Debido a que la ciencia institucional se ha vuelto conservadora, tan limitada por los
paradigmas convencionales, algunos de los problemas más fundamentales son
ignorados, tratados como tabú o puestos en el último lugar de la agenda científica.
(Rupert Sheldrake)
Labase sobre la que se apoya las Constelaciones familiares son las “percepciones representativas” . Estas se manifiestan en los representantes que el cliente ha escogido para representar a él mismo y a otros miembros de la familia.
No vamos hablar de la realidad de ese fenómeno que solamente pueden ponerlo en duda aquellos que no lo han vivido alegando criticas teóricas y dogmáticas.Vamos intentar demostrar comolos descubrimientos actuales en física quántica, en Neurobiología Cerebral ,en Psicología y en la teoría de los campos mórficos puede ayudarnos a explicar científicamente lo observado numerosas veces en las constelaciones familiares.
Los Campos Mórficos podemos entenderlos como estructuras inmateriales, por lo tanto no perceptibles empíricamente, que se encuentran en la naturaleza y representan un soporte para que la información fluya entre y por los organismos.
El investigador que propuso este concepto se llama Rupert Sheldrake, sin embargo, hoy en día, ya existen muchas aproximaciones científicas que hablan sobre "Campos" de influencia en la naturaleza (la Teoría Sistémica podría ser un ejemplo).
Los campos mórficos, como los campos conocidos de la física, son regiones materiales de influencia que actúan a través del tiempo y del espacio. Se localizan tanto en los sistemas que organizan como a su alrededor (…). Son patrones organizados de influencia potenciales, y pueden volver a aparecer físicamente en otro tiempo y lugar, en el momento y lugar en que las condiciones físicas sean adecuadas (…) contienen una especie de memoria acumulativa y tienden a ser cada vez más habituales (Sheldrake).
De esta manera el autor nos sugiere que existe en la naturaleza una tendencia (inteligente) a archivar la serie de acontecimientos que suceden y así influir en las sucesiones futuras. Obviamente esta postura suscita muchas interrogantes. Una de ellas sería, por ejemplo: ¿Cómo puede haber una transmisión de influencias del pasado al presente, qué además burle las concepciones Newtonianas de tiempo y espacio?. Ante preguntas como estas el autor tuvo que proporcionar un nuevo concepto, "la Resonancia Mórfica", la cual definió como un proceso en el que el pasado se hacía presente en los Campos Mórficos. Para clarificar un poco más el concepto se puede decir que la "Resonancia Mórfica" es la propagación de la información que se encuentra en los Campos de la naturaleza ya citados. Así, se conoce que el hábito o repetición es fundamental para que este proceso ocurra. Al afirmar que los Campos Mórficos poseen memoria también se hace énfasis en que esta es acumulativa, entonces, cuando dicha repetición ha tenido lugar a escala astronómica a través de miles de millones de años, como en el caso de muchos átomos, moléculas y cristales, la naturaleza de tales objetos es tan habitual que resulta inmutable, o aparentemente eterna.
En resumidas cuentas, la repetición de un evento hace que se forme un Campo Mórfico que es determinante para futuras apariciones del evento.
Después de todo este rollo, tal vez os preguntéis , y ¿qué tiene esto que ver con la Psicología?.y las constelaciones familiares. A simple vista se podrían confundir los lazos existentes entre estas teorías biológicas y las concepciones psicológicas. Sin embargo, agudizando en detalle nuestra visión, nos percataremos que las repercusiones para la psicología de teorías como la de los Campos Mórficos es asombrosa.
La idea de los Campos Mórficos permite rescatar todas aquellas concepciones holísticas de la Psicología que pretendían que el ser humano además de ser un ente individual pertenece a una colectividad que debe aceptar y conocer. En palabras de R. Sheldrake se leería así: « Esta idea permite ver el funcionamiento de la memoria individual, la herencia de los instintos, las capacidades de conducta como aspectos diferentes de un mismo fenómeno.
Todos dependen de resonancia mórfica, pero el funcionamiento de la memoria individual es más específico que la herencia de instintos y conductas. La memoria, las capacidades individuales de aprendizaje operan contra el fondo de una memoria colectiva heredada por la resonancia mórfica de los miembros anteriores de la especie. En el reino humano, un concepto de este tipo ya aparece en la teoría junguiana del inconsciente colectivo como memoria colectiva heredada. La hipótesis de la resonancia mórfica permite considerar el inconsciente colectivo no sólo como un fenómeno humano sino como un aspecto de un proceso más general, en virtud del cual los hábitos se heredan en todo el mundo natural (Sheldrake, 1994:129)”
.
Esta teoría tiene una repercusión directa sobre la terapia psicológica, en especial la terapia junguiana y aquellas otras que toman en cuenta la influencia de antepasados y otros agentes en la psique individual. No obstante, nosotros, nos va a bastar (por el momento) saber que cuando un suceso es repetido un gran número de veces se formará en la naturaleza un patrón que posteriormente tenderá a repetirse o a modificar eventos futuros parecidos. Obviamente no debemos perder de vista el hecho de que "la mente individual" posee sus propias determinaciones (deseos, creencias, valores, etc.) que harán que no siempre se lleve a último término un patrón preestablecido en los campos mórficos.
Idris Lahorellama a estos campos de fuerza “makam”.
Recordemos brevemente en que consiste la práctica metodológica de Constelaciones Familiares:
El cliente expone su problema al mediador o facilitador, que decide cuales son las personas de su sistema familiar a constelar.No se puede configurar todos los miembros de su sistema familiar, serian demasiado numerosos: se trata solamente de configurar aquellos relacionados con el problema.
El cliente escoge entre los asistentes, representantes para los miembros de su sistema familiar y los sitúa en un espacio determinado.Lo asombroso es que los representantes comienzan a sentir sensaciones, emociones y pensamientos, hasta incluso la manera de hablar y moverse, corresponde a la dinámica relacional y psicológica de las personas que representan: miembros vivos o muertos del sistema familiar del cliente.Esos representantes no conocen casi nada o nada de la vida de las personas que han representado.
A pesar de ello, las percepciones representativasde una manera sorprendente, guían al mediador a encontrar una mejor solución al problema expuesto por el cliente,no solo él se beneficia sino que todos los miembros de su sistema familiar concernidos por ese problema .
Es como si las personas consteladas en ese nuevo sistema representativo, entraran en contacto o en resonancia del sistema familiar del cliente a pesar del alejamiento espacio temporal.Aun recuerdo yo misma, que me encontraba en casa con un fuerte dolor en mi brazo izquierdo. La radioterapia me había despertado el horrible dolor que me había precedido a la intervención quirúrgica, seis meses antes.Una amiga que se encontraba en aquel entonces a mil kilómetros sin que yo supiera nada, ni ella estaba al corriente que yo estaba sufriendo, propuso a Idris Lahore de hacer una constelación, ¿como es posible que a tanta distancia mi representante Haya sentido el dolor en el brazo izquierdo? Y ¿como es posible que ese mismo día a las ocho de la noche mi dolor hubiera cesado por completo?.
Todo el mundo sabe que a nivel biológico, la transmisión se hace por los genes. A nivel psicológico, se hace principalmente por los comportamientos basados sobre la relación, la observación y la imitación.
No es ningún secreto para nadie que no solamente estamos relacionados genéticamente con nuestros antepasados. Desdela concepción, pasando por el estado embrionario, fetal y en todo el transcurso del embarazo el ser humanoestá influenciado positiva o negativamente no solo biológicamente sino que también emocionalmente y psíquicamente por la madre, y que ambos tienen una relación simbiótica .
Más tarde el niño comienza el periodo de educación y condicionamiento, que va estar influenciado por las vivencias y tabús familiares transgeneracionales.
Con el despertar de la razón, nace también la conciencia moral.
Destacamos la inteligencia emocional o un coeficiente intelectual. Pero qué sucede con la inteligencia moral, los alcances de entender ésta, pueden llevarnos a los grandes cambios que un país como el nuestro necesita.
