres de ciencia como tal no pueden decir nada al respecto, los hombres de ciencia sí dicen y enseñan lo que creen; y lo que ''creen"' -valga la expresión, ya que se trata de un acto de fe, sin base histórica, ni factual- es precisamente la teoría de la evolución del lenguaje: un mono que se hizo inteligente, dejó de gruñir y empezó a hablar.
TEORIA DE LA EVOLUCÓN DEL LENGUAJE: CRITICA
Vamos a pasar .revista a algunos hechos que podemos observar en la actualidad, para comprobar si concuerdan con lo que nos propone esta teoría.
En primer lugar, notemos que los lenguajes escritos más antiguos que nos han llegado suelen ser los más difíciles y complicados. Es de todos conocido que el griego clásico es más difícil que el griego moderno; el latín mas que el castellano, el francés o el inglés, y el chino antiguo mucho más que el chino moderno. Incluso, si comparamos. los más antiguos entre sí, resulta que el griego clásico, anterior 600 años al latín, era más complicado que éste, y si nos remontamos al Sánscrito Veda (1.500 a.C.) la dificultad es increíblemente superior, ya que, por ejemplo, cada verbo poseía 500 partes (compárese con el ingles, en él que cada verbo solo posee 5 partes). ¿Qué nos viene a decir este hecho?
Pensemos un momento... si la teoría de la evolución fuera verdad, deberíamos esperar que las lenguas antiguas fuesen mas simples que las modernas, ya que -según la teoría- de los simple se evoluciona a lo complejo. Pero esto no es lo que podemos observar, sino más bien todo lo contrario.
Si estudiamos detenidamente las lenguas modernas podemos observar una creciente degeneración de las lenguas primitivas, una simplificación a partir de un idioma complicado.
El eminente filólogo inglés Richard Chevenix Trench, después de estudiar numerosas lenguas nativas en distintas misiones por todo el mundo, dijo que en cada caso se trataba de las ruinas de un pasado mejor y mas noble. A medida que cambian las costumbres en una civilización, ciertas palabras se pierden primero del uso y después de la memoria.
En la India existe el descendiente más directo del Sánscrito, el Hindi, que tiene solamente 400 años de antigüedad y es considerado como el idioma más fácil de aprender de toda la India.
La conclusión es evidente: En los distintos lenguajes a través del tiempo, la dirección es siempre la misma: de lo complicado a lo simple, y nunca al revés.
El segundo hecho en el que podemos fijarnos, es que los lenguajes hablados por pueblos considerados "primitivos" son con frecuencia mas complejos que los hablados por personas civilizadas. Así por ejemplo: los Yagaanos de la Tierra de Fuego, -tribu nómada- poseen 30,000 palabras en su vocabulario, casi como los Zulúes de Sudáfrica.
La lengua Aymará del Perú tiene la posibilidad de expresar casi cada raíz verbal en 100,000 combinaciones distintas.
Algunos lenguajes Bantúes poseen una gramática más compleja que el griego, tienen 20 clases de nombres y cada adjetivo tiene que concordar con el nombre al que modifica.
Los esquimales utilizan 63 formas para el presente y sus nombres simples; tienen 252 desinencias (finales de palabra distintos, ejemplo: mesa, mesita, mesaza, etc.).
Desde luego, esto tampoco encaja con la pretendida evolución del lenguaje a partir de estructuras monosilábicas, pues seria de esperar que los pueblos "primitivos" tuviesen también un lenguaje primitivo y simple. Pero los hechos nos dicen de nuevo que esto no es así.
Otro ultimo dato a tener en cuenta es la existencia en el mundo de cincuenta familias de lenguajes diferentes que no parecen tener ninguna relación entre sí, por ejemplo: la familia Indoeuropa (que comprende a su vez otras 70 lenguas), la Sinotibetana, Semítico-camítica, Dravidiana, Uralaltaica, Japonesa, Malayo-polinesia, Bantú, Austro-asiática y aproximadamente cuarenta más, algunas de las cuales se hablan en grupos pequeños, como el vascuence, de la zona vasco-navarra, que parece no tener ningún "antepasado", ni ningún "descendiente".
Entre todas estas familias no existen evidencias do pertenecer a un tronco común o de tener algún tipo de relación histórica; pero a pesar de ello, los antropólogos admiten la unidad de la raza; entonces ¿por qué son tan distintos nuestros idiomas?
La teoría de la evolución del lenguaje no tiene respuesta a esta pregunta. Pero si descartamos esta teoría, aparece una posible respuesta, que de antigua ya casi habíamos olvidado: la historia de la Torre de Babel de Génesis 11.
EL VERDADERO ORIGEN DEL LENGUAJE
Todos estos hechos que acabamos de comentar -y otros que la brevedad de este artículo no nos permite tratar- constituyen un problema para la teoría de la evolución del lenguaje articulado, pero sin embargo concuerdan perfectamente con el registro bíblico.
La Biblia nos dice que el lenguaje fue un don de Dios dado al primer hombre. Adán no tiene que realizar todo un proceso de aprendizaje, pasando por etapas de balbuceos, gritos o gruñidos, antes de pronunciar la primera palabra correcta, sino que en el mismo acto creador le es infundida una lengua perfecta y compleja.
Inmediatamente, el padre de la humanidad es capaz de comprender órdenes verbales, de hablar con su compañera, de poner nombre a todos los animales -los zoólogos saben bien lo difícil que puede resultar esta labor- y de comunicarse con Dios.
Según el primer versículo del capítulo 11 de Génesis, parece que toda la tierra era de una misma lengua...", pero esto no duró mucho; cien años después del diluvio universal, el Creador efectuó un milagro de juicio.
Los hombres se rebelan contra El, los descendientes de Noé no quieren obedecer el mandato de Dios de "llenar la tierra" (9:1) yDios tiene que actuar. Confusión instantánea y total del primitivo lenguaje, para que no se pudieran entender unos con otros y no tuvieran más remedio que dispersarse.
Este es, según la Biblia, el verdadero origen de las lenguas.
En la misma Torre de Babel Dios disgregó el lenguaje original, que había otorgado a Adán, en los aproximadamente cincuenta lenguajes principales que hoy los lingüistas no consiguen relacionar entre sí, todosigualmente complejos y mutuamente incomprensibles.
Surgen así el japonés, el árabe, el bantú, etc., modos completamente distintos de comunicación verbal. Desde luego, es muy cierto que un español, un inglés, un alemán o un francés que no conociesen las lenguas de sus vecinos, no se podrían entender en absoluto con ellos; pero la evidencia demuestra que probablemente Dios no actuó dividiendo idiomas de una misma familia, en este caso, la Indoeuropea, sino que se centró en la separación, rotunda y radical de las principales familias, que luego, con el tiempo, cada una por separado, originarían el total de las lenguas de la actualidad.
En el transcurso de los siglos, algunas tribus aprenderían a escribir y dejarían así constancia de su lenguaje (griego); otras se perderían en la jungla y no desarrollarían ningún sistema de escritura, pero aún así, la transmisión oral nos permite comprobar que sus lenguas son reliquias de un pasado glorioso.
Esto es lo que dice la Biblia y lo que nosotros creemos.
La oscura incógnita que se cierne en nuestros días sobre el tema de los orígenes de las lenguas, este verdadero enigma que ha hecho abandonar la toalla a numerosos investigadores, se ha producido y se continúa manteniendo como consecuencia del fracaso de arqueólogos, lingüistas y antropólogos, al pretender obstinadamente explicar este origen, en términos evolucionistas.
La gran diversidad de lenguas que existe en la actualidad no es una obra -como muchos creen- del ingenio humano, sino todo lo contrario: de su pecado, la rebeldía del hombre a la voluntad de Dios, algo que, por desgracia, todavía no hemos superado.
Todo un universo de sonidos nos rodea. Espacios llenos de extraños símbolos fonéticos que emanan de la vida misma, tan naturales para nosotros, que aun formando parte del misterio del ser humano y de toda la Creación, apenas provocan en el hombre impresión alguna en su alma.
Filósofos, científicos, buscadores de todas las épocas, han intentado desvelarlo, de manera que se pudiera comprender parte de la verdad del hombre: ¿de dónde venimos?, ¿cómo surge la vida?, ¿cuál es nuestro origen?, ¿cómo surgió el lenguaje?
De entre todos los buscadores, encontramos el mundo propio de la Tradición. En él se manifiesta de forma natural toda la historia de la Humanidad y del Universo desde los tiempos prehistóricos, que se desarrolla en dos vertientes unidas e inseparables; el mundo de lo interno (las esencias), y el mundo de lo externo (la creación).
La Tradición, conducida en el tiempo por la sabiduría ancestral de Maestros y discípulos, se concreta por vez primera para la sociedad occidental en el siglo XIX, con Helena Petrovna Blavatsky, con sus inmortales obras Doctrina Secreta, e Isis Sin Velo. Éstas, tomadas como ficción por muchos científicos, ¿nos aportan algo sobre el origen del lenguaje? Y si es así, ¿las teorías existentes las afirman o las contradicen? Esto es lo que con profundo respeto nos planteamos ver y comparar.
Teorías sobre el origen del lenguaje Entre el gran número de teorías existentes, se pueden reducir a dos las más aceptadas. Teoría de la onomatopeya Según la cual, la lengua primitiva vendría a ser una expresión imitativa mediata o inmediata de las percepciones. Se establece como teoría más generalizada. Teoría de las expresiones afectivas Se podría llamar teoría interjeccional, por cuanto la lengua tendría su principio en las diversas exclamaciones que hubiera provocado en el hombre la contemplación del mundo.
La Teoría Onomatopéyica nos habla de un lenguaje surgido de la imitación de los diferentes sonidos de la Naturaleza. Sin embargo esta imitación por sí sola no nos resuelve el misterio de cómo llegaron a entenderse y comunicarse los hombres entre sí.
Blavatsky clarifica este problema con el concepto de la mente, y nos dice en su Doctrina Secreta: «El hombre, antes del desenvolvimiento de la mente, desarrolló al principio una clase de habla que sólo era un progreso sobre los diversos sonidos de la naturaleza».
En la Teoría de las Expresiones Afectivas, se nos dice que el lenguaje no surgió como imitación de los sonidos de la naturaleza, sino de las sensaciones interiores producidas por su contacto con el mundo (asombro, dolor, alegría...) cargado de exclamaciones emocionales.
Esta teoría no contradice a la onomatopéyica o imitativa, pues una y otra se complementan perfectamente. El hombre si imita es porque tiene sensaciones. Pero del mismo modo que la teoría anterior, no explica cómo de esa naturaleza animalesca con que se presenta al hombre pudo crearse una relación de ideas.
Blavatsky nos dice: «Hasta que el hombre no adquirió completamente la facultad razonadora, no existió el lenguaje propiamente dicho, sino una especie de conato del lenguaje».
La lingüística recoge plenamente este problema, pero en todas sus teorías no es capaz de explicar cómo se pasó del lenguaje imitativo de los sonidos al lenguaje con coherencia; cómo se pasó del lenguaje que no expresaba ideas, al lenguaje que sí las expresa, o más claramente: ¿en qué momento se adquirió esa facultad razonadora? Y aquí entramos en el siguiente problema: ¿cuándo adquirió el hombre la mente?
A pesar de este problema no resuelto para la ciencia, pero sí para la Tradición, la lingüística nos presenta un desarrollo de la formación del lenguaje desde su origen hasta nuestros días. Este desarrollo se presenta en tres grandes divisiones o grados del lenguaje, que son: Monosilábico, Aglutinante y de Flexión.
Es sorprendente que la Tradición, antes aún de toda teoría nos enseñe lo mismo. Vemos en Doctrina Secreta: «El habla, pues, se desarrolló según la Enseñanza Oculta, en el orden siguiente: Idioma monosilábico, Idioma Aglutinante e Idioma de Flexión...».
El lenguaje monosilábico, según la lingüística, es aquel que comenzó por el período llamado de «raíces» porque se componía de expresiones integrales e indivisibles, y estas expresiones estaban ya constituidas por elementos articulados o compuestos de vocales. Es curioso saber que el primer sonido considerado y que surge de los niños es la «a» para todas las razas humanas; después le sigue la «e», la «i», la «o» y la «u». Así estas primeras raíces monosilábicas fueron compuestas por una vocal, o como mucho por una vocal y una consonante.
A este respecto nos dice Blavatsky en Doctrina Secreta: «Los primeros hombres tenían el lenguaje del sonido, a saber: sonidos cantados, compuestos de vocales solamente». «Este idioma monosilábico fue el padre vocal, por decirlo así, de las lenguas monosilábicas mezcladas con consonantes duras. Este lenguaje monosilábico, es el de los primeros seres humanos, de raza amarilla. Este lenguaje todavía se usa entre las razas amarillas».
Esta afirmación la encontramos como idea general y aceptada en el lingüista Estanislao Sánchez, que dice: «Los idiomas más antiguos son los monosilábicos transgangéticos, porque se hallan al norte del río Ganges, entre las razas amarillas».
¿Cuál es la característica de este lenguaje monosilábico? Como su nombre indica, es el conformado por una sola sílaba, o como mucho por la misma sílaba repetida, que surgió como imitación de los sonidos de la Naturaleza a la vez que de sensaciones.
Estos primeros hombres hablantes, aún no tenían la capacidad de dar sentido a estos conceptos puros o primeras raíces, y por ello no se puede hablar de un verdadero lenguaje. No había una fluidez entre la palabra y la idea, sino que cada una de estas raíces monosilábicas se manifestaban como entes independientes entre sí. La comunicación se basaba en el sonido pero no en su interpretación.
Estas primeras sílabas tenían un sentido principalmente emocional; la relación palabra-concepto no se guiaba por una unión ideal, sino pasional.
A este respecto nos dice J.J. Rousseau en su Origen del Lenguaje: «Las primeras voces tienen su origen en las pasiones». El estruendo del trueno, la caída del rayo, el aire huracanado, el sol, el cielo estrellado; provocaban tales impresiones en el alma de estos primeros hombres que surgieron al tiempo que los primeros sonidos o voces monosilábicas.
Sin embargo estas primeras raíces, aún siendo formadas por las emociones, ya encerraban en sí las primeras ideas debido al desarrollo paralelo de la capacidad razonadora. Así el trueno en su parte emocional provocaba miedo por su formidable poder. Esta emoción al imitar el sonido del trueno, Tron, se convierte en un Dios, y en la mitología escandinava se le llamó Thor, hijo del Cielo y de la Tierra. Thor encierra en sí una emoción y una idea, que es la de fortaleza o poder.
De este lenguaje monosilábico surgió el lenguaje de aglutinación, pero la lingüística no sabe cómo se desarrolló el uno del otro. Todos los lingüistas se encuentran perdidos en este punto, y se sabe que el lenguaje sin el pensamiento no es posible. El uno es el origen del otro.
Estasnislao Sánchez dice ante este problema: «Ante la imposibilidad de hallar el origen del lenguaje, ¿no habrán los hombres primitivos heredado una civilización, una Edad de Oro?». Refiriéndose a los daemon u hombres de oro de Platón.
J.J. Rousseau, intentando desvelar el origen del lenguaje, y tratando por todos los medios de negar su origen divino, tuvo que dar marcha atrás en varios puntos de su desarrollo por la imposibilidad de encontrar en el origen de la lengua un proceso estrictamente humano. Tanto es así, que llega a escribir en su ensayo: «En cuanto a mí, espantado por las dificultades que se multiplican y convencido de la imposibilidad, casi demostrada, de que las lenguas hayan podido nacer y establecerse por medios puramente humanos, dejo la discusión de este difícil problema a quien quiera».
