En condiciones normales nuestro cuerpo se mantiene a 37º C a base de intercambiar calor de forma constante con el exterior. Cuando lo que recibimos y lo que despedimos está en equilibrio, tenemos la sensación de confort.
Para ayudar a que se produzca ese equilibrio tenemos que recordar como trasmitimos energía y ayudar a controlar los elementos que más nos favorezcan. Evitar perder energía en invierno y mejorar la capacidad de enfriarnos en verano.
La ropa y el tipo de actividad que estemos desarrollando serán la primera y mejor herramienta para regular el confort. La ropa va a proteger al cuerpo del exterior en invierno de la misma forma que en verano tiene que ayudar a que evaporemos agua a
través de la piel. El tipo de comida y la actividad que hagamos va a ayudarnos tanto como la ropa.
Además de la ropa, la comida y la actividad, hay cosas de nuestro entorno que podemos aprovechar de forma natural para ayudar a mantener el confort.
Recomendaciones generales para el invierno
Debemos tener en cuenta que la cabeza es responsable de 40% de la pérdida de calor corporal.
Un gran porcentaje de la sangre fluye a través de la cabeza, la mayor parte simplemente circula bajo el cuero cabelludo. Además, los vasos sanguíneos de la cabeza, a diferencia de los vasos sanguíneos de los brazos, piernas y torso, no se contraen por efecto del frío. Este gran flujo sanguíneo, cercano a la piel, se enfría más fácilmente y cuando vuelve al cuerpo, enfría los órganos interiores por lo tanto usar gorro evita el enfriamiento corporal.
Los dedos de las manos tienen una relación volumen-superficie bastante alta, por lo que pierden calor fácilmente. Asimismo son los primeros en perder el flujo sanguíneo cuando el cuerpo contrae los vasos sanguíneos por efecto del frío. Usar guantes también evita el enfriamiento corporal
Ciertos medicamentos pueden interferir con los mecanismos de conservación de calor, normalmente porque impiden la vasoconstricción. Los antihistamínicos son particularmente sospechosos de este efecto.
El alcohol es un aliado del frío, puesto que provoca una dilatación de los vasos sanguíneos cercanos a la piel, facilitando el enfriamiento de la sangre e impidiendo que el cuerpo conserve el calor.
Si nos mantenemos aislados del viento, reduciremos drásticamente el enfriamiento por evaporación.
La actividad muscular genera calor. Por ello, una de las reacciones del cuerpo cuando se reduce la temperatura más allá de los límites tolerables es hacer temblar los músculos, los conocidos escalofríos, el castañeteo de dientes y los temblores incontrolables.
La actividad física moderada sin llegar a sudar profusamente como caminar, bailar o limpiar la casa nos mantendrán a una buena temperatura corporal.
Para reforzar bien nuestras defensas durante los meses de invierno, deberíamos tomar al menos dos raciones de verdura y dos piezas de fruta al día, ya que en invierno, con el frío, el estrés y la contaminación atmosférica, el sistema inmunológico se debilita mucho.
Hay que dar preferencia a las sopas de verdura, ya que sacian, calientan y tienen pocas calorías, así como volver a descubrir los típicos platos tradicionales, como los potajes de la abuela, los purés de legumbres llenas de proteínas vegetales y de fibra.
Sin olvidar las patatas, que se pueden hacer de mil formas diferentes: al horno, en sopas y caldos con otras verduras, y estofadas.
Durante los meses de invierno tampoco hay que olvidarse del agua, un verdadero nutriente que en invierno ayuda a mantener las mucosas hidratadas, favoreciendo la expulsión de mucosidades cuando se está resfriado.
Alimentos a Reducir
Pan o biscotes con harina blanca, cereales refinados o azucarados, patatas fritas, pasteles y pastas de harina blanca.
Cacahuetes y todos los frutos secos tostados con aceite y salados.
Verduras en conserva, zumos de fruta en lata y conserva, verduras fritas.
Fruta en conserva y con edulcorantes, zumos de fruta en botella o congelados.
Leche entera, quesos muy grasos, helados y nata.
Carne de cerdo, ternera, cordero, pollo y pescado frito.
Margarina, aceites hidrogenados, aceites tropicales y todas las grasas animales saturadas.