La inteligencia es una de nuestras posesiones más preciadas, sin embargo, los psicólogos y demás estudiosos, no se han puesto de acuerdo en definirla; a diferencia del peso, la estatura o la edad a la inteligencia no se le puede medir directamente o mirar al interior de la cabeza de una persona y observar y medir su inteligencia. Sólo se puede evaluar la inteligencia de una persona de manera indirecta, evaluando los actos inteligentes que realiza.
Se habla de inteligencia moral, como aquella capacidad para elaborar razonamientos morales y actuar conforme a dichos razonamientos. La inteligencia moral sólo es posible encontrarla a partir de los actos que manifiestan un sentido y una orientación hacia los demás, una preocupación por “el otro”. La inteligencia moral no se refiere exclusivamente a una habilidad para razonar y dilucidar entre las distintas opciones de la vida, se refiere a la capacidad para ello y para actuar constantemente en consecuencia con ello.
Es un criterio básico para orientar el sentido de la vida cotidiana. La trascendencia de la inteligencia moral, es tan necesaria, incluso para liderar o gobernar cualquier pueblo, y muchos gobernantes pueden carecer de ella. Por tal motivo, me parece impostergable hablar de ella y dirigirla hacia cualquier ámbito de nuestra vida económica, política o social. Tanto como la construcción de cualquier liderazgo de izquierda que fundamentalmente tendría que empezar desde la base, las personas, el pueblo.
Uno de los trabajos para mí más relevantes sobre la inteligencia moral es el de Robert Coles, cuando sostiene que la inteligencia moral se refiere simplemente a aquella capacidad que hace a los niños bondadosos y preocupados por los demás, su preocupación constante fue el encontrar las diversas razones por las que hay niños “muy buenos” y niños “no tan buenos” y empáticos. Su trabajo en el hospital con los niños, le llevó a descubrir que no bastaba entender la dimensión emocional para encontrar el sentido de las acciones y actitudes que manifestaban los niños.
Descubrió que muchos de los problemas que enfrentaban, se debían a la falta de una guía moral claramente estructurada por el medio familiar en el que el niño se desarrollaba.
El sentido que adquiere el concepto de bondad en el trabajo de Coles no es una abstracción, sino un modo concreto de comportarse con los demás siguiendo “la regla de oro” de tratar a los demás como nos gustaría que nos traten a nosotros. A esto se une la importancia del ejemplo, pues el niño entenderá el bien en la medida en que lo vea en acción, no como algo abstracto, sino como una presencia concreta. Siempre he visto en los ojos de las niñas y niños el futuro de cualquier nación, es responsabilidad de todos, hacer nuestra vida significativamente ejemplar, como maestra de niños, una actividad que desarrollo con frecuencia, puedo aseverarles que ellos aprenden más de nuestro ejemplo que de las lecciones que queramos enseñar.
La inteligencia moral hace énfasis en la bondad, una virtud que en los últimos tiempos ha perdido tanto valor como los buenos modales y la cual se debería de enseñar desde que somos pequeños.
Desde que el éxito y la felicidad se entiendan en términos de acumular bienes, escalar posiciones y cosechar fama y poder, todo lo que no contribuya a tal fin se considerara irrelevante. Así, el arribismo, la competitividad, deshonestidad, individualismo, agresividad, entre otras, han desplazado a la sencillez, compasión, rectitud, generosidad, solidaridad y en otras palabras, bondad.
Los valores están para ser vividos o no se entienden.
No pocas veces la incoherencia de los adultos deja sumidos a los niños en la confusión de mensajes contradictorios. Sí podemos exigir liderazgo moral de cualquiera que quiera representarnos.
Liderazgo no es dominación, sino el arte de persuadir a la gente para que trabaje hacia un objetivo común. El rumbo que sigamos como país, como nación es absolutamente nuestra responsabilidad, por el bien común, por el futuro de nuestra descendencia.
Nestlé mata a los bebés!" "McDonald's destruye la selva tropical!" "¡Tu calzado deportivo se fabrica con mano de obra infantil!" ¿Son ciertas estas afirmaciones? ¿Es cierto que mi marca preferida se produce en condiciones infrahumanas? ¿Hay alguna cosa que pueda seguir comprando sin recibir como "vuelto" una violación de los derechos humanos o la destrucción del medio ambiente? ¿O será que estas objeciones son demasiado exageradas y ya han pasado de moda...?
Las grandes marcas dicen: no hay ningún problema. McDonald's, por ejemplo, entrega sus hamburguesas en cajitas reciclables no contaminantes. Nike ("Just Do It!") hace algo contra el trabajo infantil. E incluso la compañía petrolera Shell se declara comprometida y pregona su responsabilidad social y ecológica. ¿Qué más se puede pedir?
Nosotros quisimos investigar más a fondo y pusimos a las marcas famosas bajo la lupa. Porque si en el mundo hay doce millones de niños que se desloman para fabricar artículos de exportación baratos, sin duda hay alguien que está sacando provecho de ello. Y porque cuando se dice que los grupos multinacionales promueven la explotación, la venta de armas, la destrucción ambiental y el maltrato a los animales, es necesario que a esas multinacionales se les ponga nombre y apellido.
Una gran cantidad de entidades de derechos humanos, sindicatos, organizaciones religiosas y periodistas críticos de todo el mundo observan con atención los manejos de firmas inescrupulosas y sacan a la luz las irregularidades. Nosotros hemos recopilado las imputaciones más generalizadas, para después revisarlas y actualizarlas. Asimismo, por medio de Internet, pudimos obtener documentos de Hong Kong que hasta el momento habían pasado inadvertidos, artículos de periódicos nigerianos regionales e incluso informes comerciales de las propias multinacionales, cuyo contenido fue analizado y chequeado para controlar su veracidad.
Finalmente clasificamos los resultados en rubros de consumo,a través de los cuales mostramos que el desprecio por los derechos elementales en el comercio internacional es sistemático: en el primer capítulo, Klaus Werner se dedica a las relaciones globales de explotación por parte de las multinacionales. Allí exhibe las numerosas formas que adopta la despiadada búsqueda de lucro en las áreas correspondientes a alimentos, indumentaria, aparatos electrónicos y combustibles, así como también en los bancos y las grandes industrias. Hans Weiss, experto en medicamentos desde hace muchos años, apunta a las anomalías en la industria farmacéutica y nos demuestra que aun los juguetes de los niños suelen producirse en condiciones inhumanas.
En dos países –en Hungría y en el Congo– logramos descubrir por nuestra propia cuenta cómo se benefician de las violaciones a los derechos humanos empresas que son grandes y conocidas. Debimos hacernos pasar por negociantes inescrupulosos para llevar a cabo nuestras investigaciones: Klaus Werner se transformó en un traficante "virtual" de materias primas, a fin de averiguar qué papel desempeña la multinacional alemana Bayer en el financiamiento de una guerra que ya se ha cobrado más de 2,5 millones de vidas en el corazón de África. En un viaje a la zona del conflicto, comprobó que muchos de los afectados saben perfectamente que están sumidos en la miseria, en parte, "gracias" a la codicia de compañías occidentales. Mientras tanto, Hans Weiss se convirtió de la noche a la mañana en manager de la industria farmacéutica.
Directores de diversas clínicas de Budapest le dieron la aprobación vía email para someter a sus pacientes a ensayos clínicos prohibidos (a cambio de elevados honorarios) El reporte explica por qué las compañías farmacéuticas internacionales testean sus nuevos medicamentos de manera creciente en Europa Oriental y en países del denominado Tercer Mundo. Del mismo modo, revela las prácticas no éticas de las multinacionales y la complicidad de los médicos involucrados.