Las escuelas idealistas del siglo XIX no tenían ninguna duda sobre que el origen del lenguaje surgió de un ser superior a nosotros, un ser divino. La Tradición nos dice sobre este punto: «Descendió de una de las regiones superiores el Gran Instructor, apiadado de los hombres tomando a los mejores de ellos para que enseñaran al resto de la Humanidad las ciencias y las artes. Estos primeros hombres, llamados Maestros Divinos; fueron quienes enseñaron el poder de los nombres y las palabras».
¿Podemos considerar descabellada esta idea tradicional ante, como dice J.J. Rousseau, «la imposibilidad casi demostrada de que el origen de la lengua tenga un proceso estrictamente humano?». ¿Y no coinciden estos Maestros Divinos, u hombres más evolucionados, con los Daemon de Platón u hombres de la Edad de Oro, que nos cita el lingüista Estanislao Sánchez?
¿Cómo se pasó del lenguaje monosilábico al de aglutinación? Tras el lenguaje monosilábico, la lingüística, al igual que la Tradición, evoluciona hacia el lenguaje de las aglutinaciones. Su característica básica es el añadido a la raíz principal de otras sílabas o raíces que pasaron a ser sufijos o prefijos y que modifican la raíz central o idea primordial.
Este lenguaje de aglutinación es el que se desarrolló, según la lingüística, en los pueblos llamados turanianos, que son los que existieron en una gran extensión de Asia y Europa con una lengua común, antes de las migraciones semíticas y aryanas. Del Tigris al Indus poseían todo el territorio en que figuraron después los iranios.
Para la Tradición: «El lenguaje monosilábico pasó a poseer diferentes caracteres, que originaron distintas lenguas monosilábicas. Esta evolución de los caracteres surgió al tiempo que la evolución razonadora del ser humano. A su vez estos diferentes idiomas monosilábicos originaron diferentes idiomas aglutinantes».
Al tiempo que estos hombres alcanzaban su totalidad humana, el despertar de la conciencia al mundo de las ideas generaba la propiedad de interpretar y unir las palabras con sus ideas, y éstas entre sí.
Como dice el lingüista Steinthal, en referencia al origen del lenguaje: «El alma y el cuerpo dependiendo de su origen primero, despierta al tiempo que cada nueva intuición un sonido o acento».
Para la Tradición, el lenguaje aglutinante es el primer lenguaje real del ser humano tal cual somos. En este lenguaje aglutinante las raíces eran puras, sin existencia de derivados. Podía existir la idea pura o raíz «Thor», a la cual se le añadían otras raíces que modifican su idea primera sin perder por ello su esencia. Ejemplo de este lenguaje, y siguiendo la idea de la raíz Thor o trueno, que da idea de poder y fuerza, en el castellano desaparece la H al no pronunciarse y se convierte en Tor. Así nos encontramos con: Trac-Tor: vehículo que tracciona con gran fuerza o poder. Tor-Mento: dolor de gran intensidad o fuerza. A-Tor-Ar: objeto que se halla obstruido en medio de algo. (Es significativo ver como a su vez, Tor, en esta palabra, se haya en medio del prefijo y del sufijo, como si estuviera atorado).
En este lenguaje aglutinante, la raíz principal, Tor, fuerza o poder, se convierte en el alma, aquello que se aplica a un cuerpo para darle sentido. Así esta raíz es el alma de la palabra, y las raíces secundarias, (sufijos y prefijos), el cuerpo sobre el cual se aplica.
El lenguaje de flexión Si es difícil explicar la evolución del idioma monosilábico al aglutinante, mucho mayor es la incógnita de cómo pasó éste al de flexión.
El lenguaje de flexión es un lenguaje altamente complejo. En él, no sólo la raíz es acompañada por sufijos y prefijos, sino que a su vez esta raíz fundamental sufre un cambio en la morfología, pareciendo que las diversas raíces son una sola palabra, resultando difícil luego hallarlas y por tanto descubrir su origen y procedencia.
En estas palabras el núcleo o raíz sigue correspondiendo al monosilábico primitivo, pero envuelto en otros elementos gramaticales. En este lenguaje flexivo ya aparecen los artículos, el género, los adjetivos, los participios, y todos los elementos del mundo gramatical tal cual los conocemos hoy. Dice Blavatsky sobre el paso de la lengua aglutinante a la de flexión: «Para la Tradición el lenguaje aglutinante, al igual que la vida, tuvo una evolución cíclica de infancia, pureza, crecimiento, madurez, dacaimiento y finalmente muerte».
Nos muestra por tanto la Tradición que el lenguaje de flexión es una evolución sobre las lenguas monosilábicas y aglutinantes, porque se desarrollan un número mayor de ideas. Los conceptos se acercan más a los arquetipos. Estos hombres del lenguaje flexivo primero, eran capaces de llevar las propiedades de estos conceptos a las diversas ideas, (palabras) para potenciarlas.
Mientras los seres humanos menos evolucionados aún mantenían lenguajes monosilábicos y aglutinantes, aquellos cuya facultad razonadora se encontraba más despierta, desarrollaron un lenguaje no sólo imitativo, sino mucho más puro, en tanto introdujeron ideas metafísicas, conceptos sobre la naturaleza interior y exterior del hombre y del Universo, que abarcaba todos los planos de la Creación. La verdadera fuerza del lenguaje flexivo se encontraba en su esencia, en el contenido y a la vez en su forma de expresión.
Los hombres más desarrollados de esta época usaban un lenguaje sagrado, como plasmación de los conceptos sagrados a través de la palabra. Este lenguaje era mitológico y divino. Estos hombres eran los seguidores de la Tradición que aquellos Maestros Divinos dejaron a la naciente Humanidad. De estas lenguas flexivas primeras y sagradas, nos encontramos al sánscrito antiguo, el avéstico, el eslavo antiguo, las lenguas griegas primeras, el akadio, y otras muchas procedentes de las migraciones indoeuropeas y semitas. Aquí encontramos una coincidencia entre el lingüista E. Sánchez y Blavatsky: «Este lenguaje procede de las lenguas indoeuropeas y semíticas».
Con el correr del tiempo este lenguaje como ser vivo va decayendo, el lenguaje sagrado se va vulgarizando al masificarse entre el resto de los pueblos que no podían alcanzar a entender los conceptos altamente sagrados y espirituales. Así, en oposición al sánscrito, o lengua sagrada, surgió el páncrito o lengua vulgar. De este modo sucedió con las demás lenguas espirituales.
Así observamos que el lenguaje monosilábico corresponde a la formación del cuerpo del lenguaje, aún sin alma y sin espíritu. En el lenguaje aglutinante ya aparecen las primeras manifestaciones de ideas conexas, y de atributos más allá de lo imitativo. Encarna el alma del lenguaje. En el lenguaje flexivo, los conceptos supremos, el lenguaje mistérico, las ideas divinas y mitológicas, son la expresión del espíritu.
Podemos comprobar que la Tradición no sólo se anticipa a las teorías existentes, sino que, mucho más importante, da respuestas a los interrogantes que aún se mantienen. Aporta una realidad tan evidente, y sobre todo tan distinta, que amplía y corrige los errores existentes en la Historia oficial. Proponemos, pues, seguir la Tradición.
Por sus peculiaridades fundamentales, la actividad consciente del hombre se distingue radicalmente del comportamiento individualmente variable de los animales.
Las diferencias de la actividad consciente del hombre se condensan en tres rasgos fundamentales, diametralmente opuestos a aquellos con los que acabamos de caracterizar la conducta del animal.
La primera de esas particularidades consiste en que la actividad consciente del hombre no está forzosamente relacionada con motivaciones biológicas. Es más, la inmensa mayoría de nuestros actos no tiene como base inclinaciones o necesidades biológicas de ninguna índole. Como regla, la actividad del hombre se guía por complejos imperativos que a menudo llaman «superiores» o «espirituales». Entre ellos figuran las necesidades cognoscitivas, que impulsan al hombre a la adquisición de nuevos conocimientos; la necesidad de comunicación; la necesidad de ser útil a la sociedad y ocupar en ella determinada posición y así sucesivamente.
A menudo nos tropezamos con situaciones en las que la actividad consciente del hombre no sólo deja de subordinarse a los influjos y necesidades biológicas, sino que entra en conflicto con ellos y hasta los reprime. Son bien conocidos los casos de heroísmo, en los que el hombre, movido por las elevadas motivaciones del patriotismo, cubre con su cuerpo los cañones de las armas y se lanza bajo un tanque y perece, hechos ejemplares de la independencia del comportamiento humano con respecto a las motivaciones biológicas.
Formas similares de conducta «desinteresada», a las que no subyacen motivos biológicos, no existen entre los animales.
El segundo rasgo distintivo de la actividad consciente del hombre radica en que -a diferencia del comportamiento del animal- ella no está determinada en absoluto ni forzosamente por impresiones vivas recibidas del entorno o por las pautas de la experiencia individual directa.
Sabemos que el hombre puede reflejar las condiciones del medio con una profundidad incomparablemente mayor que el animal. Él puede abstraerse de la impresión directa, penetrar en los profundos nexos y relaciones de las cosas, conocer la dependencia causal de los acontecimientos y, una vez desentrañados éstos, orientarse no a las impresiones externas, sino a regularidades más profundas. Así, pues, al salir en un día claro de otoño a dar un paseo, el hombre puede llevar consigo el impermeable, pues sabe que la estación otoñal es inestable. Aquí se supedita al hondo conocimiento de las leyes de la naturaleza, y en modo alguno a la impresión directa que le causa el tiempo, claro y soleado. Cuando el hombre sabe que el agua de un pozo está envenenada, jamás beberá de ella, aunque sufra ardiente sed; en este caso se guía al fijar su comportamiento no por la impresión directa del agua, que le atrae, sino por un conocimiento más profundo de la situación en que él se encuentra.
La actividad consciente del hombre puede guiarse no por la impresión directa de la situación externa, sino por un conocimiento más profundo de las leyes intrínsecas que hay tras ella; de ahí que haya todas las razones para decir que la conducta del hombre basada en el conocimiento de la necesidad es libre.
Finalmente, hay una tercera peculiaridad que distingue la actividad consciente del hombre respecto al comportamiento del animal. A diferencia del animal, cuyo proceder tiene sólo dos fuentes: 1) los programas hereditarios de comportamiento inherentes al genotipo, y 2) los resultados de la experiencia individual, particular; la actividad consciente del hombre tiene además una tercera fuente: una inmensa proporción de los conocimientos y de las artes del hombre se forma por vía de asimilación de la experiencia del género humano, acumulada en el proceso de la historia social y que se transmite en el proceso de la enseñanza.
Ya desde su nacimiento, el niño conforma su proceder bajo el influjo de cosas que han ido formándose a lo largo de la historia: se sienta a la mesa, come con cuchara, bebe de una taza, y luego corta el pan con un cuchillo. Asimila los hábitos que fueron creándose en el transcurso de la historia social durante milenios. A través del habla le transmiten los conocimientos más elementales, y después, con ayuda del lenguaje, aprende en la escuela las más trascendentales adquisiciones de la humanidad. La inmensa mayoría de los conocimientos, artes y modos de comportamiento de que dispone el hombre no son el resultado de su propia experiencia, sino que se adquieren mediante la asimilación de la experiencia socio-histórica de las generaciones. Este rasgo distingue radicalmente la actividad consciente del hombre frente al comportamiento del animal.
¿Cómo explicarse las singularidades de la actividad consciente del hombre que acabamos de enumerar? Hace ya tiempo que esta pregunta atrajo la atención de la filosofía y la psicología.
En la historia de la filosofía y de la ciencia cabe distinguir dos vías de solución de este problema enteramente distintas.
Una de ellas, típica para la filosofía idealista, arrancaba de las posiciones del dualismo. La tesis cardinal de esta tendencia implicaba no ya el reconocimiento de las radicales diferencias de principio existentes entre la conducta de los animales y la conciencia del hombre, sino también en el intento de explicar esas diferencias señalando que la conciencia del hombre ha de considerarse como expresión de un singular principio espiritual, del que carecen los animales.
La tesis de que al animal hay que considerarlo como una máquina compleja, cuyo comportamiento sigue las leyes de la mecánica, y al hombre como a posesor del principio espiritual y el libre albedrío, fue enunciada en su tiempo por Descartes, y repetida luego sin modificaciones importantes por la filosofía idealista. Es fácil advertir que señalando la diferencia de principio existente entre la conducta del animal y la actividad consciente del hombre, dicha tendencia no da explicación científica alguna de los hechos mencionados.
Una segunda vía de solución del problema sobre la originalidad de la actividad consciente es característica del positivismo científico-natural. Según esta teoría, la actividad consciente del hombre es el resultado directo de la evolución del mundo animal, y todos los elementos de la conciencia humana se pueden observar ya en los animales. El primer científico que formuló dichos principios fue Carlos Darwin, quien en varios de sus trabajos trató de demostrar que en los animales aparecen ya a título embrionario todas las formas de la actividad racional inherente al hombre, y que no existen fronteras precisas y de principio entre el comportamiento de los animales y la actividad consciente del hombre.
El enfoque científico-natural, que intentaba seguir una línea única de desarrollo de la conciencia desde los animales hasta el hombre, desempeñó su rol positivo en la lucha con las concepciones pre-científicas dualistas. Mas la afirmación de que en los animales se tiene en germen todas las formas de la vida consciente del hombre, la interpretación antropomórfica del «raciocinio» y de los «sentimientos» de los animales, y el no querer reconocer las diferencias de principio entre la conducta de los animales y la actividad consciente del hombre, seguían siendo un lado débil del positivismo científico-natural. La pregunta sobre el origen de las peculiaridades inherentes a la actividad consciente del hombre, más arriba señaladas, continuaba sin respuesta.
La psicología científica, elaborada en la Unión Soviética y asentada en los principios del marxismo, enfoca el problema del origen de la actividad consciente del hombre desde posiciones enteramente distintas.
Sabemos que toda actividad psíquica de los animales, creadora de la base para orientarse en el medio circundante, toma cuerpo en las condiciones inherentes a las formas de vida que son características para la especie dada de animales.
Sabemos que toda actividad psíquica de los animales, creadora de la base para orientarse en el medio circundante, toma cuerpo en las condiciones inherentes a las formas de vida que son características para la especie dada de animales.
Pues bien, ¿qué es lo característico para las formas de vida que distinguen la actividad consciente del hombre respecto al comportamiento de los animales y en las que es necesario buscar las condiciones formativas de esa actividad consciente?
Las peculiaridades de la forma superior de vida, genuina y exclusiva del hombre, hay que buscarlas en la conformación socio-histórica de la actividad vital, relacionada con el trabajo social, el uso de herramientas y la aparición del lenguaje. Esas formas de vida no existen entre los animales, y el tránsito de la historia natural del animal a la historia social de la humanidad entraña un salto tan importante como la transición de la materia inanimada a la animada o de la vida vegetal a la animal.
Por eso, las raíces del surgimiento de ,la conciencia del hombre hay que buscarlas no en las singularidades «del alma», ni tampoco en las reconditeces de su organismo, sino en las condiciones sociales de vida históricamente formadas.
Esas condiciones precisamente hacen que con el paso a la historia social cambie de modo radical la estructura del comportamiento. A la par con las motivaciones biológicas de la conducta surgen motivaciones y necesidades superiores («espirituales»), al lado de la conducta dependiente de la percepción directa del. medio. Surgen las formas superiores del comportamiento, basadas en la abstracción respecto a los influjos directos del medio ambiente, y, junto a las dos fuentes de la conducta -los programas de comportamiento hereditariamente consolidados y el influjo de la experiencia anterior del propio individuo-, brota una tercera fuente generadora de actividad: la transmisión y asimilación de la experiencia del género humano.
Detengámonos a examinar con mayor detalle las raíces socio-históricas de la compleja actividad consciente del hombre.
El trabajo y la formación de la actividad consciente
La ciencia histórica destaca dos factores yacentes en los orígenes de la transición desde la historia natural de los animales hasta la historia social del hombre. Uno de ellos es el trabajo social y el uso de herramientas; el otro, la aparición del lenguaje.