La segunda parte del libro brinda informes comerciales especiales acerca de cincuenta empresas seleccionadas, que atentan contra los valores éticos en forma reiterada y generalizada. Nos hemos concentrado en marcas conocidas que dominan gran parte del mercado en Alemania, Austria y Suiza. Sus delitos son tan diversos como los productos que comercializan:
Adidas, fabricante de artículos deportivos, se encuentra en la picota a causa de las desastrosas condiciones laborales que imperan en las plantas de sus proveedores; la marca de bananas Chiquita, debido a la explotación de los trabajadores en las plantaciones y al uso de herbicidas extremadamente peligrosos; la empresa de ropa interior Triumph recibe críticas a raíz de su cooperación con el brutal régimen militar de Myanmar (ex Birmania); mientras que a Siemens se la acusa de participar en peligrosas centrales nucleares y en proyectos de represas, para cuya concreción fue necesario expulsar a millones de personas de sus hogares y despojarlas de su sustento vital.
Dentro de nuestra "lista de los malvados", los tres que ocupan el podio son Bayer, TotalFinaElf y McDonald's. La lista de imputaciones a las multinacionales alemanas que operan en el sector químico y farmacéutico es casi interminable. Bayer expone a los pacientes a ensayos clínicos no éticos, a sabiendas de los graves daños de salud que pueden provocarles, Bayer pone en circulación peligrosas sustancias tóxicas, Bayer lucha para que no haya medicamentos baratos contra el sida en los países más pobres del mundo y Bayer, por último, es uno de los pilares que financian el comercio de materias primas dentro de un Congo azotado por la guerra civil.
La multinacional de estaciones de servicio TotalFinaElf desarrolla su actividad prácticamente en todos los lugares donde convergen la violación de derechos humanos y la extracción de petróleo: en Myanmar, en Sudán, en Angola y en Nigeria. Y McDonald's no sólo es criticada por las consecuencias que ocasiona su consumo industrial de carnes en el medio ambiente y en la ganadería: los juguetes con los cuales la empresa de hamburguesas atrae a los niños europeos hacia sus restaurantes fueron fabricados gracias a la explotación de niños chinos.
En Europa, hasta el momento, esto pareció importarles a muy pocos. Durante la realización de este libro, comprobamos con frecuencia que el maltrato a los animales y la destrucción de la naturaleza generan reacciones más enérgicas que la violación de los derechos humanos. ¿No es curioso que millones de automovilistas hayan boicoteado a la compañía Shell en 1995 porque ésta planeaba sumergir una plataforma petrolífera en el Mar del Norte y que no lo hicieran, en cambio, por su vinculación con el atropello a los derechos humanos en Nigeria? También desde Internet, los llamados a boicotear a firmas que efectúan experimentaciones con animales superan largamente a las condenas contra las multinacionales que sacan provecho de la explotación humana.
De todos modos, el tema del boicot es un arma de doble filo. En la mayoría de los casos no nos parece conveniente, ya que a menudo los boicots no hacen más que poner en peligro los puestos de trabajo sin modificar en absoluto la miseria de la gente. Las excepciones a la regla (es decir, los casos en los que los mismos involucrados convocan al boicot) las presentamos en este libro. En el caso de muchos productos –en especial, los alimentos– el Comercio Justo ofrece alternativas buenas y económicas. Si se hallan disponibles, se puede dar prioridad a los bienes regionales o a los que se fabrican según criterios ecológicos. En el ámbito de la inversión de capitales, los fondos éticos tienden a promover un enriquecimiento políticamente correcto. Mientras tanto, en el área de los combustibles, la única alternativa consiste en evitar todo lo posible el uso del automóvil y el avión.
Pero de lo que se trata, en primer término, es de exigir a viva voz que las grandes empresas realicen cambios. Ese poder está en manos de los consumidores. Las casas matrices de las multinacionales tienen muy en cuenta esas protestas, tal como se desprende de una serie de campañas exitosas.
Cuanto más se extienda esa protesta y cuanto más clara se torne, más se verán forzados los responsables a efectuar cambios que superen lo meramente cosmético.
En resumen, este libro no busca eliminar el placer del consumo. Al contrario: pretende actuar como estímulo para que usted se convierta en un consumidor atento e incluso activo. Porque cada vez es más la gente que combina su placer con la exigencia de estándares de vida dignos en el otro extremo de la cadena de producción.
Más allá de cada caso particular, sean cuales fueren sus exigencias, de una cosa estamos seguros: al leer este libro, usted se pondrá furioso.
Autores
Klaus Werner nació en 1967 en Salzburgo, Austria. Estudió Literatura Española y Alemana en Viena, se desempeñó como periodista independiente y fue vocero del Instituto Austríaco de Ecología Aplicada. Es coautor del libro "Buen provecho. Beber y comer con la conciencia tranquila" y del "Libro negro del petróleo". Vive en Viena y Belo Horizonte, Brasil. Su página web es www.clows.org
Hans Weiss nació en 1950 en Hittisau, Austria. Estudió Psicología y Sociología Médica en Viena y Londres. Desde 1980 se desempeña como periodista y escritor. Es coautor de varios libros exitosos, entre ellos: "Negocios saludables. Las prácticas de la industria farmacéutica" y "Píldoras amargas. Bondades y riesgos de los medicamentos".
El psicoanálisis surge en una época donde la burguesía estaba en la cúspide de la pirámide social. Su ideología moralista, en contra de las necesidades “más bajas” del ser humano, convirtió a la sociedad de la época en un conjunto hipócrita y reprimido orillado a saciar sus placeres en la clandestinidad.
Sigmund Freud les mostró que su desequilibrio mental y físico se debía a la represión, con lo que se ganó el rechazo por un buen tiempo. Pero en su teoría encontraron la mejor salida al claustro en que vivían, así que más que aceptado fue venerado más adelante.
Además de contraponerse a la sociedad de su época Freud revolucionó la psicología de la época, enfocando su atención a cuestiones más subjetivas de la mente.
Dirigió las miradas hacia lo inconsciente, ese lugar donde se guardan aspectos personales de los que no estamos orgullosos o que nos crean conflictos y terminan afectando el curso normal de nuestras vidas por medio de lo que el llamó fijaciones, miedos, histerias, etc.
Sus tratamientos eran originales y se centraban en aspectos únicos de las personas, mediante la concientización de la información inconsciente, es decir, mediante la liberación de esa información guardada por tanto tiempo en un oscuro e inexplorado lugar de la mente, para así superar las adversidades que se le anteponían a la persona.
Colaboraron con Freud distintos profesionales de la salud mental, entre ellos Carl Gustav Jung, el más famoso de sus discípulos, pero no su más fiel seguidor, cómo podremos observar más adelante.
Jung, además de aceptar y hablar sobre el Inconsciente, nos habla del Inconsciente Colectivo, un nuevo elemento de la mente donde se conserva información que poco varía entre una persona y otra. Esta idea la obtuvo durante la práctica y en base a los fundamentos del psicoanálisis de Freud.
Todo inició con un tratamiento al que denominó Individuación del Ser, que consiste en obtener la manifestación espontánea de un contenido inconsciente. En esa ocasión había hecho uso de una nueva técnica que llamó la Imaginación Activa donde según las aptitudes del paciente éste debería representar un sueño o alguna ocurrencia en forma, dialéctica, visual, de baile, acústica, de dibujo o plástica. El resultado fue un número considerables de representaciones que en un principio no pudo interpretar.
Por mucho tiempo intentó interpretar dichas representaciones y se llevó una gran sorpresa: las representaciones contenían elementos formales que se repetían y presentaban características análogas en sujetos opuestos.
Ante sus ojos se le presentaba un supuesto teórico que revolucionaría su vida y la de muchos más, estaba consciente de ello, por lo que comenzó a estudiar el fenómeno.
A lo largo de este texto se intentará explicar un poco de su teoría y algunos de los principales conceptos derivados de ésta a manera de introducción de la teoría del Inconciente Colectivo. Para ello he escogido el libro “Arquetipos e Inconsciente Colectivo”, publicado por primera vez entre 1933 y 1934.
Comenzar este texto resulta tan difícil como lo fue sobrepasar el primer capítulo de la obra, por lo que me gustaría, para empezar, que se detuviera a reflexionar sobre el término Inconsciente Colectivo. ¿Qué cosas evoca?
Ahora, pido que dé forma al término arquetipo. Resulta más difícil dar forma a esta palabra, pero más difícil es dar forma al Inconsciente Colectivo sin saber antes que es un arquetipo.
LOS ARQUETIPOS
Según el diccionario, un arquetipo es el modelo original de una obra material o intelectual.
En otras palabras, un arquetipo es aquello de lo que devienen cosas nuevas y más complejas. Por lo que hablamos de un elemento que propicia el inicio de un todo. Un elemento arcaico que predispone, en este caso, las formas de ser y actuar de una u otra manera.
Agreguémosle ahora un carácter universal e innato, con la capacidad de estar presente en el mundo anímico de todos los hombres sin importar la infinidad de elementos que los distinguen unos a otros y podemos afirmar que se encuentra en la psique del ser humano más tiempo del que podríamos imaginar, sentando las bases del comportamiento humano sin importar época, región o idioma.
En resumidas cuentas el arquetipo es un a priori de la psique que rige la vida de la humanidad.
¿De qué manera sabemos que existen los arquetipos? No espere encontrar una imagen que ilustre un arquetipo, porque no deja de ser un elemento subjetivo.
A pesar de ello existen pruebas sobre su existencia a las que Jung denominó representaciones arquetípicas.
Estas representaciones el ser humano las creo en un punto de la historia quizá por su interés de dar significado a una parte de él que no podía describir tan fácilmente.
En principio, al ser mencionadas y estudiadas muy aparte de la teoría del Inconsciente Colectivo nos parecerán, más bien, representaciones de fenómenos exteriores a él, pero no es así.
REPRESENTACIONES ARQUETÍPICAS
Las representaciones arquetípicas colectivas son expresiones conscientes de los arquetipos, transmitidos persona a persona, generación tras generación, a lo largo del tiempo de forma mediata que cobran significado según el contexto en el que surgen.
Cuando estas expresiones se dan, por el contrario, de forma inmediata, estamos hablando de representaciones arquetípicas individuales que cobran sentido en relación con la forma de ser y concebir la vida de cada individuo.
Ejemplo de las primeras es el mito.
Recordando la descripción que se me ha dado desde pequeña de este termino, el mito es el medio por el cual el ser humano intenta explicar los sucesos de su vida diaria.
De esta manera surgen y dioses y motivos en un acontecimiento tan ordinario como la puesta del sol y el inicio de la noche, por una parte para explicar el fenómeno, por otro lado para llenar el vacío existencial de la humanidad.
Su uso y trascendencia en cuanto a la explicación de fenómenos converge en el surgimiento de las ciencias, pero en esencia el mito es y siempre será una representación del alma.
En cambio una representación arquetípica individual es expresada, por ejemplo, mediante el sueño, donde se revela información que cobra sentido según el individuo.
Ambos tipos de representaciones cobran un simbolismo, ya sea en la vida de las personas como en una sociedad entera, brindando cierta tranquilidad al ser humano.
Ahora que sabemos qué es un arquetipo y de qué manera se manifiesta, podemos reemprender el camino para pronto llegar a la parte donde descubriremos qué es el Inconciente Colectivo.
Mientras tanto nos queda hablar de dos arquetipos distintos que encierra nuestra mente en el Inconsciente Colectivo y que han participado en la construcción de las sociedades del mundo y la historia sin que nos hayamos percatado antes de su existencia.
El ARQUETIPO DE LA SOMBRA
Representa el camino hacia un estado superior del ser y de la humanidad, partiendo del empobrecimiento de simbolismos dados a las representaciones arquetípicas tanto colectivas como individuales
Hablar del empobrecimiento del simbolismo de arquetipos colectivos es hablar de la pérdida de la creencia en lo subjetivo, en los dogmas. De caer en una oscuridad que nos obliga a buscar más allá para encontrar aquello que calme la intranquilidad del corazón y de la mente. Del abandono de la espiritualidad por eso que hoy llamamos intelecto, el cual nos brinda la herramientas necesarias para trascender, y nos hace sentir fuertes y superiores a todo lo que no rodea por poseer el conocimiento de lo que somos.
Superar la revelación del arquetipo de la sombra implica descubrir, para bien o para mal, que más que seres únicos, con capacidades suficientes para controlar de cierta forma nuestro entorno y con una conciencia del mundo y de nosotros, somos en realidad seres inconscientes incapaces de asimilar fácilmente las verdades que nos ayudarán a encontrarnos. Modificados por nuestro entorno, encandilados por imágenes que nos dan respuestas adornadas.
Quien logra superar este arquetipo deja de ignorar su sentido en el mundo, su verdadero yo. Se encuentra a él mismo sin máscaras, y esto resulta gratificante, pues es así como descubre sus límites y alcances convirtiéndose en dueño de su propio destino.
Para Jung la superación de este arquetipo implica la pérdida de la bella espiritualidad y el alzamiento de una aburrida sabihondez.
ARQUETIPO DEL ÁNIMA
El psicoanálisis tiende a la desvalorización de la figura femenina, por lo que esta obra no es la excepción.
En un principio dan ganas de ponerte agresiva con el indefenso libro, pero conserva la calma pronto te serán reveladas las verdaderas intenciones de las palabras de Jung. Me pasó eso y eché a reír cuando, ya más relajada y sin sentimientos hostiles hacia el libro, retome mi lectura y me topé de nuevo con sus palabras, que empezaron a sonar menos agresivas: “el alma (ánima) con astucia y juegos engañosos arrastra a la vida la inercia de la materia que no quiere vivir[1]”, y vinieron a mi cabeza imágenes, recuerdos, anécdotas que me hicieron pensar que este era uno de esos casos donde cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Para que nos entendamos, el arquetipo del ánima engloba términos como alma, o hálito, adjudicadas todas ellas a la figura femenina, y representan el a priori de los estados de ánimo, reacciones, impulsos, y de todo lo espontáneo en la vida psíquica.
El ánima es magia, tabú. Es –tomen nota por favor- : la serpiente en el paraíso del hombre inofensivo, lleno de buenos propósitos e intenciones[2] (¡!). Es la Eva que arrojó a Adán a la tierra, donde se enredó quedando condenado a vivir la vida.
Además representa una sabiduría oculta entre dos opuestos. Es el bien y el mal, actuando al mismo tiempo ocultando sus verdaderas intenciones. Las cuales deberán ser descubiertas por el hombre para entender el sentido de la vida misma. Y es por esto que el ánima en su juego pierde valor, y de la misma manera lo pierde el sentido de la vida, porque ningún hombre tiene la capacidad para interpretara y ella no tiene la capacidad de interpretarse a sí misma.
Ésta sabiduría oculta impresiona de tal forma al hombre que le es imposible desprenderse de ella, por lo que siempre intentará interpretarla, lo que resulta, en esta teoría, un síntoma patológico que deberá ser superado para poder ser hombre. Separarse de su madre, eliminar toda dependencia a la figura femenina es el camino hacia una estabilidad emocional.
En el caso de los artistas si nunca se logra este desapego pasa desapercibido, pues hablamos de una cuestión distinta, Lo mismo pasa con los homosexuales, quienes no dependen de la figura del ánima, sino que se identifican con ella.
Algunas representaciones de este arquetipo son la Virgen María, el hálito de vida que sopla Dios en Adán y aquellos seres mitológicos que significan vida y hermafrodismo, por representar opuestos unidos(bien y mal en la mujer).
EL INCONSCIENTE COLECTIVO
¿Entonces qué es El Inconsciente Colectivo? Quizá ya se tenga una idea más clara de lo que engloba este término. Aún así me gustaría retomar la concepción de Freud sobre lo que él llamó El aparato Psíquico para que se entienda mejor.