Veamos el papel que ambos factores desempeñan en la reestructuración radical de las formas de actividad psíquica y en el surgimiento de la conciencia.
Es notorio que, a diferencia del animal, el hombre no sólo emplea, sino que también fabrica herramientas. Los restos de las mismas que se refieren a la más remota época de la historia humana muestran que, si bien las más primitivas herramientas no son más que simples fragmentos de piedra sin pulimentar, ya en la etapa subsiguiente aparecen en cambio herramientas (raspadores, flechas) especialmente fabricadas por el hombre. En ellas se puede distinguir tanto una parte aguzada, con ayuda de la cual el hombre primitivo podía desollar al animal muerto o cortar trozos de madera, como otra redondeada -el «núcleo»- y dispuesta para ser empuñada cómodamente. Claro está que una herramienta así requería manufactura especial, la que se ejecutaba -al parecer- bien por cualesquiera miembros del grupo primitivo, o bien por la mujer, que permanecía en el hogar cuando el marido salía de caza.
La fabricación de herramientas (que en ocasiones presuponía asimismo la división natural del trabajo) hizo cambiar de por sí radicalmente la actividad del hombre primitivo, diferenciándola del comportamiento de los animales. El trabajo de hacer las herramientas ya no es una simple actividad determinable por motivaciones biológicas directas (la necesidad de alimento). De por sí mismo, el labrado de la piedra es una actividad carente de sentido y sin justificación biológica de ninguna índole; adquiere sentido sólo en virtud del empleo ulterior de la herramienta en la caza, dicho en otros términos, a la par con el conocimiento de la operación a ejecutar requiere también el del uso futuro de la herramienta. Esta circunstancia fundamental, que surge durante la fabricación de las herramientas, puede valorarse como el primer brote de la conciencia, o bien -con otras palabras- como la primera forma de actividad consciente.
Esa actividad manufacturera, productora de herramientas, conlleva una reestructuración cardinal de todo el sistema de comportamiento.
La conducta del animal había estado siempre guiada de inmediato por la satisfacción de una necesidad. A diferencia de ello, en el hombre que produce herramientas la conducta adquiere un carácter organizado complejo: de la actividad orientada a la satisfacción directa de una necesidad se destaca un acto especial, que alcanza su sentido sólo más adelante, cuando el resultado de dicho acto (la fabricación de la herramienta) sea utilizado para matar a una presa y satisfacer así la necesidad de alimentos. Este hecho de separar de la actividad general un «acto» especial, que no está guiado por una motivación biológica directa y que obtiene su sentido únicamente en el empleo ulterior de los resultados del mismo, constituye una modificación esencial en la estructura general del comportamiento y que surge en el tránsito de la historia natural del animal a la historia social del hombre. Es fácil advertir que, a medida que se hacen más complejas la sociedad y las formas de producción, los actos no guiados por motivaciones directamente biológicas empiezan a ocupar un lugar cada vez mayor en la actividad consciente del hombre.
Pero el hecho de llegar a ser más complejo el sistema de actividad al efectuarse el tránsito a la historia social del hombre no se limita únicamente a la reestructuración señalada.
La fabricación de herramientas requiere el empleo de diversos métodos y procedimientos (la pulimentación de una piedra con ayuda de otra, el frotamiento de dos trozos de madera para obtener el fuego), o sea, el desgaje de una serie de operaciones auxiliares, lo que hace aún más compleja la estructura de la actividad.
Así pues, el hecho de separar de la actividad biológica general «actos» especiales, ninguno de los cuales viene determinado por motivaciones biológicas directas, sino que está guiado por un objetivo consciente y que sólo adquiere su sentido mediante la correlación de dicho acto con el resultado final, así como la aparición de diversas «operaciones» auxiliares mediante las cuales se ejecuta ese mismo acto, constituye, pues, en sí una reestructuración cardinal del comportamiento y entraña la nueva estructura de la actividad consciente del hombre. La compleja organización de los «actos» conscientes que se destaca de la actividad general, hace que surjan formas de conducta que no se guían por motivaciones directamente biológicas, y a veces pueden contradecirlas incluso.
Un caso de esa índole tenemos, por ejemplo, en la caza de la sociedad primitiva, durante la cual un grupo de cazadores «ahuyenta» y ojea a la víctima que ha de capturarse, mientras un segundo grupo la espera en la emboscada; aquí diríase que las acciones del primer grupo contradicen las necesidades naturales de atrapar la caza y adquieren su sentido sólo en virtud de las acciones del segundo grupo, como resultado de las cuales la víctima cae en manos de los cazadores.
Se hace claro que la actividad consciente del hombre no es fruto del desarrollo natural de facultades inherentes al organismo, sino el resultado de formas socio-históricas nuevas de actividad laboral.
El lenguaje y la conciencia del hombre
La segunda circunstancia que motiva la formación de la estructuralmente compleja actividad consciente del hombre, es el surgimiento del lenguaje.
Por lenguaje se entiende generalmente un sistema de códigos con ayuda de los cuales se designan los objetos del mundo exterior, sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos. Así, pues, el vocablo «silla» designa en el lenguaje un tipo de mueble; el vocablo «pan», un objeto que se come; mientras que las palabras «duerme» y «corre» denotan acciones; y los términos «ácido» y «llano», cualidades de las respectivas cosas; o las palabras «sobre», «bajo», «junto» y «por consecuencia», relaciones de diversa complejidad entre los objetos.
Lógicamente, las palabras asociadas en frases son los medios de comunicación principales con ayuda de los cuales el hombre guarda y transmite la información y asimila la experiencia acumulada por generaciones enteras de otros hombres.
Un lenguaje similar no existe entre los animales, y él aparece sólo durante el proceso de transición a la sociedad humana. El animal posee variados medios de expresión de su estado, los que son percibidos por otros seres y pueden ejercer una influencia substancial en el comportamiento de los mismos. Cuando el guía de una bandada de grullas advierte peligro lanza chillidos alarmantes, a los que la bandada reacciona vivamente. En la manada de simios cabe observar toda una gama de sonidos, que expresan contento, agresión, miedo ante el peligro, etc. Un complejísimo sistema de expresivos movimientos se puede observar en las llamadas «danzas» de las abejas, de carácter variable según la abeja regrese del campo con una afortunada recolección o sin ella, y también en dependencia del rumbo y la longitud del camino recorrido. Dichas «danzas» se transmiten a otros individuos y pueden orientar de manera diversa el comportamiento de las abejas.
Pero el «lenguaje» de los animales no designa nunca objetos, ni tampoco destaca las acciones o cualidades de los mismos, y, por consiguiente, no es lenguaje en el verdadero sentido de la palabra.
El problema de cuál es la procedencia del lenguaje Humano ha sido objeto de numerosas suposiciones y teorías.
Una de ellas consideraba el lenguaje como expresión de la vida espiritual y, siguiendo la Biblia, señalaban la «procedencia divina» del mismo. Teorías análogas se formulaban de manera velada, indicando que el lenguaje es una singular «forma simbólica de existencia», que distingue la vida espiritual frente a cualquier manifestación del mundo material.
Otras, siguiendo las tradiciones del positivismo científico-natural, trataban infructuosamente de inferir el lenguaje de la evolución del mundo animal e interpretaban los fenómenos arriba descritos de «comunicación» entre los animales como formas tempranas de desarrollo del lenguaje.
Sin embargo, la solución científica del problema de los orígenes del lenguaje se hizo posible únicamente cuando la filosofía y la ciencia cesaron en los intentos de buscar las raíces del lenguaje en las reconditeces del organismo o deducirlo directamente de las singularidades del «espíritu» o del cerebro, y advirtieron que las circunstancias originarias del lenguaje procede buscarlas en las relaciones socio-laborales, cuya aparición se inicia con el tránsito a la historia de la humanidad.
La ciencia no posee métodos que permitan observar directamente las condiciones que engendraron el lenguaje v para la rama científica denominada «paleontología del lenguaje» no queda otro camino que el de las hipótesis, a comprobar de modo indirecto. Hay muchas razones para creer que el lenguaje nació por vez primera de las formas de comunicación que los hombres entablaron en el proceso de trabajo.
La forma conjunta de actividad práctica conduce inevitablemente a que en el hombre surja la necesidad de transmitir a otro cierta información, que además no puede limitarse sólo a expresar estados subjetivos (emociones), sino que ha de designar los objetos (cosas o herramientas) que figuran en la actividad laboral conjunta. Según teorías aparecidas ya en la segunda mitad del siglo XIX, los primeros sonidos indicativos de objetos surgieron cabalmente en el proceso del trabajo asociado.
Sería, no obstante, erróneo pensar que los sonidos que gradualmente empezaron a desempeñar la función de transmitir determinada información eran «palabras» tales que podían designar independientemente los objetos, sus cualidades, actos o relaciones. Los sonidos concernientes de inicio a determinados objetos, aún no tenían existencia independiente. Estaban entrelazados con la actividad práctica, iban acompañados de gestos y expresivas entonaciones, por lo que sólo cabía entender el significado de los mismos conociendo la situación real que los había originado. Es más, en este complejo de medios expresivos, el sitio rector lo ocuparon de inicio -al parecer- las acciones y los gestos, que en opinión de algunos autores constituían las bases de un lenguaje singularmente eficaz o «lineal» y sólo mucho más tarde el sitio rector correspondió a los sonidos, que echaron ;los cimientos para el desarrollo gradual de un lenguaje sónico independiente. Pero este lenguaje conservó durante largo tiempo un estrechísimo nexo con el gesto y la acción, de ahí que un mismo complejo sónico (o «pre-vocablo») pudiera designar tanto el objeto que indicaba la mano como a la propia mano y la operación efectuada con dicho objeto. Sólo a través de muchos milenios el lenguaje sonoro comenzó a separarse de la acción práctica y obtener su autonomía. De esa época data el surgimiento de los primeros vocablos independientes denominativos de objetos, y que mucho más tarde empezaron a servir para destacar también los actos y las cualidades de los mismos. Nace así el lenguaje como sistema de códigos independientes, que en el transcurso del largo desarrollo histórico ulterior viene a tomar la forma que hoy distingue a los idiomas contemporáneos.
El lenguaje como sistema de códigos designativos de objetos, de sus actos, cualidades o relaciones, y que sirve de medio para transmitir la información, tuvo decisiva importancia para la reestructuración posterior de la actividad consciente del hombre. Tienen, pues, razón los científicos cuando afirman que, a la par con el trabajo, el lenguaje constituye un factor esencial en la formación de la conciencia.
El surgimiento del lenguaje introduce, por lo menos, tres cambios substanciales máximos en la actividad consciente del hombre. El primero de ellos radica en lo siguiente: al designar los objetos y acontecimientos del mundo exterior con palabras sueltas o combinaciones de las mismas, el lenguaje permite destacar dichos objetos, fijar la atención en ellos y retenerlos en la memoria. En virtud de ello, el hombre se hace capaz de relacionarse con los objetos del mundo exterior hasta en ausencia de éstos. Basta la pronunciación externa o interna de una u otra palabra para que surja la idea del objeto correspondiente y el hombre sea capaz de operar con esa imagen. Por eso cabe decir que el lenguaje dobla el mundo perceptible, permite guardar la información obtenida del mundo exterior y crear un mundo de imágenes internas. Es fácil advertir la trascendencia que tiene el surgimiento de este mundo «interior» de imágenes que aparece sobre la base del lenguaje y que el hombre puede utilizar en su actividad.
La segunda función substancial del lenguaje en el proceso formativo de la conciencia consiste en que las palabras de aquél no sólo apuntan a determinadas cosas, sino que abstraen los atributos esenciales de las mismas y configuran las cosas perceptibles en determinadas categorías. Esta posibilidad de asegurar el proceso de abstracción (prescindencia) y generalización constituye el segundo aporte trascendental del lenguaje a la formación de la conciencia.
Por ejemplo, los vocablos «reloj» o «mesa» designan no sólo ciertos objetos. El vocablo «reloj» indica que dicho objeto sirve para medir el tiempo («hora», «horologium»); la palabra «mesa» habla de que el objeto dado tiene relación con ménsula, meseta, mesilla (raíz «mes», plano o planicie en alto). Es más, con los términos «reloj» o «mesa» se designan todos los tipos de dichos objetos, independientemente de su aspecto externo, forma y dimensiones. Eso denota que la palabra que de hecho destaca (abstrae) los rasgos correspondientes del objeto y generaliza cosas distintas por su aspecto exterior, mas relacionadas con una misma categoría, automáticamente transmite al hombre la experiencia de generaciones y sirve de poderoso medio para reflejar el mundo con mayor hondura que la mera percepción. Así pues, en la palabra se realiza la grandiosa labor de análisis y clasificación de los objetos que ha venido tomando cuerpo en el largo proceso de la historia social. Esto le da al lenguaje la posibilidad de convertirse no sólo en medio de comunicación, sino también en el supremo instrumento del pensar que asegura el tránsito del reflejo sensorial del mundo al racional.
Cuanto hemos dicho ofrece razones para señalar la tercera función esencial del lenguaje en la formación de
la conciencia. El lenguaje sirve de medio fundamental para transmitir la información acumulada en la historia social de la humanidad, o bien, expresándolo en otros términos, crea la tercera fuente de desarrollo de los procesos psíquicos, que en el estadio de hombre se añaden a las dos fuentes anteriores (los programas de conducta hereditariamente transmisibles y las formas de comportamiento engendradas como resultado de la experiencia del individuo dado) existentes entre los animales.
Al transmitir la complejísima información depositada en el transcurso de muchos siglos de práctica socio-histórica, el lenguaje le permite al hombre asimilar dicha experiencia y conquistar con su ayuda un enorme círculo de conocimientos, artes y modos de conducta, que en ningún caso habrían podido ser resultado de la actividad independiente de un individuo aislado. Esto denota que con la aparición del lenguaje surge en el hombre un tipo enteramente nuevo de desarrollo psíquico, que no existía entre los animales, y que el lenguaje es en efecto un medio esencial de desarrollo de la conciencia.
Trascendencia del lenguaje para la formación de los procesos psíquicos
La entidad del lenguaje en la formación de la conciencia radica en que éste penetra de hecho en todas las esferas de la actividad consciente del hombre y eleva a un nuevo nivel el curso de sus procesos psíquicos. Por eso, el análisis del lenguaje y del habla (vía de transmisión informativa que utiliza los medios del lenguaje) no cabe considerarlos únicamente como capitulo especial de la psicología, sino que procede estimarlos asimismo como factor de estructuración de toda la vida consciente del hombre en su conjunto. Justamente por eso, el papel del lenguaje o «segundo sistema de señales de la realidad» como lo llamaba I. P. Pávlov, ha de ser considerado como parte culminante de la introducción evolutiva a la psicología.
El lenguaje reestructura esencialmente los procesos de percepción del mundo exterior y crea nuevas leyes para la misma.
Es notorio que en el mundo existe un número inmenso de objetos, formas, matices de color, y, sin embargo, el número de las palabras que designan esos objetos, formas y matices es muy reducido. Esto motiva que al nombrar un objeto, forma o matiz mediante una palabra («mesa», «reloj» o «círculo», «triángulo, o bien «roja», «amarilla»), destacamos de hecho los rasgos esenciales y generalizamos los objetos, formas y colores en determinados grupos o categorías. Esto dota a la percepción humana de rasgos radicalmente distintos a los de las percepciones del animal. La percepción humana se hace más honda, generalizada y permanente, vinculada con el desgaje de los indicios esenciales de la cosa.
El lenguaje cambia en substancia los procesos de la atención humana.