Freud concebía la mente como un aparato donde se desarrollaban tres tipos distintos de procesos, los conscientes, inconscientes y preconscientes.
El primero se refiere a aquel proceso que nos ayuda a llevar el día a día reconociéndonos en un tiempo y espacio determinados.
El segundo no se explica mejor que como aquel lugar cuya misión es conservar información poco deseada, borrada del campo de la conciencia, que ejerce una gran influencia en nuestros actos.
Se supone que la información que queda en el inconsciente difícilmente pasa al consciente para actuar de forma directa en nuestra vida, Pero como nada es definitivo Freud nos habla de dos tipos distintos de inconsciente: el latente y el reprimido, o lo propiamente inconsciente. Éste resulta casi imposible llevar a conciencia. En cambio, el inconsciente latente es aquel que tiene mayor influencia, el que nos lleva a caer en actos fallidos,[3] y por lo tanto, el que es capaz de conciencia.
Entonces, se entiende que no todo lo que queda en el inconsciente es incapaz de ser llevado a la consciencia ni viceversa, es por ello que Freud designa al preconsciente la función de filtro, cuyo cometido es decidir cómo y cuándo la información circula a través de estos dos planos –el consciente e inconsciente-.
Analizando esta información podemos decir que la información contenida en el inconsciente de Freud es, como dice Jung, de naturaleza exclusivamente personal, pues se constituye de elementos recolectados a lo largo de la vida de cada ser.
Centrándonos en la teoría de Jung él reconoce dos tipos de inconsciente: el personal, y el colectivo dentro de lo que él llamó La Psique, análogo al Aparato Psíquico de Freud.
El primero es un estrato en cierta medida superficial del inconsciente que descansa sobre un estrato inferior, que no se origina en la experiencia y adquisición personal, sino que es innato y de carácter universal, pues es: “idéntico a sí mismo en todos los hombres y constituye un fundamento anímico de naturaleza suprapersonal existente en todos los hombres”[4]
Mientras que el inconsciente personal se constituye de los complejos de carga afectiva[5], el inconsciente colectivo se constituye de arquetipos.
Resumiendo. El Inconciente Colectivo es el primer lugar que se desarrollo en la mente, con información cuyo origen desconocemos, pero que funge como creador de
CONCLUSIONES
Jung, al igual que Freud centra su estudio en un aspecto subjetivísimo de la mente, y, aunque retome su teoría le da un giro inesperado a ésta integrando las partes de la mente en una unidad inconsciente – consciente, no como partes separadas una de la otra. Y es que vista en unidad es más poderosa, con alcances más lejanos,
Como hemos visto en este texto, la mente en una unidad tiene alcances generacionales de información que estructura la vida del ser humano desde hace tantos años y que guardan aún un secreto que debe ser revelado: el sentido de la vida misma
Cabe destacar que el inconciente colectivo a pare de ser visto como una simple teoría, debe ser vista como un campo de estudio amplísimo, pues aún quedan muchos mitos y leyendas que tendrán que ser traducida a arquetipos universales que eleven nuestro espíritu a un plano utópico y aún no conocido. Una revelación tan gratificante como nadie tiene idea.
← JUNG C. G. ARQUETIPOS E INCONSCIENTE COLECTIVO. Ed. Paidós Psicología Profunda, España, 2004
← NUEVO DICCIONARIO LAROUSSE MANUAL ILUSTRADO. México, 1984.
← VEGA G. L. y MOYA S. J. HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA II. Ed. Siglo XXI, pp., 65-132. España, 1993.
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[1] C. G. Jung, Arquetipos e inconsciente colectivo, Pág. 38
[2] C. G. Jung, Arquetipos e inconsciente colectivo, Pág. 39
[3] Aquellos que nos llevan a crear miedos irrazonables (fobias), o ser intolerantes ante ciertos estímulos del exterior (o histerias), entre otras cosas. Para entender mejor esto recurrir a las teorías de Freud.
[4] C. G. Jung, Arquetipos e inconsciente colectivo, Pág. 10
[5] Retoma el concepto de la teoría psicosexual de Freud, donde nos habla de deseos reprimidos traducidos en una tendencia involuntaria e inconsciente que nos hace creer y sentir cosas afectando así nuestra conducta. El complejo de Edipo y complejo de castración son ejemplos.
La Sopa de plástico, también conocida como Sopa de basura, Sopa tóxica, Gran mancha de basura del Pacífico, Gran zona de basura del Pacífico, Remolino de basura del Pacífico y otros nombres similares, es una zona del océano cubierta de desechos marinos en el centro del océano Pacífico Norte, localizada entre las coordenadas 135° a 155°O y 35° a 42°N. Se estima que tiene un tamaño de 1.400.000 km². Este basurero oceánico se caracteriza por tener concentraciones excepcionalmente altas de plástico suspendido y otros desechos que han sido atrapados por las corrientes del giro del Pacífico Norte (formado por un vórtice de corrientes oceánicas). A pesar de su tamaño y densidad, el lote de basura oceánico es difícilmente visible mediante fotografías satelitales y no es posible localizarlo con radares.
La existencia de la mancha de basura del este fue predicha en 1988 en una edición publicada por la National Oceanic And Atmospheric Administración (NOAA) de los Estados Unidos. La predicción estaba basada en los resultados obtenidos en muchos laboratorios situados en Alaska entre 1985 y 1988, que midieron plástico flotante en el océano Pacífico Norte. Este laboratorio encontró altas concentración de desechos marinos acumulados en zonas caracterizadas por formas particulares o corrientes oceánicas.
Extrapolando a partir de los resultados en el mar del Japón, los investigadores llegaron a la conclusión de que estas similares condiciones podrían ocurrir en otras partes del océano, donde las corrientes predominantes fueran favorables a la creación de masas de agua estables. Ellos indicaron específicamente el vórtice del Pacífico Norte.
La existencia de la mancha de basura recibió amplia atención del público y de la comunidad científica después de que fuera documentada en muchos artículos por Charles Moore, un capitán marítimo californiano e investigador oceánico. Moore volvió a casa del Vórtice del Pacífico Norte después de competir en la carrera marítima llamada Transpac, con una enorme cantidad de desechos flotantes.
Moore alertó al oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer de la existencia del fenómeno, que posteriormente llamó a la región Eastern Garbage Patch (mancha de basura del este; EGP por sus siglas en inglés). Esta zona es citada frecuentemente en los medios como un excepcional ejemplo de contaminación marina.
Formación
Como otras áreas donde se concentran los desechos marinos en los océanos mundiales, el Lote de basura del Este se ha formado gradualmente en los últimos tiempos como resultado de la polución marina agrupada por la acción de las corrientes. La mancha de basura oceánica ocupa una zona extensa y relativamente estacionaria del océano Pacífico Norte, en el giro del Pacífico Norte (un área remota comúnmente llamada Horse Latitudes.) El tamaño de la zona afectada se desconoce, aunque se estima que es de 700.000 km² a más de 15 millones de km² (0,41% a 8,1% del tamaño del océano Pacífico). El área puede contener cerca de 100 millones de toneladas de desechos. También se ha sugerido que la mancha puede presentar dos zonas de basuras, que están vinculadas.
Fuentes contaminantes
Se ha estimado que el 80% de la basura proviene de zonas terrestres y el 20% de barcos del océano. Las corrientes portan desechos desde la costa oeste de Norteamérica hacia el vórtice en unos 5 años, y los desechos de las costa este de Asia en un año o menos. Un proyecto internacional liderado por Hideshige Takada, de la Universidad de Tokio, estudio granos de plástico de playas del mundo para prever futuras pistas acerca del origen de los plásticos oceánicos, incluyendo los del lote de basura oceánico del Pacífico.