Si bien la atención del animal entrañaba carácter directo, se determinaba por la pujanza y la novedad o la entidad biológica del objeto, guiando de modo automático (involuntariamente) la atención del animal, en cambio con el surgimiento del lenguaje y sobre la base del mismo el hombre se vuelve capaz de dirigir voluntariamente su atención.
Cuando la madre le dice al niño «esto es una taza», ella destaca así dicho objeto entre todos los demás y atrae hacia él la atención de la criatura. Cuando más adelante crece el niño, éste domina el lenguaje (primero el lenguaje externo, y luego también el interno) y se hace capaz de destacar independientemente los objetos nombrados, cualidades o actos, y su atención deviene gobernable y voluntaria.
El lenguaje cambia asimismo esencialmente los procesos de la memoria humana. Sabemos que la memoria del animal depende en gran medida de la orientación directa en el medio circundante y de las motivaciones biológicas, que sirven de refuerzo a cuanto se recuerda con suma facilidad. A nivel humano, por primera vez la memoria basada en los procesos discursivos-, se convierte en actividad mnémica consciente, en la que el hombre se plantea la finalidad especial de recordar, organiza los datos memorables y se hace capaz no sólo de ampliar inmensamente el volumen de la información retenida en la memoria, sino también de retornar al pasado voluntariamente y elegir del mismo en el proceso de recordación lo que en la etapa dada le parece más esencial.
Por primera vez el lenguaje le permite al hombre desligarse de la experiencia directa y asegura el nacimiento de la imaginación, de un proceso que no existe en el animal y sirve de base a la creatividad, orientada y gobernable, cuyo estudio supone un capitulo aparte de la ciencia psicológica.
Huelga decir que sólo en base al lenguaje y con su más estrecha participación toman cuerpo las complejas formas del pensamiento abstracto y generalizado, cuya aparición constituye una de las más trascendentales adquisiciones de la humanidad y asegura el tránsito de «lo sensorial a lo racional», estimado por la filosofía del materialismo dialéctico como salto equivalente por su trascendencia a la transición de la materia inanimada a la animada o al tránsito de la vida vegetal a la animal.
No menos esenciales son las modificaciones que el lenguaje -elevando a un nuevo nivel los procesos psíquicos- aporta a la reestructuración de las reacciones emocionales.
Entre los animales conocemos únicamente acusadas reacciones afectivas que transcurren con la participación rectora de los sistemas sub-corticales y están directamente relacionadas con el buen o mal fruto de su actividad y por entero mantienen su nexo con los requerimientos biológicos. El mundo afectivo del hombre no sólo es inmensamente más rico y no sólo está individualizado con respecto a las motivaciones biológicas; la estimación de las correlaciones efectivamente ejecutables respecto a los propósitos iniciales, la posibilidad de una formulación generalizada del carácter y del nivel de nuestros aciertos y desaciertos, hace que a la par con las categorías afectivas del hombre cristalicen emociones y prolongados estados de ánimo que rebasan en mucho los marcos de las reacciones afectivas directas y que están indisolublemente ligados con el pensamiento del hombre, actividad que fluye unida a la participación inmediata del lenguaje.
Finalmente, no podemos soslayar asimismo la última tesis, de singular trascendencia, por cierto.
Es notorio que las nuevas formas de comportamiento individual variable del animal toman cuerpo sobre la base de la orientación directa del mismo en el medio circundante y la elaboración de las formas estables de ese comportamiento se efectúa en base a las leyes de los reflejos condicionados, estudiadas con detalle por la escuela de I. P. Pávlov.
Es bien sabido que la elaboración de nuevas formas de conducta exige un refuerzo relativamente prolongado de la respuesta a la señal condicionada, la reiteración múltiple de coincidencias entre las señales condicionadas y el refuerzo incondicionado. Esta conexión toma cuerpo de modo gradual, y empieza a extinguirse tan pronto como desaparece dicho refuerzo y a duras penas se rehace luego en un nuevo sistema de conexiones.
Nada parecido observamos en la formación de nuevos tipos de comportamiento consciente del hombre. La nueva forma de actividad consciente puede surgir en el hombre sobre la base de la formulación discursiva de una norma que el hombre establece con ayuda del lenguaje. Basta con dar al hombre una instrucción en la que se sugiere levantar la mano o apretar una llave en respuesta a la aparición de una señal roja o no hacer ningún movimiento cuando aparece la azul, para que esta nueva conexión surja de inmediato y se haga estable. El surgimiento de cualquier operación ejecutable sobre la base de instrucciones verbales no requiere ningún refuerzo «incondicionado» (o biológico). El proceso formativo de la misma no exige dilatada elaboración y se establece de inmediato, y la operación cristalizable según la norma formulada en el discurso deviene en seguida estable, no exige la reiteración constante de las instrucciones ni tampoco se extingue cuando las instrucciones no se repiten. Por último, el «rehacer» la operación ateniéndose a otra nueva norma no conlleva trabajo adicional alguno, y basta con informar al sujeto de las nuevas instrucciones, diciéndole, por ejemplo, que ahora ha de efectuarlo todo al revés: en respuesta a la señal azul levantar la mano (o apretar la llave), y cuando aparezca la roja no hacer nada, para que la conexión antes formulada se convierta de súbito en la inversa.
Todo ello habla de la enorme plasticidad y conductividad de los procesos que entraña la actividad consciente del hombre, que hace radicalmente distinto el comportamiento de éste frente al del animal.
El análisis pormenorizado de las formas de esa actividad consciente, de los medios para conducirla, de las leyes que subyacen a su desarrollo y de las formas de su alteración en los estados patológicos, constituye, pues, una de las misiones fundamentales de la ciencia psicológica.
THE TRUE HISTORY OF HUMANITY by Andrew T Hennessey
The Origins of Mankind are shrouded in myth and allegory and like all good adventure stories begin with the ultimate of disasters - after which, we the reluctant viewers are asked to believe that things progress towards a happy ending where we all get to live happily ever after. Unfortunately - nothing has been further from the truth - so far. The plot begins to untangle when we start off with some basic truths. After trawling global Ethnology, Mythology and beliefs about the catastrophe of Atlantis and the flood and the protagonists - it is possible to reduce all these beliefs down to a very basic theme. The Emperor of an interstellar Reptile people from the constellation of Serpens - an evolved people who have the capacity to change shape and who are evolved enough to work within a hierarchy of interdimesional entities who are thought of in various scriptural references as Stars or Angels or Pearls of Great Price, endowed their children to marry into another Interstellar hermaphroditic species called Aryans on this planet. [neither species indigenous.]
The folklore suggests that the root cause of the war of Atlantis that provoked the terrible deluge was over the fact that the Aryans felt threatened by the possibility that the human race would outreproduce them and eventually destroy them For although the resultant progeny enabled the Aryan species to differentiate into gender and be creative and diverse - many Aryans detested this progeny and believed that there was shame in possible 'incestuous activity'. [the shame of the nakedness of the biblical Adam and Eve] The incest of the Gods and heroes are a universal theme from the Celtic, Egyptian and generally global myth.
However, it is evident from the folklore that the original hermaphroditic Aryans believed that they would be overwhelmed by the human progeny and that this was the root cause of war and conflagration on this planet. No high minded cultural mores - just simply a brutal numbers game and power struggle.
This alliance of peoples therefore was torn apart by evil deeds, conflict, wars and imbalance - in some South American and Australian myth, menstrual blood causes anger and agitation amongst the serpent race - and indeed may have prompted uncontrollable physiological reactions amongst the hybrid shapeshifting population.
The subsequent state of depravity of the world grew severe and ungodly, as the once proud houses of angels fell from grace. The Light versus the Dark, two factions fought using weapons of incredible power which melted mountains. [eg: the spear of Lugh] As a legend of Venezuala relates 'the star people were corrupted' – and women were defiled. The Emperor seeing that his race had also fallen along with the Aryans grew very angry that such darkeness had befallen civilization and his hopes for evolution - and, eventually after a long and bruising war, dropped two massive meteorites upon the land and territory on Earth that was the Central Evil Kingdom - Scotland.
It is said that the war between the upstarts and the Gods lasted long – and myth is recorded in Greece, Rome, and the Norse sagas of the battle between the Giants, Serpents and the Gods. Eventually Azazel and the band of evil Necromancers and Technologists were defeated and judgment passed whereby they were imprisoned under the mountains of Scotland and the northern European kingdoms. Mexican, African and South American legends say that the Angel Michael, who had won the battle with the forces for Light, created the Monkeys out of the DNA to house the souls of some of the prisoners as punishment for their defilement - One faction - mentioned globally was saved by the God/s, for being wholesome and friendly towards the Elder Reptile race and was preserved in an ark, boat or other container which was well stocked and provisioned.
The post flood surviving son and daughter - blueblood hybrids between them created all 7 or 9 races of humanity with which to repopulate the Earth. Humanity then is a limited 4th generation species divided into about 9 sub species and indeed latest academic research shows 7 or 9 ancestor women and men of Adam and Eve.
The locality of the Garden of Eden and the place of original sin, temptation and serpentine evil have been collated by one of the most incredible scholastic analysis I have ever seen, in 3 books by William Comyns Beaumont. The first 'The Riddle of Prehistoric Britain' London 1946 Where Beaumont traces the origins of northern Atlantis and the Aryan peoples to a land that incorporated the United Kingdom, Scotland, Shetland and Orkney, and Scandinavia - where once there was an idyllic climate and a lot less ocean. His comprehensive reinterpretation of the ancient geographers and archivists eg. Herodotus, Plato, Josephus, and other ancient accounts, put the Center of Aryan activity firmly on the northwest European Atlantic and Celtic fringe. The true cradle of civilization was the North West of Europe - Thule not Mesopotomia.
The Men of Renown - the red haired Aryan giants of that epoch are dug up today all over the Celtic fringe - 8-11 feet tall. But the words for red and the red haired race have found their way into biblical names - all of the following denote the Race that formerly ran the 'Garden of Eden' Adamites [shetland and orkney], Scythians, Phoenecians - from the root phoinos or blood red. The Garden of Eden in Greek literature - the Garden of the Hesperides – and as Dionysius Periestis once said '.. in the Hesperides whence tin comes dwell the sons of noble iberes' - tin comes from south UK at cornwall. The garden was known as the Fortunatae Insularae, the fortunate isles of Bretannides, or Ultima Thule - the farthest land - for which there are many references in the classics. The Phoenecians, the original Aryans, red haired Edomites were documented by prof LA Waddell in 1924 - 'The Phoenecian origin of the Britons, Scots and Anglo Saxons'.
But those Blond or Red Aryan Gods were not living it up - Enoch in his Gospel suggests that this Kingdom of Ruling Aryans, proud, arrogant and cruel were stockpiling weapons of immense sophistication and power for conflagration - the Satans - or Saturnians as referred to in the Ethiopic Book of Enoch were fomenting rebellion and conflagration. Amongst them, the Cabiri necromancers who created abominable things led by the group of fallen angels such as Azazel, Samael etc The War between the false Gods of Eden and the Powers lasted 13 years it is said, and Greek myth shows Athene dragging off shapechanging giants. The Titans were defeated finally when 2 great meteorites struck the Atlantean kingdom of Thule, reversing climate and ocean and the continental plates. That place now known as Scotland, the epicenter Scotlands western isles at Staffa - near to where the evil capital was said to be - is now very cold and wet.
Still commemorated in the local place names - Ben Cruachan, Argyll – Mount of the Bloody Serpent. Or the land of Mhor/giants - Morayshire. What we thought we knew about Egypt according to Beaumont is the result of the more contemporary migration of 1 million 'Scottish/Thule' survivors - taking their surprisingly similar legends of floods, high tek and alien hybrid unions to every corner of the planet - and the memory that somewhere in the land of the pharaoh a nordic word for chief or prince or Aryan or noble - are the real Faroe islands or the isles of Fergus. to the north of Scotland. [not Egypt - a land named after a latter day King]
As Roman Historian Pomponius Mela said ' the pharusii dwelt by the Atlantic where they stretched as far as the hesperides' [hesperides = farthest ultimate west] Vitrified Forts blasted by laser and nuclear activity scatter the globe and are found in Moray in Scotland - the land of the giants - at the Center of the universe - eastern Scotland. The Pictish pre Celtic stones eg. Golspie stone illustrate the twin meteorite strike - whilst the Tartan wanderers, the displaced turn up in stone dolmens all over the world taking their tartan even to China.
Io, or Isis, the Mother of the race as it were is commemorated by the holy isle of Iona very near the epicenter of the strike on the corrupt capital, an unassuming island next to the holy of holies on the Isle of Mull.
Homer states that the saved Noah and his crew rested in Boggie and indeed Tap O Noth is Glen Noe in the Bogie District of Scotland now a massive vitrified fort on a 2000 foot high artificial hill.
Another claim to linguistic ancestry comes from the claim that the Ethiopians were the first men and women that knew sex/gender differentiation - but Beaumont suggests that it was an error by Herodotus that placed them in Africa and denoted them negroid. He suggests that the Ethiopians of legend were Red haired, bronzed and ruddy sailors. Akin to the Canaanite sailors. They were the Anthropoi, the earliest race, the Adamites, Atlanteans.
Britain in myth was always known as the land of the dead or Hades and it is suggested that Hades, the isle of Skye, the Styx and many western place names and practices are still commemorated in place names and folklore. The earliest race/Aryan/ reds/ Ethiopians - were also collated under other names such as Meropes, Meru, Meroe [Merovingians] and merope it is suggested is the root of Europe. Lenormant in his L'Histoire Ancien de L'Orient suggested that the human race originated in Upa Meru - Northern Europe. The source of evil Aryan splendor that corrupted the Garden of Eden with gorgons, titans etc is said to be North Scotland, moray and the Orkney islands or Orcus - the dragon family.
The Culhua - serpent race or giants/ Aryans/ Ethiopians/Phoenecians/ reds/ Edomites may have had it coming. The leader of the Satans was imprisoned underground, though the evil machinations of the dark Cabiri sorcerers that practiced later in Denmark and founded the very early practices of masonry with which Solomon and David would become familiar - may yet to this day plan their revenge on the offspring of that very first interracial marriage.
This ancient fear of menstrual blood and the occult practice of drinking it, and its causal connection with contemporary anecdotal and early mythological shapeshifting - may be one reason that in masonic practice women are thought unclean vessels and not allowed within the hallow of the Lodge - where some of the participants may get a very nasty surprise if their best friend changes into a very large Reptilian Being and tears all his good clothes.
It may be that the Cabiri plan to reunite and repossess their inheritance, to reclaim the territory that was taken from them as punishment long long ago. To that end, they may incite all the damned prejudice that fomented the Atlantean cataclysm so long ago
It may be that Edinburgh , Scotland, City of Theion and tribe of Gad, the highest most noble Jewery may wish to reclaim all that is best and noble in Interstellar Fraternity - and it may be as Nostrodamus predicted x66-68 that Michael will also await to gather for a test of strength one more time as the Els of that most Noble and High line strive to assert the Judgments of the Emperor God over the darkness that comes to thwart it. The prize is nigh and the Angels of Light have returned to counter the machinations of the evil Cabiri. Templars, Merovingians, Bloodlines, Theosophical Aryan 6th Root Races that are once again pure and hermaphroditic - cleansed of the ancient flaws; culls, cleansing, world convulsions, cloning, evil scientific practice and injustice - nothing may have changed since those times - but lets not lose hope that nothing will ever change.
We may have fallen in disgrace - but we shall rise again and touch the stars, ignoring the pretension and vanity that keeps us from our birthright. The human race may turn out to be the only reason this planet could ever have been called a home.