Fotodegradación de los plásticos en el océano
La mancha de basura del Este tiene uno de los más altos niveles de partículas plásticas suspendidas en la superficie del agua, por ello es una de las regiones oceánicas en que los investigadores han estudiado sus efectos y el impacto de la fotodegradación plástica de los residuos flotantes sobre la capa del agua. A diferencia de los desechos biodegradables, los plásticos fotodegradables se desintegran en pedazos más pequeños, aunque permanecen siendo polímeros. Este proceso continúa hasta llegar a nivel molecular.
Como los desechos plásticos flotantes fotodegradables se convierten en trozos más pequeños cada vez, se concentran en la parte superior hasta que se desintegran, y el plástico al final llega a ser de un tamaño tan pequeño que puede ser comido por los organismos marinos que viven cerca de la superficie del océano. Por lo tanto, los residuos de basura entran por completo en la cadena alimenticia.
A pesar de la descripción hecha por Charles Moore, la mancha de basura del este no se caracteriza por ser una zona visible de desechos flotantes. El proceso de desintegración significa que las partículas de plástico más peligrosas son demasiado pequeñas como para ser vistas. Los investigadores estiman la densidad total de la polución de la basura del Pacífico tomando muestras.
En un estudio del 2001, los investigadores (incluyendo a Moore) encontraron que en ciertas áreas del océano, las concentraciones de plástico se acercaban a un millón por milla cuadrada. El estudio encontró concentraciones de plástico de 3,3 partes con una masa de 5,1 miligramos por metro cuadrado. En muchas áreas de la región afectada la concentración de plástico fue mayor a la concentración de zooplancton con un factor de siete. Muestras tomadas en el fondo de las columnas de agua revelaron niveles bajos de desechos plásticos (primariamente monofilamentos e hilos de pesca), confirmando las primeras impresiones que decían que la principal concentración de desechos estaba en la superficie del mar.
Impacto en la vida marina
Las partículas de plástico flotante se asemejan al zooplancton, por lo cual puede ser consumido accidentalmente por las medusas. Muchos desechos de larga duración terminan en los estómagos de las aves marinas y animales del mar, incluyendo tortugas del océano y albatros de patas negras, siendo estas partículas un riesgo para la vida marina. Aparte de los residuos contaminantes del agua del mar, estos residuos flotantes traen otro tipo de contaminantes tales como bifenilos policlorados (PCB), DDT (1,1,1-Tricloro-2,2-bis(4-clorofenil)-etano) y hidrocarburo aromático policíclico (HAP o PAH) trayendo con esto efectos tóxicos cuando son consumidos por error, en algunos casos provocando problemas hormonales en los animales. Las toxinas contenidas en plásticos son también comidas por medusas, que serán a su vez comidas por grandes peces. Muchos serán pescados y consumidos por humanos, resultando así en la ingestión humana de dichas toxinas. El plástico marino también facilita la propagación de especies invasivas que se adhieren a la superficie de este plástico flotante y se desplazan grandes distancias, colonizando nuevos ecosistemas.
Investigadores han demostrado que estos residuos plásticos afectan por lo menos 267 especies alrededor del mundo,la gran mayoría residente en el gran mancha de basura del Pacífico norte.
¿Que hace que personas buenas, comunes y corrientes, hagan cosas malas que nunca habrían imaginado hacer? ¿Cómo pueden personas morales ser seducidas a cometer actos de lesa inmoralidad? ¿La maldad y el sadismo son algo intrínseco a la naturaleza humana de cada cual o bien se trata de un subproducto del ambiente en que las personas se desenvuelven? ¿Donde radica la línea que separa el bien del mal y quien está en peligro de cruzarla? Estas son interrogantes a las que Philip Zimbardo, profesor Emérito en la Universidad Stanford, ex presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología y, en la actualidad director del Centro Interdisciplinario Standford para el estudio de la Educación e Investigación del Terrorismo, ensaya responder en este libro de reciente publicación, The Lucifer Effect. Understanding how good people turn evil.
El libro se compone de diez y seis capítulos a través de los cuales el autor, tomando ejemplos de sus propias investigaciones y de publicitados hechos políticos de reciente actualidad, analiza el como y el porqué personas buenas, comunes y corrientes pueden llegar a convertirse en seres perversos, ser seducidas por el mal; proceso de transformación éste que Zimbardo denomina Efecto Lucifer, en alusión al relato bíblico en que Lucifer, el querubín favorito de Dios, termina transformándose en Satanás.
En el primer capítulo Zimbardo presenta un marco conceptual para comprender el Efecto Lucifer. Sostiene Zimbardo que las causas de la conducta perversa no hay que buscarlas tanto en las características de personalidad de las personas sino más bien en las particulares condiciones situacionales y sistémicas que estructuran el entorno en que ellas se encuentran. En los capítulos segundo a once, Zimbardo hace la descripción más detallada que se haya divulgado hasta de ahora de su ya clásico y controvertido experimento de la prisión simulada. Relata los tipos de conductas y las reacciones psicológicas que se fueron generando, hora a hora, día a día, entre quienes hacían de guardias y prisioneros. Se describen, además, los diferentes inventarios y tests que se emplearon para asegurar la normalidad psicológica de los sujetos que tomaron parte en dicho estudio.
También se analiza el experimento desde el punto de vista de sus fortalezas y debilidades metodológicas así como las implicaciones éticas de este.
Los capítulos doce y trece están dedicados a demostrar como las características situacionales y la dinámica grupal en que las personas se ven envueltas pueden moldear sus conductas. A tal efecto, se repasan y comentan los conocidos estudios de Musafer Sherif, Salomón Asch, Stanley Milgram y de Bibb Latané.
Los capítulos catorce y quince bien pudiera decirse constituyen la razón de ser de este libro. A través de estos Zimbardo hace un detallado relato de la participación que como experto en conducta deshumanizada le cupo en testificar en favor de uno de los soldados que fueran sometidos a corte marcial por la justicia militar estadounidense por actos inhumanos que cometieran en la prisión militar de Abu Ghraib, Irak. Es necesario comentar que en esta etapa del libro Zimbardo abandona el estilo académico que mantuviera en los capítulos anteriores, para optar, ahora, por uno decididamente político.
En este sentido comienza por expresar su descontento hacia la corte marcial, la que no consideró para nada, su testimonio; su defendido fue condenado a ocho años de prisión. Para demostrar cuan errada fue la decisión de la corte marcial, Zimbardo, desarrolla un descarnado análisis de lo que fue el proceso, desde la persona acusada (su defendido), la situación donde se produjeron los abusos (prisión Abu Ghraib) hasta, finalmente, llegar al sistema que permitió que todo ello ocurriera (gobierno civil y ejercito de los Estados Unidos). Esta parte del libro deviene en una muy cuidada crítica hacia el presidente Bush, el secretario de la defensa Rumsfeld y otros altos dirigentes civiles y militares como los auténticos responsables del abuso de prisioneros en la prisión de Abu Ghraib.
Zimbardo concluye su crítica advirtiendo que lo ocurrido en el experimento de la prisión simulada y lo ocurrido en la prisión real de Abu Grahib constituyen una muy ilustrativa lección de cómo “sistemas perversos” originan “situaciones perversas” y como éstas, a su vez, originan “conductas perversas”, aún en personas buenas (pag, 445).
El capítulo final del libro Zimbardo lo inicia con un pensamiento esperanzador. Sostiene que una de las más grandes ventajas que posee la especie humana es su capacidad para explorar y comprender el mundo social que ha creado y para aplicar lo que de ello aprende a mejorar la vida (pag, 451).
Así, una de las principales tareas de la psicología social es ayudar a las personas a alejarse del mal. Para lograr tal propósito, de acuerdo a Zimbardo es necesario estimular en las personas la “banalidad del heroísmo”, es decir, el deseo de comportarse de manera ejemplar (pag, 457). Para ello Zimbardo desarrolla un Decálogo de Aforismo y una Taxonomía de Conductas que las personas deberían tener presente y practicar a la hora de relacionarse con otras.