But what of the Atlantean Kingdom of Thule, buried so long ago by the revenge of the Gods for the desecration of their bloodline. We may note that all the columns and splendors of what we thought Greece to be are but recent demonstrations of the art in a place that was not historically called Greece, and that the majesty of the Cheops pyramid was built after the Scottish catastrophe - yet there are only the remnants of nuked vitrified forts in the land of the Giants at Moray in a place traditionally called 'the Center of the Universe' We know from all subsequent renaissance art that the Goddess IO of Iona, aka, Isis or Aphrodite is traditionally represented as coming from the sea, the clam being her symbol. [even L Ron Hubbard’s Wall of Fire Initiation in scientology maintains that man is descended from clams - mind you he also said that DC10 airliners flew between the stars] The aquatic connection of Atlantis and Scotland persists in the area of the detonation - 'the blue men of the minch' [Kirk 1697AD], the folk myth 'I am a man upon the land, I am a silkie upon the sea' and the connection of the God Poseidon, God of the Sea depicted in his chariot pulled by aquatic dragons. The Sidh or She tradition of Scotland remembers that the most gifted seers with advanced powers of spirit resided amongst Scotland’s Western Isles, the area of the Original palace of the Gods. Scotland’s largest city in the west, Glasgow, takes its name from the root of the Gaelic word for blue. And around the Hebridean Isles, eg. The Flannan Isles there are still stories of the peoples that stay underwater in the Minches.
Elsewhere in Templar records and in folk myth, there are records of great technological stockpiles under the Scottish Mountains; robots or 'dollmen', particle weapons, and great 'alchemical laboratories'. It may be that much of the splendor of Atlantis was partially submerged and inhabited by a semi aquatic species from which came the princess of the original dynasty that mated with the original Aryans. The marriage of the Mero and the Vingians, and the subsequent creation of humanity - a sexual gendered species happened in Scotland.
The symbol of the Bloodline and the Goddess descent is indeed the clamshell a device used by Robert the Bruce a King of Scotland. Indeed the historic pilgrimage to Santiago de Compostella in Celtic Spain actually more anciently went farther to the port of Finistere also known anciently as the End of the Earth - the pilgrim traveled clamshell in hand to what must have been a muster point at which to take flight to the stars. The pilgrim route is known as the Milky Way. From the Center of the Universe in the land of the Giants or Mero in Moray northeast Scotland to the End of the Earth - folk history records that these people took ship to the stars.
It may then be that after the fall and the destruction - the remainder of the architects of Eden took their skills and deployed them amongst the cultures they then wandered into.
It is a truth that History belongs to the victors - and over the millennia - much of what we take today for history has been distorted and edited to glorify the interests of the strongest and the few - usually covering up crimes of great magnitude.
The truth about the Holy Land of Scotland went to print by an author called Barry Dunsford - who amongst other things pointed out that Pontius Pilate was born in central Scotland at a place called Fortingale, near Killin. It always seemed strange that a family - the Pilate family central to the destruction of one of Gods and Histories central characters was located not very far from Edinburgh, Scotland.
Dunsford’s source was the books by W Comyns Beaumont on the riddle of prehistoric Britain, and Britain - the key to World History.
It is therein suggested that the ancient Merovingians wandered the planet but that the origins of the Jews may well be rooted in the Scottish Atlantean Mystery. After the deluge - the ruling tribe of Aryans returned. These people were known historically as the People of the Cat, the lion rampant their symbol - the popular flag of Caledonia Scotland and also of the King of Norway - also anciently a country part of Atlantean Thule. Edinburgh, having a very sphinx like hill later called Arthur’s Seat, which looks like a lion couchant was also known as the City of the Lion. The patron Saint of Edinburgh is David.
It is pointed out by these authors that the biblical references to Jerusalem refer to a fertile land, full of mines and minerals and crops with a seaport called Joppa. That fits exactly the locality of Edinburgh - not the Jerusalem in Palestine - which has a very distant port called Jaffa and whose only extract in a barren land may be salt or potash.
Given that history favors the victor - then something sure must have gone real wrong to make us all think the things we now think about Jerusalem. But the records show that Rome built a boundary chain around Jerusalem some 80 miles and indeed, there exists the chain of forts called the Catrail that is almost exactly 80 miles. The People of the Cat, or the Gadeni or the Gad were the ruling tribe of Jews, and the entire fertile area of Edinburgh and the Lothians was populated by some 1 million people - a place which was biblically recorded to be a hub of civilization. Today, all the Roman signposts have been defaced and deleted – for something terrible happened in Edinburgh . At a time of serious instability in the Roman Empire, the Jews of the tribe of Gad, the Silurians, revolted and the retribution from Rome was terrible indeed. There was a massacre of some 80-100,000 people by the Legions and the Emperor ordered that not a stone remain standing and that salt be put on the Earth.
Beaumont’s book details the map of Edinburgh /Jerusalem as it was. The citadel being Edinburgh Castle on the impregnable rock of 3 precipitous sides - more ably conforms to biblical descriptions than our current understanding of the citadel in Jerusalem in Palestine. The Dung Gate corresponds with the Cowgate in Edinburgh, the Temple Mount on the way of God, Edinburgh’s Royal Mile, the Temple Mount there stands St Giles Cathedral and a commemorative Heart in the cobbles outside which signify the Heart of the Lothians. Opposite St Giles on the Temple Mount - the law courts. And one of the oldest Masonic Lodges also stands near the Royal Mile, whilst the Mount of Olives was Arthurs Seat, Golgotha was Gogar, and Holyrood Palace was the Palace of Cedars - and Joppa has always been a port of Edinburgh.
The broad estuary upon which Edinburgh stands, City of the Lion, of the Gad, of the sovereign tribe of Jews, is called the Firth of Forth, translates as the way of ways - and this crossing of a broad estuary at Jerusalem is noted in the Bible. With Pontius Pilate staying just North of the Roman Fort chain which fenced the area in like some ancient Ghetto comprised of one of the richest and most powerful hubs of civilization in the ancient world with its lead and silver mines, fertile lands and rich people - the Scottish Jerusalem was a powerful place. It is recorded that King David, on the run from Solomon consulted a seer of Gad. Edinburgh has had many names; Kaer Eden, Dun Gad, Giudi-ail-Guarth – Place of the Jews of Gad, Chaonia - place of Chaos. In 134AD, the Jews proclaimed a new 'messiah', Bar-Cocheba, son of the star, and the chief rabbi anointed him King of the Jews. A coin was minted showing him horsed with a crown, and on the reverse side was a Thistle - the symbol of Scotland - the coin symbolized the first year of redemption.
Beyond the Boundary Forts, near the Pilate family residence that place was known as Epidamnus - beyond the damned. The tribe of Illyna - the Silurians were mercilessly and brutally put down by the Romans in an ancient act of genocide - and the city of Edinburgh today remembers those ancient constructions by its very old underground workings, not the brickwork of the later city fathers. Today, Edinburgh is still known for its seven hills, the ancient lineage of the Aryans and Giants, the Earl of Orcus or Orkney, descendent of Thule and Atlantis, keeper of the Bloodline and his Rosslyn Chapel.
It may have been that the Templars brought vast treasure here to rebuild the Temple of Jerusalem in the City of the Gad, and it may also be that the prophesy of the Brahan Seer 'as Rome was, London is and Edinburgh shall be' is part of the future of the destiny of Mankind.
In popular press, Rosslyn Chapel is a repository of all the world’s ancient artifacts; spear of destiny, cup of destiny, grail, Excalibur, scrolls, treasure, but in reality the truth is far stranger than the fictions.
My recent activity in Edinburgh, Scotland has brought me a lot of attention. MI5 Dept of Parapsychology, Special Branch - all seem to be keeping tabs on me as my group continues to put stuff out about shapeshifting reptoids - and the true historic and global significance of Edinburgh, Scotland. Draco, Scotland, Edinburgh, Bloodlines and MI5 all seem to go together. Edinburgh was a holy city at the time of Atlantis - and the remains have been carefully enshrined in masonic secrets and buildings in and around Edinburgh.
An 18th Century architectural folly on an aristocratic estate just outside Edinburgh uses technology and design to calculate the shadows of latitude. The Theory being that Jerusalem in Palestine, nearer the equator produces a different length of shadow from a cubit rod, than a Jerusalem in Scotland - due to the curvature of the Earth - this shadow is called the Tena Brosa and all part of the big secret of masonry and perhaps even the Scottish Rite itself.
It is most likely that the original dispute that sparked the war amongst the shining ones or Els happened in Edinburgh - for that part of Scotland was also once part of Thule of Atlantis. The author Comyns Beaumont describes the real significance in his 1946 book 'Britain key to World History' the rights to which are owned by the CIA and an International Esoteric Temple called the Star Temple What is on the cards is probably that Scotland will again revert to being an ancient priest kingdom and Edinburgh will again revert to being a Holy City. - in this New World Order.
The Prophesies of the Brahan Seer 'as Rome was, London is and Edinburgh shall be' and of Nostradamus of the political frost that exists between the Windsor dynasty and Scotland, the UK-USA agreement and the king of terror [stanzas 66-68] also predict the return of the Els - the angels of god – which, by the way, many many people are seeing in and around Edinburgh , NASA are filming them etc etc. The pearls of great price - the shining angels or star beings of the Magi. These Stars or Angels are interdimensional beings - and witnesses and abductees alike note that they have appeared in Edinburgh and elsewhere in Scotland - sometimes very up and close. The witnesses say that these are the Angels of God - returned to pass Judgment on the Earth and its various human and non-human races.
So also being on top of the shapeshifter thing in the UK - we have found ourselves the target of some mysterious enquiries. One such happened recently.
A very strange lady on the pretext of wanting to find out about the angels and shapeshifters, describing herself as a freelance researcher met me at lunch time today - and she asked me various questions. She appeared to know nothing about anything - but asked many many almost personal questions about aliens, my abduction, the angels, Edinburgh and tried to get all the evidence I had for shapeshifters in the UK. An attempt to see what we had. She parted on the note that how did I get into all of this - I said that many heavy people over the course of the years who have accused me of all sorts of dirty criminal deeds made me curious for it was as if I was supposed to know something that I didn't know and that this made me find out the stuff that has made me today what I am - 'ah its come full circle' she said. But I wasn't convinced that this was a spook agenda and when I got home I felt so tired and weary that I fell on my bed and started having a lucid dream as if I was being scanned. And I'm pretty sure I heard her say that she was going to tell the truth, and was interested in the Humans and the North Star. It’s true that in my eyes at night when I close them, I see the constellation of Orion and that these light move and coalesce into one pearly shining light.
The old temple mount of Calton Hill in Edinburgh had Greek style temple pillars erected there in the 18th century to signify the Disgrace of Edinburgh - as is there an architectural folly on the outside of Edinburgh that shows Edinburgh s position as the Jerusalem of Atlantis.
I am hoping beyond hope that these light, these beings being seen now by many of us around here, are the returning forces of good. I was told by Russell Penman - who calls these beings down from the sky at will in front of witnesses that when the cataclysm came we should walk towards these lights and be saved or translated ie. beamed up ----- so it may be that various parties are starting to catch on to the possibility of something incredible happening again in Edinburgh as it rises from its Age Old disgrace.
The returning King is celebrated by Tolken in his Lord of the Rings and not to be confused with the disinformation newly published in Laurence Gardner’s book on the Ringlords.
The returning King and EL called Aragorn/Elessar of the tribe of elder people called the Dunedain [the ancient name for Edinburgh ] retake the Earth after the last battle, their Kingship returned from the last of the human stewards or Stewarts. This 'alleged fiction' actually fits in with the various prophesies AND the architecture, geography and ancient history of Edinburgh /Dunedain. Non-human politics in Edinburgh have just taken a new step forward.
Thus I had to ask myself that if she was interested in the Humans and the North Star - so who might the North Star be?? All the Stars may well be Angels - the Els - some may have power to materialize - some may just be physical, some shapeshifters, all, powerful. The pearly stars may have guided the Magi to Bethlehem, and recent research points to the burial place of Mary in the Isles of Britain.
I've heard about Stars in the East, the West, the morning star and the evening star, usually always associated with the Satans and the bad guys and the Fallen Angel Lucifer, so the North Star had to be the exiled leader of the Merovingians, the returning 'Christ' or King, Leader of the Peoples of the North.
Lets hope that this is the good guy, maybe its Uriel - guardian of the gates of Hell, for it was said that hell or Hades referred to the underground prisons and damnation of the fallen in Scotland and perhaps the El called Uriel - is a guardian of the interests of Humanity policing the Underground society as it strives to regain dominion.
For their punishment, the Fallen were put underground - the Satans/red peoples were put in 'hell'. The other part of the enigma is the red dragon that will point many researchers to the two meteorites and their fiery tails. However, the secret thirteenth house of astrology, the red serpent points to the constellation of Serpens - a fact secretly commemorated in star maps as making all constellation plus or minus to the ground zero of the Serpens constellation. Ophiucus, its other name was the 'Greek' God of medicine - depicted as a big guy in a toga with a serpent coiled around him.
It is possible that the Reptoid bluebloods from Serpens were red in color, and that this may be a fact commemorated by the Red of the Lion Rampant of the Peoples of Gad, Scotland.
Lets hope that the North Star returns soon, he is probably not the El called Michael who most likely will or has returned with the Interstellar contingent - but the North Star probably refers to the exiled King, the Fallen Angel who has worked to redeem the sins of Atlantis over the millennia.
The local variation on the Global theme of the fall and the desecration of the Blueblood princess has a variation in the Lothians. For King Lot of the Lothians [Tolken’s Lothlorien] was given the title by King Arthur. Lot was a descendant of the Atlantean Dragons and Magicians of Thule and Orkney [Tolken’s Orcs] The princess has been called Enoch, or Thenew or Denw or Thanay, and the prophecy goes as I read it, that it was said that the new hybrid human dynasties would breed and out reproduce and outfight the Aryan lines, and that the princess - mother of the human species was to be destroyed by crashing her flying vehicle into a local mountain.
She escaped but was again caught and cast adrift on a raft to die - but was saved by a contingent of her relatives who rescued her - and probably took her to a ship from whence she headed back to the stars
This same story is told in countless ways in countless cultures the world over - but all remember the Mother of the Human Race pictured with Clams throughout history.
In Edinburgh, though, the Emperor Hadrian instructed that the city be raised to the ground AD70 and its name forever struck from history and that Jerusalem would be somewhere else of his choosing. It was decreed by the Emperor that the locality of Jerusalem would be renamed - and it would then take its name from the farthest north boundary fort at Falkirk, Scotland.
I don't know how that fares with the modern Jerusalem that we know of today, other than the biblical descriptions accurately fit Edinburgh - though I have always suspected that one day the New World Order will again claim Edinburgh to be the Spiritual Center of the World after the destruction of Christianity.
But the Jury of History is still out on that one.
Having been captured by overwhelming force, the reds or Satans, Aryans or Nobles were imprisoned underground initially under the remaining lands of Thule or Scotland. Scotland was anciently known as the land of the dead or Hades. The Exiled Star or Angel of the North was set a task of watching and policing the Gates of Hell. His was the wandering Nobility given that task that he may redeem himself in the days and millennia that were to follow before the return of the Galactic Empire.
The Fallen, however, were to regroup and re-organize, setting themselves the task of revenge and the retaking of their Empire. In the underground halls, they reassembled their social structure and equipment, taking inventories - and set about the surreptitious task of the recovery of their stockpiles and any and all high tech equipment they could find.
Then became the task of rebuilding their manufacturing capacity and arsenal for the day that they would again fight the war with the Gods.
In the meantime, Humanity, the freely spreading virus that they foresaw would one day overwhelm them - Humanity the cause of the War - was to be their next target. They reasoned that Humanity would spread and populate the planets surface in the next few millennia, so they made sure that that species would never come to the knowledge that would make them HiTek and an outright competitor. For if that happened, then humanity would make Interstellar Allies and representation before the Fallen were ready to fight.