En suma, si bien The Lucifer Effect. Understanding how good people turn evil. es un libro extenso (551 páginas) y a veces, innecesariamente repetitivo, su lectura es agradable, está escrito en un lenguaje sencillo. Un aspecto notable del libro es la amplia y actualizada cantidad de citas y referencias (517) con que Zimbardo apoya su escrito y que, por lo mismo, contribuyen a enriquecerlo. Este es, sin duda alguna, un libro cuya lectura habrá de resultar útil tanto para profesionales como para estudiantes de psicología, psicología social y sociología, así como también para el lector general que encontrará en el “claves” para mejor comprender como se origina y perpetua la conducta deshumanizada en los tiempos que nos toca vivir.
La palabra "Paz" es empleada tanto por los ingenuos como por aquellos que
confunden la ausencia de violencia con la paz y no comprenden que el trabajo para construirla no está sino a punto de comenzar, y por aquellos menos ingenuos que saben todo eso y no quieren que el
trabajo se inicie.
De ese modo, la palabra "Paz" logra convertirse en un eficaz obstáculo para lograr la paz.
El triángulo de la violencia es un concepto introducido por Johan Galtung para representar la relación existente entre los tres tipos de violencia que él define en su teoría: Violencia Directa, violencia estructural y violencia cultural.
La violencia, según Galtung, es como un iceberg, de modo que la parte visible es mucho más pequeña que la que no se ve. De acuerdo con el autor, existirían tres tipos de violencia:
La violencia directa, la cual es visible, se concreta con comportamientos y responde a actos de violencia.
La violencia estructural, (la peor de las tres), que se centra en el conjunto de estructuras que no permiten la satisfacción de las necesidades y se concreta, precisamente, en la negación de las necesidades.
La violencia cultural, la cual crea un marco legitimador de la violencia y se concreta en actitudes. Educar en el conflicto supone actuar en los tres tipos de violencia.
A menudo, las causas de la violencia directa están relacionadas con situaciones de violencia estructural y/o justificadas por la violencia cultural: muchas situaciones son consecuencia de un abuso de poder que recae sobre un grupo oprimido, o de una situación de injusticia social (de un reparto de recursos insuficiente, de una gran desigualdad en la renta de las personas, dificultad de acceso a los servicios sociales y a la red sanitaria, etc.), y reciben el espaldarazo de discursos que justifican estas violencias.
Esta forma de la violencia hace referencia a aspectos de la cultura que la legitiman a través del arte, la religión, la ciencia, el derecho, etc.
De los tres tipos de violencia (directa, estructural y cultural) la directa es clara y visible, por lo que resulta relativamente sencillo detectarla y combatirla. En cambio, la violencia cultural y la violencia estructural, son menos visibles, pues en ellas intervienen más factores, detectar su origen, prevención y remedio es más complicado.
Hacia los años 90 surge, de la mano de Galtung, una nueva aproximación a la violencia al crearse el concepto de violencia cultural, que la define como una violencia, simbólica, que “se expresa desde infinidad de medios (simbolismos, religión, ideología, lenguaje, arte, ciencia, leyes, medios de comunicación, educación, etc.), y que cumple la función de legitimar la violencia directa y estructural, así como de inhibir o reprimir la respuesta de quienes la sufren, y ofrece justificaciones para que los seres humanos, a diferencia del resto de especies, se destruyan mutuamente y sean recompensados incluso por hacerlo”. Así, por ejemplo, se puede aceptar la violencia en defensa de la fe o en defensa de la religión.
En el panorama sobre el tema de la violencia, la violencia estructural aportó una nueva visión, más dinámica, más procesual, más amplia, de la violencia de la que había hasta entonces. Pero aún quedaban incertidumbres por resolver: ¿por qué optaban las personas por el uso de la violencia aún cuando sus posibilidades de lograr una victoria que les beneficiase eran muy escasas, teniendo en cuenta que el poder siempre puede hacer uso de una violencia mayor, más planificada e incluso legalizada? ¿Por qué no se usan, habitualmente, fórmulas diferentes a la violencia? Las respuestas a estas preguntas vinieron del entorno cultural en el que todo ser humano se desarrolla y se educa. Estamos educados en una cultura de violencia, donde no se nos enseña, ni se nos permite demasiado, a ver alternativas a la violencia. Porque en las escuelas y los demás medios de transmisión y reproducción de la cultura nos han enseñado la historia como una sucesión de guerras; porque estamos acostumbrados a que los conflictos se reprimen por la incuestionable autoridad paterna, o por la autoridad del macho sobre la hembra, o por las leyes nacionales o internacionales; porque los medios de comunicación de masas nos venden como la única vía de solución de los conflictos internacionales el uso de los ejércitos, etc. Es decir, vivimos inmersos en una violencia constante, la cual se manifiesta a diario, en todos los ámbitos y a todos los niveles.
La violencia cultural se utiliza para lograr la aprobación de posturas fanáticas en lo religioso, en lo económico, en las relaciones de género, en las relaciones con la naturaleza, etc. Se basa en un amplísimo entramado de valores que asumimos continuamente desde pequeños y que luego se refuerzan con las normas legales de la sociedad para inculcarnos una cultura opresiva porque es acrítica y delegadora y porque nos prepara para la colaboración pasiva y/o activa con estructuras injustas e insolidarias. Por tanto, el problema es que luchar contra este tipo de violencia es muy complicado, puesto que nuestra sociedad cultural nos acerca a la idea profunda de la visión negativa de los conflictos, de nuestra visión simple, miedosa e impuesta de la paz, con lo que encontrar alternativas a la manera de vivir y de actuar queda reducido y poco.
Este concepto, no por ello este tipo de violencia, es relativamente nuevo. Por eso, con el paso del tiempo se han reconocido las grandísimas implicaciones que tiene la violencia cultural, incluso para resituarlo al lado, en igualdad de condiciones, con los otros tipos de violencia (directa y estructural).
Como ejemplos de violencia cultural encontramos: el de una religión que justifique la realización de guerras santas o de atentados terroristas, así como la legitimidad otorgada al Estado para ejercer la violencia. Otro ejemplo, son las ideas y los conceptos que sirven para justificar la violencia, la injusticia y la pobreza que se representa a través de las actitudes de "los ricos" que asumen la situación como normal y continúan haciendo su vida como si nada ocurriera.
Violencia directa
La violencia directa, física y/o verbal, es visible en forma de conductas, responde a actos de violencia y se concreta en comportamientos. Es la que realiza un emisor o actor intencionado (en concreto, una persona), y quien la sufre es un ser vivo dañado o herido física o mentalmente.
Entendiendo la violencia como la aplicación de métodos fuera de lo natural, nos referimos a un abuso de autoridad cuando alguien cree tener poder sobre otro, acto que sucede generalmente en las relaciones asimétricas. Si bien lo más visible de la violencia directa es la violencia física, manifestada a través de golpes que suelen dejar marcas en el cuerpo (hematomas y traumatismos), no por ello es la única que se practica, puesto que toda acción destructiva contra la naturaleza también debe de entenderse como violencia directa.
La acción humana no surge de la nada, tiene sus raíces; dos de ellas son indicativas para entender el punto en el que nos encontramos, donde la violencia forma parte de nuestra cotidianidad. La primera es la cultura de violencia (heroica, patriótica, patriarcal, etc.), y la segunda se refiere a la estructura violenta en sí misma, por ser demasiado represiva, explotadora o alienante, demasiado estricta o permisiva para la comodidad del pueblo.
La violencia directa tiene como principal característica diferenciadora que es una violencia visible en lo que se refiere a muchos de sus efectos; básicamente los efectos materiales. Sin embargo, también es cierto que algunos efectos aparecen más o menos invisibles (odios, traumas psicológicos, sufrimientos, relaciones internacionales injustas, adicción a una cultura violenta, concepciones culturales como la de «enemigo», etc.) y, aunque son igual de graves, no se suelen considerar tan importancia como los efectos materiales.