So the ideas of bad beliefs and misleading cosmologies were planted and the seeds of disinformation sewn. Everywhere, the physics of free energy and interstellar travel arose – the inventors died, from the 16th century till the 21st century - knowledge and truth would die on the vine. Only the inner school of the Illuminati sorcerers taught the truths of the cosmos, and many Humans there were that paid dearly for those. The ancient systems theory, holistic in its approach was suppressed and even today modern science creates knots and paradoxes by having been taught to reduce down and decontextualize. Everywhere the hated Human Race would be encouraged to war and be ignorant - for the enemy divided, could be conquered. There the alleged forgeries of the protocols of the learned elders of Zion ring true - for the political systems theory in use in the protocols appears to be the ancient systems theory that have led Tesla, Plichta and others to Free Energy. A systems theory also taught by the Secret School of the Theosophical Illuminati - these alleged protocols speak of the body politic as an organism and its means of operation in terms of a functional relativity that is indeed highly advanced and never taught in any human University.
As far as the Protocols were used to encourage anti-semitism it is fair to say that in reality NO HUMAN BEING could EVER be one of Gods Chosen People - for the Master Race that probably wrote these protocols are asexual, Hermaphrodites and Non-Human - these are probably the only original Jews at least as far as they are concerned. The protocols of Zion are the most hateful anti-human and intelligent masterpieces of antiquity, forgery or not, they are betrayed by their advanced use of an alien systems theory - and therefore most likely the work of the Satans, the imprisoned Aryans of Atlantis - the Hidden Masters of Theosophy.
Where that puts the whole Jewish thing - I am unsure - for I suspect, as the prophesies tell, that the Satans will re-emerge soon - and the whole matter of where Jerusalem really was - and why many learned Human Jews believe what they do will come into question - as part of a Satanic Takeover.
The Satans or Aryans or the Fallen have not been idle as they labored to divide and rule humanity for they also sought to forge interstellar links with other civilizations. They were working to a timescale - for they knew that Humanity would be destroyed by Earth Movement - and had to ensure that they held all the keys by the early third millennium AD - the schedule of the return date for the Empire.
The Interstellar Civilizations they sought out would all have chips on their shoulders and be sworn enemies of the Empire - however it was never in the Satans minds that they would escape in ships for the Interstellar Entities who uphold the Empire can reach Intergalactic space in a matter of seconds and quite simply there isn't a ship anywhere that could outrun them.
The stupid brute civilizations they wanted to engage the Empire above the planet Earth were to provide merely a diversion - whilst the Fallen made their escape through a portal or 'stargate'. in the meantime, the Human Race on the surface was partly used to supply the allies of the Fallen as bargaining counters - produce, software, hardware, DNA, artifacts - they sold it all.
The stockpile of the Satans was supplemented and increased, and their intelligence network kept tight control of human military power and research, whilst suppressing every instance of the truth. This in anticipation of the return of the anointed one - the King of the World - Chief Satan - Rex Mundii - as per the 19th Century Tibet pronouncement at Llasa.
The Human Race, however, source of all their ancient hatred and angst were to be set up for a hideous Cull - and indeed conspiracy evidence of; poisonous food and water, corrupted food chain, new diseases, bad learning, HAARP and MK - has emerged. Such poisons would leave their ancient foe helpless.
But the ambitions of the Satans may never be fulfilled for the returning Empire would simply crush them as they had before. Illuminati folklore is full of references to opening of ways and gates – and its probable that the hermaphroditic Aryans - those that are evil – intend to go.
They probably could have gone already, but their use of any gate would have been detected and found them unready to create a diversion or shield.
The shield invasion was more recently bought with Human Labor and Industry.
Like any couple of punks involved in a drug store heist caught by the police - they would naturally want to hold a gun to the shop keepers heads and demand a fast car etc.
They have some options however, and taking hostages is definitely one of them. Recent leaks from US military intelligence suggest that soul capture technology has been recently manufactured, and this coupled with the other forbidden technology that they salvaged would also create a useful personal shield for the escaping thugs.
Where can they go - time travel, dimension travel, intergalactic travel, or a rusty old ship trying to outrun the Angels? Surrender or peace was never on their agenda - and indeed their all-consuming hatred may well be their undoing.
They may wish to completely destroy the planet when they leave, however.
What are the Empire options though - to infiltrate their ranks, take hostages, sabotage their stargate project or their anti-human works, or conduct a species specific technological or biotechnological warfare of their own and maybe ultimately, making them an offer that they can't refuse.
One thing is for sure - both sides will be lining up their targets - organizers, administrators, politicians, leaders, lieutenants - all put into lucrative isolation whilst they maximize their intelligence for the coming conflagration.
There may be Interstellar war above the Planet soon but it won't last long - for the Fallen will be trying to make their escape - perhaps even jostling for a place higher up in the queue at the stargate, for the first wave out may well be the last - for the remainder will be swiftly taken for another head to head with the Emperor.
Revelación y asombro para los europeos de los siglos XVI y XVII, fueron las crónicas, noticias y relaciones de los descubridores y conquistadores del Nuevo Mundo. Europa -continente antiguo, poseedor de larga historia- mostró avidez por conocer las extrañas formas de vivir de esos "pueblos bárbaros", que sus navegantes, exploradores y conquistadores iban "descubriendo".
Los datos aportados, con espontaneidad o con doblez, por los "cronistas de Indias", se recibieron en Europa con el más vivo interés. Pudieron convertirse algunas veces en tema de controversia, pero nunca dejaron de ser objeto de reflexión. No sólo los conquistadores y los frailes misioneros, sino también los sabios y humanistas europeos, los historiadores reales, intentaron forjarse imágenes adecuadas de las diversas realidades físicas y humanas existentes en el Nuevo Mundo.
Los resultados fueron diversos. Hubo "proyecciones" de viejas ideas. Se pensó, por ejemplo, que determinados indígenas eran en realidad los descendientes de las tribus perdidas de los judíos. Tal es el caso de fray Diego de Durán a propósito del mundo náhuatl. Otras veces las relaciones e historias eran una apología más o menos consciente de la Conquista, como en el caso de Hernán Cortés. En algunas crónicas aparecen los indígenas del Nuevo Mundo como gente bárbara, idólatras entregados a la antropofagia y a la sodomía, mientras que en otras son descritos como dechado de virtudes naturales.
Ruta de los conquistadores
Aprovechando las noticias que llegaban, se escribieron luego en Europa historias con el criterio humanista propio de la época. Bastaría con recordar las décadas De orbe novo del célebre Pedro Mártir de Angleria, en las que tantas veces expresa su admiración al describir las artes y formas de vida de los indios. O el impresionante cúmulo de información de primera mano que acerca de las Indias allegó e incorporó en su Historia General el cronista real Antonio de Herrera. En resumen, puede decirse que la historiografía, no ya sólo española y portuguesa, sino también francesa, inglesa, alemana e italiana, cobraron nueva vida al hacer objeto de su estudio las cosas naturales y humanas del Nuevo Mundo.
Pero, frente a este innegable estupor e interés del mundo antiguo por las cosas y los hombres de este continente, rara vez se piensa en la admiración e interés recíproco que debió despertar en los indios la llegada de quienes venían de un mundo igualmente desconocido. Porque, si es atractivo estudiar las diversas formas como concibieron los europeos a los que, por error, llamaron "indios", el problema inverso, que lleva a ahondar en el pensamiento indígena -tan lejano y tan cercano a nosotros- encierra igual, si no es que mayor interés. ¿Qué pensaron los hombres del Nuevo Mundo, en particular los mesoamericanos, nahuas, mayas y otros al ver llegar a sus costas y pueblos a los "descubridores y conquistadores"? ¿Cuáles fueron sus primeras actitudes? ¿Qué sentido dieron a su lucha? ¿Cómo valoraron su propia derrota?
Es cierto que estas preguntas no podrán contestarse en todos los casos. Mas, por lo menos, habrá algunas respuestas, tratándose de las culturas indígenas que alcanzaron mayor desarrollo. Sus textos y pinturas por una parte, y las relaciones españolas por otra, constituirán las dos caras distintas del espejo histórico en el que se refleja la Conquista. Como es natural, las imágenes logradas por mesoamericanos y españoles mostrarán grandes variantes. No obstante condenaciones e incomprensiones mutuas, en el fondo ambos tipos de imágenes son intensamente humanas. En cuanto tales, deberán estudiarse sin prejuicio. Porque, su examen sereno, mas allá de fobias y fílias, ayudará a comprender la raíz del México actual, consecuencia viviente del encuentro violento de esos dos mundos.
Dentro de Mesoamérica, son las culturas maya y náhuatl las que ofrecen el más amplio testimonio indígena de la Conquista. Ambas fueron culturas con historia, escritura y transmisión oral. Una breve mención del interés que tenían por la historia esos pueblos indígenas, pondrá de manifiesto el porqué de su empeño por conservar su propia visión de la Conquista.
Interés por la historia en el mundo indígena
Las estelas mayas y otros monumentos conmemorativos mayas y nahuas, los códices históricos, xiuhámatl, "libros de años", del mundo náhuatl prehispánico, redactados a base de una escritura principalmente ideográfica e incipientemente fonética, dan testimonio del gran interés que ponían, entre otros, nahuas y mayas por preservar el recuerdo de los hechos pasados de alguna importancia. Complemento de lo anterior eran los textos fielmente memorizados en sus centros prehispánicos de educación, donde se enseñaban a los estudiantes, además de otras cosas, las viejas historias acerca de cuanto había sucedido, año por año, tal como se consignaba en sus códices.
Un único testimonio vamos a aducir de este aprecio indígena por conservar su historia, tomado de quien, sin pretender la alabanza de los indios, allegó en pleno siglo XVI, mejor que nadie, relaciones y noticias acerca de la Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme de el Mar Océano, o sea, el cronista Mayor de Felipe II, don Antonio de Herrera. Sea excusa de una larga cita el interés de la misma. Escribe así Herrera en el libro X de su Década cuarta:
Conservaban las naciones de Nueva España, la memoria de sus antiguallas: En Yucatán, i en Honduras, havia vnos Libros de Hojas, enquadernados, en que tenian los Indios la distribucion de sus tiempos, i conocimiento de las Plantas, i Animales, i otras cosas naturales.
En la Provincia de Mexico, tenian su Libreria, Historias, i Kalendarios, con que pintaban; las que tenian Figuras, con sus proprias Imagen i con otros Caracteres, las que no tenian Imagen proprias: asi figuraban cuanto querian.
Y para memoria del tiempo, en que acaecia cada cosa, tenian aquellas Ruedas, que era cada vna de vn Siglo de cinquenta i dos Años; i al lado de estas Ruedas, conforme al Año, en que sucedian cosas memorables, iban pintando con las Pinturas, i Caracteres dichas, así como poniendo vn Hombre pintado con vn Sombrero, i vn Saio colorado, en el Signo de Caña, que corria entonces, como señalaron el Año, que los Castellanos entraron en su Tierra, i asi en los demas sucesos.
I como sus Figuras no eran tan suficientes, como nuestra Escritura, no podian concordar puntualmente en las palabras, sino en lo substancial de los conceptos: pero vsaban aprender de coro, Arengas, Parlamentos, i Cantares. Tenian gran curiosidad, en que los Muchachos los tomasen de memoria, i para esto tenian Escuelas, adonde los Ancianos enseñaban a los Mozos estas cosas, que por tradición, se han siempre conservado mui enteras.
I luego que entraron los Castellanos en aquella Tierra, que enseñaron el Arte de Escrivir a los Indios, escrivieron sus Oraciones, i Cantares, como entre ellos se platicaban, desde su maior antiguedad: por sus mismos Caracteres, i Figuras escrivian estos razonamientos, i de la misma manera escriven el Pater noster, i el Ave Maria, i toda la Doctrina Christiana.
Pues bien, nahuas y mayas que tanto empeño ponían y "tanta curiosidad tenían" en "conservar la memoria de sus antiguallas", no dejaron perecer el recuerdo -su propia visión- del más impresionante y trágico de los acontecimientos: la Conquista hecha por hombres extraños, que acababan por destruir para siempre sus antiguas formas de vida. El presente libro -especie de antología de textos y pinturas- ofrece algunos rasgos de las varias imágenes que los mesoamericanos de idioma náhuatl de Tenochtitlan, Tlatelolco, Tetzcoco, Chalco y Tlaxcala se formaron acerca de Cortés y los españoles, acerca de la Conquista y la ruina final de su metrópoli, México-Tenochtitlan.
Un trabajo semejante podrían preparar también los mayistas, que disponen asimismo de relaciones indígenas de la Conquista, entre otras, las contenidas en los Anales de los Xahil, Títulos de la Casa Ixquin-Nehaip, en la Crónica de Chac-XulubChen, y por lo menos fragmentariamente, en algunos de los libros de losChilam Balam.
Toca tratar ahora, con la brevedad que exige esta introducción, acerca del origen y modo como se escribieron y pintaron los varios testimonios dejados por hombres de cultura náhuatl, varios de ellos testigos de la Conquista, y que constituyen la que hemos llamado una Visión de los vencidos.
Relaciones y pinturas nahuas acerca de la Conquista
Fray Toribio de Benauente, Motolinía, llegado a México-Tenochtitlan en junio de 1524, formando parte del célebre grupo de los doce franciscanos venidos a Nueva España, es el primero en descubrir el interés que tuvieron los indios por conservar sus propios recuerdos acerca de la Conquista. He aquí las palabras mismas de Motolinía, al principio del Tratado Tercero de su Historia de los indios de la Nueva España:
Mucho notaron estos naturales indios, entre las cuentas de sus años, el año que vinieron y entraron en esta tierra los españoles, como cosa muy notable y que al principio les puso muy grande espanto y admiración. Ver una gente venida por el agua (lo que ellos nunca habían visto, ni oído que se pudiese hacer), de traje tan extraño del suyo, tan denodados y animosos, tan pocos entrar por todas las provincias de esta tierra con tanta autoridad y osadia, como si todos los naturales fueran sus vasallos. Así mismo se admiraban y espantaban de ver los caballos y lo que hacían los españoles encima de ellos...A los españoles llamaron teteuh, que quiere decir dioses y los españoles, corrompiendo el vocablo decí;an teules...
Asimismo los indios notaron y señalaron para tener cuenta con el año que vinieron los doce frailes juntos . . .
En la actualidad se conservan varias de esas relaciones nahuas, en las que, como lo nota Motolinía, consignaron la venida de los españoles y los principales hechos de la Conquista. Esas relaciones y pinturas, junto con otras varias historias escritas un poco más tarde también por indígenas, son enconjunto más de doce. De desigual importancia, antigüedad y extensión, son suficientes para estudiar los rasgos característicos de la imagen que se formaron los cronistas de lengua náhuatl acerca de la Conquista. Brevemente describiremos las principales de estas relaciones, tomando en cuenta tanto su antigüedad, como su mayor o menor extensión.
a) Cantares acerca de la Conquista
Parece ser que los más antiguos testimonios indígenas sobre la Conquista encontraron natural expresión en varios cantares, compuestos a la usanza antigua, por algunos de los pocoscuicapicque o poetas nahuas sobrevivientes. Así, para no citar otros, pueden recordarse al menos aquellos dos poemas, verdaderos ejemplos de los llamados icnocuícatl, "cantos tristes", o elegías, en el primero de los cuales se describen los últimos días del sitio de Tenochtitlan, mientras que en el segundo se refiere cómo se perdió el pueblo mexícatl. Copiamos aquí siquiera unas estrofas de cada uno de dichos poemas, para mostrar ya cuál fue la reacción de los mexicas, al contemplar destruído su mundo y forma de vida antigua:
En los caminos yacen dardos rotos, los cabellos están esparcidos. Destechadas están las casas, enrojecidos tienen sus muros.
Gusanos pululan por calles y plazas, y en las paredes estan salpicados los sesos. Rojas están las aguas, están como teñidas, y cuando las bebimos, es como si bebiéramos agua de salitre. Golpeábamos, en tanto los muros de adobe, y era nuestra herencia una red de agujeros. Con los escudos fue su resguardo, pero ni con escudos puede ser sostenida su soledad...
Llorad, amigos míos, tened entendido que con estos hechos hemos perdido la nación mexicatl. ¡EI agua se ha acedado, se acedó la comida! Esto es lo que ha hecho el Dador de la Vida en [Tlatelolco. . .
Como indica el doctor Ángel Ma. Garibay, al analizar Como indica el doctor Angél Ma. Garibay, al analizar estos documentos en su Historia de la literatura náhuatl, para la composición del segundo de esos poemas podría fijarse la fecha dc 1523 y para la del primero el año siguientc dc 1524.
b) La relación anónima de Tlatelolco (1528)
Pero además de los poemas, existen las Relaciones netamente indígenas, escritas ya desde 1528. Verdaderamente importante es en este sentido el manuscrito 22 de la Biblioteca Nacional de París, conocido bajo el título de "Unos Anales Históricos de la Nación Mexicana", escrito en nahuatl por autores anónimos de Tlatelolco hacia 1528. Tan valioso testimonio pone al descubierto un hecho ciertamente extraordinario: el de un grupo de mexicas, que antes de la fundación misma del Colegio de Santa Cruz, llegaron a conocer a la perfección el alfabeto latino y se sirvieron de él para consignar por escrito diversos recuerdos de sus tiempos pasados y sobre todo su propia visión de la Conquista. Si como documento son valiosos estos anales, desde un punto de vista literario y humano lo son todavía mucho más, porque en ellos se expresa por vez primera con no pocos detalles el cuadro de la destrucción de la cultura náhuatl, tal como lo vieron algunos de sus supervivientes. La versión castellana de este texto, preparada por Garibay sobre la base de la reproducción similar del mencionado manuscrito de la Biblioteca Nacional de París, se incluye íntegramente, en lo que a la Conquista se refiere, en el capítulo XIV de este libro. En el elenco bibliográfico que va al final de esta obra, podrán hallarse las referencias correspondientes, tanto de la versión castellana, como de otra al alemán, así como de la reproducción facsimilar de tan importante testimonio.
c) Testimonios de los informantes de Sahagún
Sigue en importancia y antiguedad al texto de 1528, la mucho más amplia relación de la Conquista que, bajo la mirada de fray Bernardino de Sahagún, redactaron en idioma náhuatl varios de sus estudiantes indígenas de Tlatelolco, aprovechando los informes de algunos ancianos, testigos de la Conquista. Según parece, la primera redacción de este texto "en el lenguaje indiano, tan tosco como ellos lo pronunciaron", como escribe Sahagún, quedó terminada hacia 1555. Posteriormente fray Bernardino hizo un resumen en castellano de la misma. Se tiene noticia de que hubo una segunda redacción asimismo en náhuatl, concluída hacia 1585 y en la que, según Sahagún, se hicieron varias correcciones, respecto de la primera, ya que en aquélla "se pusieron algunas cosas que fueron mal puestas y otras se callaron que fueron mal calladas..."
No es posible decir si ganó o perdió el texto con esta enmienda, ya que se desconoce el paradero del texto en náhuatl revisado. El hecho es que, tal como hoy se conserva la relación de la Conquista, debida a los informantes de Sahagún, constituye el testimonio más amplio dejado al respecto.Abarca desde los varios presagios que se dejaron ver,"cuando aún no habían venido los españoles a esta tierra", (incluido en el capítulo I de este libro), hasta uno de los discursos, "con que amonestó Don Hernando Cortés a todos los señores de México, Tezcoco y Tlacopan", exigiéndoles la entrega de oro y de sus varios tesoros.
En este libro se incorporan numerosas secciones de tan valioso testimonio. De igual manera que en el caso anterior, se ofrecen al fin las correspondientes referencias bibliográficas.
d) Principales testimonios pictográficos
Tanto en lo que se refiere a la obra de los informantes de Sahagún, como en otras varias recopilaciones llevadas a cabo por hombres de lengua náhuatl, encontramos la supervivencia de su antigua manera de escribir la historia, sobre la base de pinturas. Mencionamos aquí tan sólo algunos de los principales trabajos en este sentido: las pinturas correspondientes al texto náhuatl de los informantes de Sahagún, que hoy día se conservan en el Códice Florentino. El célebre Lienzo de Tlaxcala, de mediados del siglo XVI, que ofrece en ochenta cuadros una relación de los tlaxcaltecas, aliados de los conquistadores. La serie de pinturas del impropiamente llamadoManuscrito de 1576 (ya que en él se ofrecen datos de fecha posterior a la citada), conocido también bajo el nombre de Códice Aubin, en el que al lado de importantes textos, se conservan también ilustraciones alusivas. Hay asimismo dibujos de procedencia indígena en el manuscrito conocido como Códice Ramírez, debido probablemente a la recopilación de datos que en los años anteriores a 1580, llevó a cabo el jesuita Juan de Tovar, así como en la obra de fray Diego de Durán, quien, como se sabe, tuvo acceso a otros muchos testimonios indígenas hoy desaparecidos.
De esas fuentes pictográficas, provienen las ilustraciones que se incluyen en el presente libro y que fueron copiadas por la hábil pluma de Alberto Beltrán.
e) Otras relaciones indigenas más breves
Además de las ya mencionadas fuentes pictográficas, existen otras varias relaciones indígenas de menor extensión, de algunas de las cuales se transcribirán aquí varios fragmentos. En el ya citadoCódice Aubin, o de 1576, se encuentran varios textos de sumo interés. De él se tomó una de las versiones indígenas que acerca de la matanza del Templo Mayor se dan en el capítulo IX de este libro.
Otros importantes testimonios nos ofrecen don Fernando Alvarado Tezozómoc en sus dos crónicas "Mexicana" y "Mexicáyotl", así como el célebre historiador oriundo de Chalco, Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimaltain Cuauhtlehuanitzin, de caya Séptima Relación se tomó un texto incluido can cl capítulo XllI de este libro en el que se describen las pesquisas llevadas a cabo por Cortés, después de tomada la ciudad.
Además del ya citado Códice Ramírez, en el que también se contienen importantes noticias de informantes de Tlatelolco, deben mencionarse las breves secciones acerca de la Conquista contenidas en los Anales Tepanecas de Azcapotzalco y en los más breves de México y Tlatelolco. De todas estas fuentes se ofrece, como en los casos anteriores, la correspondiente referencia bibliográfica al final de este libro.
f) Testimonios de los aliados indígenas de Cortés
Deficiente resultaría esta presentación de textos indígenas acerca de la Conquista, si no se incluyeran en ella, por lo menos en algunos casos, los testimonios de algunos escritores indígenas y mestizos, que hacen gala de descender de quienes se aliaron con Cortés para conseguir la derrota de los mexicas. La pintura que de algunos hechos nos ofrecen, distinta de las otras descripciones indígenas, no cae fuera del título general de este trabajo Visión de los vencidos. Porque, si es cierto que los tlaxcaltecas y los tetzcocanos lucharon al lado de Cortés, no deja de ser igualmente verdadero que las consecuencias de la Conquista fueron tan funestas para ellos como para el resto de los pueblos náhuas: todos quedaron sometidos y perdieron para siempre no poco de su antigua cultura
De estos testimonios, además del ya citado Lienzo de Tlaxcala, se aducen aquí algunos textos tomados de la Historia de Tlaxcala, redactada en castellano por Diego Muños Camargo, mestizo que escribió durante la segunda mitad del siglo XVI. Es particularmente interesante su versión, claramente tendensiosa, de la matanza de Cholula, texto que se incluye en el capítulo V de este libro.
Ciudad de Tenochtitlan
La interpretación histórica de la Conquista, desde el ángulo de los tetzcocanos, nos la ofrece el célebre descendiente de la casa de Tetzcoco, don Fernando de Alva Ixtlilxóchitl. Tanto en su XIII relación, como en su Historia chichimeca, escritas ambas en castellanos, se encuentran numerosos datos recogidos por Ixtlilxóchitl de antiguas fuentes indígenas en náhuatl hoy desconocidas, pero interpretadas con un criterio muy distinto al de los escritores de México y Tlatelolco. Los textos de Ixtlilxóchitl que aquí se transcribirán son en algunos casos particularmente interesantes. Así para citar sólo un ejemplo, aquel breve cuadro que pinta la reacción de la vieja indígena Yacotzin, madre del príncipe Ixtlilxóchitl, hijo de Nezahualpilli y aliado de Cortés, que calificó a su hijo de loco y sin juicio por haber abrazado tan de prisa la religión de "esos bárbaros" (los españoles) , que en forma tan violenta habían hecho su aparición en Anáhuac .
Tales son, descritas de manera general, las principales fuentes indígenas de las que provienen los textos e ilustraciones que en este trabajo se ofrecen. Preservándose en ellas el testimonio de quienes vieron y sufrieron la Conquista, sin hipérbole puede afirmarse que la presentación de estos documentos, con todas las limitaciones propias de quienes llevamos a cabo la versión y selección de los mismos, constituye un cuadro indígena de la Conquista: una Visión de los vencidos.
Valor humano de las relaciones indígenas de la Conquista
Un estudio comparativo de los textos y pinturas indígenas que acaban de describirse mostrará sin duda numerosos puntos de desacuerdo respecto de las diversas crónicas y relaciones españolas de la Conquista. Sin embargo, más que constatar diferencias y posibles contradicciones entre las fuentes indígenas y las españolas, nos interesan aquí los textos que van a aducirse en cuanto testimonio profundamente humano, de subido valor literario, dejado por quienes sufrieron la máxima tragedia: la de ver destruídos no ya sólo sus ciudades y pueblos, sino los cimientos de su cultura.
No es exageración afirmar que hay en estas relaciones del hombre náhuatl pasajes de un dramatismo comparable al de las grandes empopeyas clásicas. Porque, si al cantar en la Ilíada la ruina de Troya nos dejó Homero el recuerdo de escenas del más vivo realismo trágico, los escritores indígenas, antiguos poseedores de la tinta negra y roja de sus códices, supieron también evocar los más dramáticos momentos de la Conquista. Valgan como ejemplo de lo dicho, unos cuantos párrafos entresacados de los documentos que en este libro se presentan.
En pocas líneas narran los informantes indígenas de Sahagún el modo como comenzó la terrible matanza del Templo Mayor perpetrado por Pedro de Alvarado. Después de describir el principio de la fiesta de Tóxcatl, "mientras se van enlazando unos cantos con otros", aparecen de pronto los españoles entrando al patio sagrado:
Inmediatamente cercan a los que bailan, se lanzan al lugar de los atabales: dieron un tajo al que estaba tañendo: le cortaron ambos brazos. Luego lo decapitaron: lejos fue a caer su cabeza cercenada.
Al momento todos acuchillan, alancean a la gente y le dan tajos, con las espadas los hieren. A algunos les acometieron por detrás; inmediatamente cayeron por tierra dispersadas sus entrañas. A otros les desgarraron la cabeza: les rebanaron la cabeza, enteramente hecha trizas quedó su cabeza.
Pero a otros les dieron tajos en los hombros: hechos grietas, desgarrados quedaron sus cuerpos. A aquéllos hieren en los muslos, a éstos en las pantorrillas, a los de más allá en pleno abdomen. Todas las entrañas cayeron por tierra. Y había algunos que aún en vano corrían: iban arrastando los intestinos y parecían enredarse los pies en ellos. Anhelosos de ponerse a salvo, no hallaban a donde dirigirse . . .
Otro cuadro, obra maestra del arte descriptivo de los nahuas, nos pinta el modo como vieron a esos "ciervos o venados", sobre los que montaban los españoles, es decir, los caballos. Ya Motolinía, en el párrafo que se citó más arriba, nos habla de "la admiración de los indios al contemplar los caballos y lo que hacían los españoles encima de ellos". Ahora son los informantes de Sahagún quienes nos ofrecen su propia descripción. Tal es su fuerza, que parece una evocación de aquella otra pintura extraordinaria del caballo, que dejó escrita en hebreo el autor del Libro de Job. Escuchemos la descripción dada por los hombres de Mesoamérica:
Vienen los "ciervos" que traen en sus lomos a los hombres. Con sus cotas de algodón, con sus escudos de cuero, con sus lanzas de hierro. Sus espadas, penden del cuello de sus "ciervos".
Estos tienen cascabeles, están encascabelados, vienen trayendo cascabeles. Hacen estrépito los cascabeles, repercuten los cascabeles.
Esos "caballos", esos "ciervos", bufan, braman. Sudan a mares: como agua de ellos destila el sudor. Y la espuma de sus hocicos cae al suelo goteando: es como agua enjabonada con amole: gotas gordas se derraman.
Cuando corren hacen estruendo; hacen estrépito, se siente el ruido, como si en el suelo cayeran piedras. Luego la tierra se agujera, luego la tierra se llena de hoyos en donde ellos pusieron su pata. Por sí sola se desgarra donde pusieron la mano o pata...
Finalmente, para no alargar más la serie de ejemplos que podrían aducirse, copiamos tan sólo el breve relato conservado por los autores anónimos del manuscrito de Tlatelolco de 1528, en el que mencionan la suerte que corrieron aquellos sabios o magos, seguidores de Quetzalcoátl, que vinieron a entregarse a los conquistadores en Coyoacan, después de sometido ya todo el Valle de México. Llegaron con los libros de pinturas bajo el brazo, los poseedores de la antigua sabiduría, simbolizada por la tinta negra y roja de sus códices. No sabemos porqué voluntariamente optaron por entregarse. Pero los conquistadores les echaron los perros. Sólo uno pudo escapar. Escuchemos el testimonio indígena:
Y a tres sabios de Ehécatl (Quetzalcóatl), de origen tetzcocano, los comieron los perros. No más ellos vinieron a entregarse. Nadie los trajo. No más venían trayendo sus papeles con pinturas (códices). Eran cuatro, uno huyó: sólo tres fueron alcanzados, allá en Coyoacán.
Escenas como las citadas abundan en las relaciones indígenas que aquí se publican. Quien lea el presente libro, no podrá menos de sorprenderse al encontrar en la documentación indígena incontables pasajes, tan dramáticos y en cierto modo tan plásticos, que parecen una invitación al artista, pintor o dibujante, capaz de llevarlos al lienzo o al papel.
Por otra parte, la riqueza de información y el modo mismo como la presentan los nahuas en sus relaciones, abre sin duda el camino a numerosos temas de investigación.
Piénsese por ejemplo en estudios tales como el de "la imagen indígena del otro" (los españoles), que podría mostrar los diversos esfuerzos realizados por los indios para comprender quienes eran esos hombres desconocidos, venidos de más allá de las aguas inmensas. Proyectando primero sus viejos mitos, creyeron los mexicas que Quetzalcóatl y los otros teteo (dioses) habían regresado. Pero, al irlos conociendo más de cerca, al ver su reacción ante los objetos de oro que les envió Motecuhzoma, al tener noticias de la matanza de Cholula y al contemplarlos por fin frente a frente en Tenochtitlan, se desvaneció la idea de que Quetzalcóatl y los dioses hubieran regresado. Cuando asediaron a la ciudad los españoles, con frecuencia se les llama popolocas (bárbaros). Sin embargo, nunca se olvidan los cronistas nahuas del poder material superior de quienes en un principio tuvieron por dioses. Implícitamente, en función de su pensamiento simbólico, a base de "flores y cantos", conciben una imagen del otro tan radicalmente extraño. Los rasgos de esa imagen están precisamente en los textos que acerca de la Conquista escribieron. He aquí un posible tema de investigación. Ciertamente de interés.