De violencia directa podemos diferenciar tres tipos, dependiendo contra quien atente:
Toda aquella acción agresiva o destructiva contra la naturaleza (daños contra la biodiversidad, contaminación de espacios naturales, etc.).
Contra las personas (violaciones, asesinatos, robos, violencia de género, violencia en la familia, violencia verbal y/o psicológica, etc.),
Contra la colectividad (daños materiales contra edificios, infraestructuras, guerras, etc.).
Aunque seria muy común pensar que la violencia directa es la peor de todas las violencias, puesto que es la más conocida, no es cierto ya que esta es visible, por tanto más fácil de identificar y de actuar contra ella. También, este tipo de violencia es la manifestación de algo, y no el origen. Es precisamente en los orígenes donde se deben buscar las causas y atacar para derrocarlas. La violencia directa no mata tantas personas como las otras dos (cultural y estructural).
Según Galtung, la violencia directa es un concepto muy relacionado con dos concepciones erróneas: la identificación de la violencia con la ausencia de paz (donde no hay paz, hay violencia) y con la concepción del conflicto humano, social o natural como algo totalmente negativo. Por tanto, como respuesta a estas ideas y manera de entender la violencia se han desarrollado una serie de mecanismos represivos y punitivos para regular legalmente las situaciones de violencia que se dan a diario, en la vida, en las relaciones sociales y/o internacionales. De este modo han surgido legislaciones, leyes, ejércitos, policía, cárceles, etc. para hacer cumplir la legalidad estrictamente.
Esto nos vuelve a acercar a la idea anteriormente comentada de que todo sistema asume como obvio, instaurado e inevitable la existencia cotidiana de los conflictos. Galtung en plantea que así no se avanza en la forma de encarar los conflictos, ya que la represión sigue transmitiendo sólo una visión negativa del conflicto.
Existen numerosos ejemplos de violencia directa, por ejemplo: un militar apaleando a una persona, el enfrentamiento entre un policía y un manifestante, una persona asesinada, un chico enfrentándose con piedras a un militar, una mujer violada.
Violencia estructural
La violencia estructural esta originada por todo un conjunto de estructuras, tanto físicas como organizativas, que no permiten la satisfacción de las necesidades. Esta es la peor de las tres violencias (cultural, directa y estructural), porque es el origen, es la que más mata y como es muy complicado distinguirla es difícil luchar contra ella. Si en un conflicto, sistemáticamente, una parte sale ganando a costa de la otra, esto no es un conflicto sino que es violencia estructural. Por tanto, nos encontramos ante un grave problema.
Para poder responder a cuestiones como, por ejemplo, que es lo que ha ocurrido para que estalle una guerra en un país que hasta entonces habíamos creído pacífico, a inicios de la década de los años 70’ del siglo XX, Galtung y otros desarrollaron el concepto de violencia estructural, concepto que avanza a una visión de violencia más dinámica y más invisible definiéndolo así: “aquello que provoca que las realizaciones efectivas, somáticas y mentales, de los seres humanos estén por debajo de sus realizaciones potenciales”.
El término violencia estructural es aplicable en aquellas situaciones en las que se produce un daño en la satisfacción de las necesidades humanas básicas (supervivencia, bienestar, identidad o libertad) como resultado de los procesos de estratificación social, por tanto, no hay la necesidad de violencia directa. El término violencia estructural remite a la existencia de un conflicto entre dos o más grupos sociales (normalmente caracterizados en términos de género, etnia, clase nacionalidad, edad u otros) en el que el reparto, acceso o posibilidad de uso de los recursos es resuelto sistemáticamente a favor de alguna de las partes y en perjuicio de las demás, debido a los mecanismos de estratificación social.
La importancia y utilidad del término violencia estructural se encuentra en el reconocimiento de la existencia de conflicto en el uso de los recursos materiales y sociales y como tal, es útil para entender y relacionarlo con manifestaciones de violencia directa (cuando alguno de los grupos quiere cambiar o reforzar su posición en la situación conflictiva por la vía de la fuerza) o de violencia cultural (legitimizaciones de las otras dos formas de violencia, como, por ejemplo, el racismo, sexismo, clasismo o eurocentrismo).
La violencia estructural sería un tipo de violencia indirecta, es decir, las acciones que provocan el hambre en el mundo, por ejemplo, no están diseñadas y realizadas directamente con ese fin, sino que son derivaciones indirectas de la política económica capitalista y del injusto reparto de la riqueza. Esto provocaría que las causas que producen la violencia estructural no sean visibles con evidencia en algunos casos o en un análisis poco profundo y, por consiguiente que sea más difícil y complicado enfrentarse a este tipo de violencia. Por el contrario, la violencia directa, al ser la más visible de todas permite con mayor facilidad afrontarse a ella.
La V. Estructural se manifiesta cuando no hay un emisor o una persona concreta que haya efectuado el acto de violencia sino que es una estructura y se concreta en la negación de necesidades. También puede decirse que esta violencia es la suma total de todos los choques incrustados en las estructuras sociales y mundiales, cementados y solidificados, de tal forma que los resultados injustos y desiguales son casi inalterables.
La violencia estructural se subdivide en interna y externa:
La interna emana de la estructura de la personalidad de cada uno.
La externa proviene de la propia estructura social, ya sea entre seres humanos o sociedades. De acuerdo con Galtung, las dos principales formas de violencia estructural externa, a partir de la política y la economía, son: represión y explotación. Ambas actúan sobre el cuerpo y la mente, y aunque no sea consuelo para las víctimas, no necesariamente son intencionadas.
Por otro lado, también se han descrito dos tipos de violencia estructural, la vertical y la horizontal:
Vertical: “es la represión política, la explotación económica o la alienación cultural, que violan las necesidades de libertad, bienestar e identidad, respectivamente”.
Horizontal: “separa a la gente que quiere vivir junta, o junta a la gente que quiere vivir separada. Viola la necesidad de identidad”.
Se consideran casos de violencia estructural aquellos en los que el sistema causa hambre, miseria, enfermedad o incluso muerte, a la población. Son ejemplos los sistemas cuyos estados o países no aportan las necesidades básicas a su población. Está representada por las numerosas situaciones de injusticia que se observan: mientras unos/as comen y beben en abundancia, otros/as revuelven en la basura, no tienen qué comer, piden limosna, etc. Otros ejemplos claros de Violencia Estructural los encontramos en el Apartheid, en el hambre mundial, en la obligatoriedad del servicio militar, las dictaduras militares o en el sistema económico y jurídico internacional que empobrece continuamente a los países del Sur, en beneficio de los del Norte.
Conflictos vs violencia
Los conflictos son situaciones de disputa en los que hay contraposición de intereses, necesidades y valores. No debemos confundir conflicto con violencia puesto que hay conflictos que pueden resolverse sin el uso de la violencia, aunque no es posible que haya violencia sin conflicto (pero esto no quiere decir que el conflicto puede ser más o menos real para todo aquel que es objeto de la violencia). La violencia es un fenómeno social, que se aprende y por tanto también se debería poder desaprender. Por tanto, no se debe pretender eliminar los conflictos, puesto que estos son positivos en tanto que son oportunidades de transformación; se debe luchar a favor del no uso de la violencia para resolverlos.
Los conflictos, entendidos erróneamente como algo negativo, son connaturales a las relaciones humanas y positivos en tanto que implican un cambios. Bien gestionados, pueden ser una excelente herramienta pedagógica. Ahora bien, esto implica un trabajo, tanto de enseñar como de aprender a gestionar los conflictos. El problema con el conflicto empieza cuando las necesidades de dos o más personas/grupos son antagónicas, puesto que esto genera una crisis, difícil de resolver. Por eso, hay que poder abordar el conflicto antes de que llegue a la crisis.
Necesidad → Problema → Crisis
La violencia, puede ser entendida como el uso o amenaza de uso de la fuerza o de potencia, abierta u oculta, con la finalidad de obtener de uno o varios individuos algo que no consienten libremente de hacerles algún tipo de mal (físico, psíquico o moral).
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