Pero, no es ese el único aspecto que podría estudiarse. Además del asunto propiamente histórico de comparar los testimonios indígenas con los de los españoles, es posible contraponer las ideas propias de ese mundo indígena casi mágico, que tenía su raíz en los símbolos, con la mentalidad mucho más práctica y sagaz de quienes, superiores en la técnica, se interesaban principalmente por el oro. Y queriendo llevarse todavía más adelante este espíritu comparativo, podría aducirse aún una tercera actitud, abundante asimismo en variantes accidentales. Nos referimos a la impresión que dejó la Conquista en el ánimo de los primeros misioneros. Motolinía, Olmos, Las Casas y Sahagún no contemplaron con sus propios ojos el esplendor del mundo prehispánico, antes de la Conquista, pero conocieron al menos los testimonios que acerca de la antigüa cultura rindieron sus informantes. Las noticias que pudieron allegar acerca del pasado de los nahuas, parangonadas con la situación de los mismos dos lustros después, les permitió valorar la Conquista.
Particularmente Fray Bernardino de Sahagún, quien más que nadie reunió datos innumerables acerca de las instituciones culturales del mundo náhuatl prehispánico, se expresa con dureza, pero con justicia, acerca de los resultados de la Conquista. No es posible -esto puede ser objeto de un estudio aparte- aducir aquí los varios párrafos que dejó escritos fray Bernardino en diversos lugares de su Historia general de las cosas de Nueva España, acerca de lo que fue a su juicio la Conquista. No nos resistimos, sin embargo, a transcribir siquiera unas líneas en las que compara la ruina de los nativos con la maldición que Jeremías fulminó contra Judea y Jerusalén, amenazándolas con su total destrucción. Después de citar Sahagún parte del capítulo V del Libro de Jeremías, concluye diciendo:
Esto a la letra ha acontecido a estos indios, con los españoles, pues fueron tan atropellados y destruídos ellos y todas sus cosas, que ninguna apariencia les quedó de lo que eran antes. Así están tenidos por bárbaros, y por gente de bajísimo quilate (como según verdad, en las cosas de policía, echan el pie delante a muchas otras naciones que tienen gran presunción de políticas, sacando fuera algunas tiranías que su manera de regir contenía). En esto poco con gran trabajo se ha rebuscado; parece mucha la ventaja que hicieran, si todo se pudiera haber.
Tal es el parecer de un hombre extraordinario, que a diferencia de muchos de sus compatriotas, no buscaba el oro, sino el conocimiento integral de una gran cultura humana y la incorporación de sus valores y su gente al Evangelio de Cristo.
Para terminar, queremos señalar que esta especie de antología de las principales relaciones indígenas de la Conquista, muy lejos de ser una edición crítica de las mismas, no va acompañada de las numerosas aclaraciones y notas que pudieran hacerse a dichos documentos. Destinándose a estudiantes y aun público no especializado, únicamente se explican en el texto, entre paréntesis y en algunas notas al calce, algunos nombres y conceptos que no podrían comprenderse fácilmente sin su correspondiente aclaración.
Agradecemos de manera especial al doctor Ángel Ma. Garibay K; recordado maestro que, con espíritu humanista, redescubrió estos textos, su generosidad al permitirnos aprovechar sin restricción alguna las traducciones preparadas por él de casi todos los textos que aquí se ofrecen, así por haber revisado los originales de este libro.
Como en otros casos, es también ahora Alberto Beltrán quien ha copiado fielmente las pinturas y dibujos de procedencia indígena referentes a la Conquista, que aquí se publican. A tan valioso colaborador expresamos nuestra gratitud, así como de una manera muy especial a la Universidad Nacional Atónoma de México que incluye esta obra en su prestigiada "Biblioteca del Estudiante Universitario".
El estudio de las relaciones indígenas de la Conquista abre las puertas a posibles investigaciones de profundo interés histórico. Que esta modesta antología , que ahora se publica, ayude a despertar el entusiasmo por trabajos semejantes, es nuestro más grande deseo. El examen sereno del encuentro de esos dos mundos el indígena y el hispánico, de cuya dramática unión México y los mexicanos descendemos, ayudará a valorar mejor la raíz más honda de nuestros conflictos, grandezas y miserias, y en una palabra del propio "rostro y corazón", expresión de nuestra fisonomía cultural y étnica.
Foto: Recientemente se hallaron restos de niños carbonizados en Ecatepec que fueron sacrificados para el dios de la muerte.
Por MÉXICO/AP, 23 de enero de 2005
Desde hace años, los arqueólogos han tratado de determinar la veracidad de las descripciones históricas de los conquistadores españoles acerca de la práctica de realizar sacrificios humanos por parte de los mayas y los aztecas, que muchos han puesto en duda.
En época reciente, empero, se han descubierto pruebas cada vez más fidedignas de que los españoles no mentían en sus relatos.
Utilizando instrumentos forenses de alta tecnología, los arqueólogos han demostrado que los sacrificios de los indígenas de la región incluían a niños entre sus víctimas y aplicaban una amplia gama de métodos brutales para su ejecución.
Durante décadas, muchos investigadores creyeron que las versiones escritas por los conquistadores en los siglos XVI y XVII eran parcializadas y tenían como objetivo denigrar las culturas indígenas. Otros argumentaron que los sacrificios se limitaban casi exclusivamente a los guerreros capturados, mientras otros admitían que los aztecas eran sanguinarios, pero creían que los mayas no lo eran tanto.
“Ahora tenemos las pruebas concretas necesarias para corroborar lo registrado en textos e imágenes” de la época, dijo el arqueólogo Leonardo López Luján. Agregó que algunos científicos “proindígenas” desmentían la existencia de los sacrificios y afirmaban que “los textos mienten”.
Pero ya no hay muchas dudas acerca de la naturaleza de los sacrificios. Tanto los “códices” indígenas como los textos españoles de la época afirman que los propios aborígenes describieron múltiples formas de sacrificios humanos.
Los sacerdotes extraían el corazón de las víctimas o las decapitaban, las acribillaban con sus flechas, las cortaban, aplastaban, lapidaban, las quemaban vivas o las lanzaban desde lo alto de sus templos.
Se dijo que los niños eran víctimas frecuentes, en parte porque eran considerados puros y en estado natural.
“Mucha gente decía que no se podía creer en esos textos porque los españoles describían todas esas cosas horribles, y ahora resulta que los estamos confirmando”, dijo Carmen Pijoán, antropóloga forense que fue una de las primeras en hallar pruebas de canibalismo en una cultura preazteca.
En diciembre, una excavación en una comunidad azteca de Ecatepec, al norte de la Ciudad de México se hallaron restos de niños carbonizado en todo o en parte, que fueron utilizado como víctimas propiciatorias para el dios de la muerte.
Un códice pintado entre el 1600 y 1650 muestra un grupo de indígenas que comen partes del cuerpo de un ser humano en platos de cocina, bajo la mirada del dios de la muerte.
“Hemos hallado platos de cocina como esos”, dijo el arqueólogo Luis Manuel Gamboa. “Y junto a ellos hemos hallado algunos esqueletos completos y otros huesos humanos incompletos y cortados en segmentos”.
No obstante, los investigadores dijeron desconocer si se trataba de restos de víctimas de canibalismo.
El antropólogo David Stuart, de la Universidad de Harvard, dijo en un artículo que los mayas, cuya civilización precedió en unos 400 años a la azteca, tenían un gusto similar por los sacrificios humanos.
Las culturas prehispánicas de la región consideraban que el mundo se acabaría si no se ofrecían sacrificios humanos a sus dioses. Y las víctimas propiciatorias eran tratadas con frecuencia como verdaderos dioses antes de ser sacrificadas.
“A nosotros hoy día nos resulta muy difícil concebir eso”, dijo Pijoán. “Pero era casi como un honor para ellos”.
Los aztecas sí eran caníbales; hallan en Ecatepec utensilios de cocina al lado de huesos humanos: Discovery Channel
Por María Lourdes Pallais, La Crónica de Hoy, 1 de febrero de 2005
El website de Discovery Channel afirma que los aztecas cocinaban, despellejaban y comían seres humanos, de acuerdo con afirmaciones de arqueólogos mexicanos, incluído el director del Museo del Templo Mayor.
Según el artículo, firmado por Jennifer Viegas, se ha descubierto en Ecatepec un sitio arqueológico al norte de la Ciudad de México con ocho osamentas de niños que fueron supuestamente sacrificados por los aztecas, lo que sería evidencia de que los aztecas eran caníbales, tema tabú para los historiadores mexicanos por muchos años.
El descubrimiento se añade a la colección creciente de pruebas que apoyan el sacrificio humano y el canibalismo entre los fundadores del Imperio mexicano. Por ello se cree que los investigadores podrían, con la ayuda de los nuevos hallazgos, ser capaces de llenar algunas lagunas históricas en el tema, continúa la nota.
La arqueóloga mexicana Nadia Velez Saldaña fue quien los descubrió. En declaraciones recogidas por la nota de Discovery Channel a la Agencia Associated Press, la experta dijo: “El sacrificio involucraba quemar total o parcialmente a las víctimas. Encontramos un hueco donde enterraban los restos de cuatro niños que fueron parcialmente quemados y otros cuatro completamente carbonizados”.
Otro arqueólogo, Luis Manuel Gamboa, descubrió murales que ilustraban partes del cuerpo humano dentro de instrumentos de cocina, rodeados de comensales.
“Hemos encontrado instrumentos de cocinar al lado de esqueletos y de huesos humanos fragmentados e incompletos,” dijo Gamboa.
Basados en los murales, los historiadores opinan que los aztecas llevaron a cabo sacrificios humanos para apaciguar a su Dios de la Muerte. La enfermedad, la guerra, escasez de alimentos y otros problemas significaban que los aztecas se enfrentaban de manera continua a la muerte, explica la nota.
El experto en la cultura azteca Leonardo López Lujan, funcionario del INAH que trabaja en un proyecto del Museo del Templo Mayor, dijo estar de acuerdo con estas conclusiones. De manera reciente, López Luján reveló los resultados de pruebas químicas conducidas sobre el residuo encontrado en los pisos de estuco de algunos templos aztecas. Los restos contienen albúmina y material genético que parece de sangre humana.
“Ahora tenemos pruebas físicas que corroboran el registro escrito y pictórico”, dijo López Luján.
El Museo del Templo Mayor exhibe una colección de cráneos que pertenecieron a individuos cuyos corazones eran extraídos antes de ser decapitados. Después los despellajaban y luego colocaban sus huesos sobre un altar.
Un manuscrito titulado El Códice Ramírez, elaborado por un azteca justo después de la conquista española, menciona que las manos de una víctima fueron presentadas al guerrero que capturó al individuo. Según el códice, el guerrero entonces debía comerse las manos, pero a veces consumía la carne de pavo en su lugar.
Los españoles y los propios aztecas documentaron, en códices, cartas e imágenes, unas cuatro muestras de canibalismo en los siglos XVI y XVII.
El conquistador español Hernán Cortés (1485-1547), que llegó a estas tierras en 1519, escribió en una carta que sus soldados habían capturado a un hombre azteca que había asado a un bebé para comérselo en el desayuno, según la nota.
Los aztecas no fueron los únicos caníbales en el México pre-colonial. El español Bernardino de Sahagún escribió un libro con una ilustración de un guerrero azteca siendo calcinado por una tribu no identificada.
Aproximadamente 400 años antes de que los aztecas fundaran la ciudad de Tenochtitlán en 1325, los mayas también podrían haber conducido sacrificios ritualistas humanos. David Estuardo, un antropólogo de Harvard University, estudió las talladuras y murales mayas para concluir que las imágenes representan sacrificios humanos similares a los atribuidos a los aztecas.
Las pruebas encontradas en México pueden ser dramáticas, pero muchos investigadores creen que el sacrificio humano y el canibalismo fue practicado en todo el mundo, aún entre otra especie de homínido, de acuerdo a la nota.
“Hoy en día, hay pruebas importantes que demuestran la existencia de prácticas caníbales en muchas poblaciones prehistóricas,” comentó Michael Alpers, un académico del Centro de Salud Internacional en la Universidad Curtin de Tecnología en Perth, Australia, que ha estudiado tribus con eslabones heredados del canibalismo.
Alpers añadió que los individuos que condujeron tales sacrificios humanos, a menudo comían a los muertos en señal de respeto. Además existía una razón práctica, pues algunas áreas o regiones el suministro de comida era escaso pues los suelos eran rocosos e infértiles. “Esta era una manera de disponer del cuerpo”.
La leyenda sobre sacrificios humanos y canibalismo en la America prehispana
La opinión común, hoy al día, es que las naciones precolombinas en América practicaron sacrificios humanos y canibalismo. Sin embargo, esta opinión es probablemente no más que una leyenda Europea etnocéntrica y manipulativa.
Durante toda la época de la conquista europea en América, hay solamente un testigo, que dijo haber visto a un grupo de aztecas practicando un ritual de sacrificio humano. Él dice que lo vio desde una distancia de 5 KM y sin telescopio.
Muchos arqueólogos e historiadores de nuestro tiempo insisten en que existían rituales de sacrificios humanos basados en "Evidencias arqueológicas de origen indígena". Estas "evidencias" nunca son escritas, siempre dibujadas. Estos dibujos probablemente son simbólicos o metafóricos.
muestran argumentos firmes que invalidan la posibilidad de que hubieran rituales de sacrificios humanos y canibalismo en las naciones precolombinas en América.
Abajo mencionados algunos argumentos del libro “Moctezuma y el Anahuac”
1.
Después de la batalla que se llamó "La noche triste" los españoles sitiaron la ciudad de Tenochtitlan durante un año, y narran que los aztecas morían de hambre. ¿Si eran canibales, por qué no se comieron a los extranjeros que tenían presos?
2.
El Fraile Bartolomé de las Casas en una de sus cartas que escribe dice: “Ya recorrimos desde Tenochtitlan hasta la tierra de los Mayas y no hemos visto ningún sacrificio humano, cuando preguntamos a la gente sobre los sacrificios, no saben de que estamos hablando.”
3.
¿Podría alguien abrir el tórax de un ser humano con una piedra de pedernal? Actualmente se necesitan sierras eléctricas para realizar operaciones del corazón, el cual esta muy bien protegido por la caja torácica.
4.
Los amoxtlis (códices) están escritos con ideogramas (iconos) en los que existe un lenguaje propio de cada región, así que en los códices se muestran sacerdotes que tienen en su mano una piedra de pedernal que significa "ajusticiamiento", es decir, que se esta haciendo justicia. Ya que para los pueblos aztecas, al igual que con la mentalidad de los Judíos, el ser humano, piensa con el corazón. En la idiomas Nautilos no se dicen "yo pienso que..." sino "Yo siento que....." Es por eso que un icono en donde aparece un sacerdote sacando un corazón, no significa un sacrificio humano, sino que se está pidiendo a la junta de los viejos (tlahtocan) que se haga justicia a favor o en contra de alguien.
5.
Si los sacrificios humanos hubieran existido en las cantidades industriales que narran los españoles, todavía existirían sacrificios en estas fechas, ya que no han pasado muchos años desde la conquista (relativamente)
6.
En una de las cartas de relación que escribe Cortés al rey Carlos V, se dice: Querido, etc., etc., Rey, desde que yo, Hernán Cortés, estoy al frente de la Nueva España ya no existen los sacrificios humanos. ¿De un día para otro podría desaparecer una costumbre, que según los conquistadores, se daba en cantidades enormes en todo el Anahuac?
7.
Cuando los Españoles empezaron la conquista de América, ya tenían la experiencia de África y de los judíos, y hay que recordar que el hecho de decir que los judíos sacrificaban niños y que los africanos eran caníbales, justificó el genocidio, y el robo de esos pueblos.
8.
Hernán Cortés, El origen de esta leyenda, no era una fuente muy fiable. En varias cartas de relación al rey, dice Cortés que en la nueva España había caballos antes de la llegada del hombre europeo. Un hecho que hasta hoy no tiene ningún fundamento arqueológico.
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