Café y bebidas gaseosas. a inicio
Alimentos Aconsejados
GRUPO DE CEREALES, PAN Y PATATAS: Todos los cereales integrales, como trigo, mijo, arroz integral, patatas cocidas al vapor o al horno, y pasta integral.
GRUPO DE LEGUMBRES SECAS: Judías secas, lentejas, soja y derivados, así como germinados de legumbres.
GRUPO DE SEMILLAS Y FRUTOS SECOS: Nueces, avellanas, higos, uvas pasas, almendras, y todas al natural.
GRUPO DE VERDURAS: Todas y en especial col verde, zanahoria y pimiento.
GRUPO DE FRUTAS: Todos los tipos de fruta fresca cruda o zumos frescos, especialmente manzana, naranja, kiwi, piña y uvas.
GRUPO DE LACTEOS: Leche y yogures descremados y queso de bajo contenido graso. También se pueden sustituir por leche o batidos de soja.
GRUPO DE CARNE: Pollo sin piel, y todos los tipos de pescado o crustáceos, en particular, pescados frescos.
GRUPO DE GRASAS: Entre cuatro y seis cucharadas de aceite de oliva al día. a inicio
Alimentos Estrella
Algunos alimentos pueden garantizarnos el pasar un buen invierno y no nos deberían faltar nunca en nuestra despensa:
GENJIBRE: Es un buen antiinflamatorio natural que va bien en caso de dolor de garganta y que debería integrarse en nuestra dieta.
PIÑA: La bromelina que contiene la piña fresca reduce la inflamación y la hinchazón. La piña está considerada como un importante remedio natural tradicional para el dolor de garganta.
AJO, CEBOLLA Y PUERRO: La alicina que contienen estos productos es un bactericida muy eficaz contra ciertas infecciones típicas invernales.
BERROS: Son muy ricos en vitaminas A, C y E, y además contienen una sustancia que actúa como un potente antibiótico. Resultan muy beneficiosos para las infecciones respiratorias.
MIEL, POLEN Y JALEA REAL: Estos excelentes productos de la colmena concentran lo que más necesitamos para luchar contra el frío: Vitaminas, minerales, oligoelementos y energía de rápida asimilación para levantar el ánimo y subir nuestras defensas.
COL: Es rica en vitaminas y minerales (azufre, cobre, calcio). Licuada, suavizando su sabor con zumo de zanahoria o de manzana, desintoxica y resulta antiinflamatoria.
Combatir el frío.
Cuando el frío se agarra al cuerpo y hace que baje su temperatura, el organismo afectado funciona peor y es más propenso a la aparición de trastornos y enfermedades. - Evita que la habitación se reseque en exceso; pon algún cacharro con agua.
- Haz ejercicios respiratorios todos los días.
- Ejercita el diafragma y potencia el abdomen con espiraciones lentas y profundas.
- Aprende a toser y a expectorar bien.
- Aliméntate bien y no cometas excesos.
- Consume mucha fruta, verdura y pescado. Combatir el frío Cuando el frío se agarra al cuerpo y hace que baje su temperatura, el organismo afectado funciona peor y es más propenso a la aparición de trastornos y enfermedades.
- No dejes enfriar el cuerpo: Evita las exposiciones prolongadas al frío y los cambios bruscos de temperatura. Sal a pasear en horas que no sean de digestión y cuando la temperatura ambiental sea más suave, con ropa cálida y de abrigo. Utiliza guantes, calcetines de lana y sombrero para salir a la calle, y en casa patucos o calcetines de lana. No bebas alcohol como remedio para calentarse. Toma baños calientes de piés y métete a la cama con buenas mantas o edredones.
- Cuidado con las estufas y los braseros: Para prevenir incendios sitúa estufas o braseros lejos de cortinas, faldas de mesas camillas o muebles. Para quitarte el frío no te arrimes mucho a las fuentes de calor. ¡El riesgo de quemaduras es muy grave!
Activar la circulación.
El frío frena la circulación de la sangre y pone en peligro a personas que sufren isquemias y otros problemas de corazón o que tienen un escaso riego sanguíneo en sus extremidades.
- Mejora tu circulación: camina diariamente, por terreno llano, llevando una marcha rítmica algo más lenta al principio y al final del paseo. Utiliza zapatos cómodos de punta cuadrada. Masajea pies y piernas con una crema hidratante, al volver del paseo, empezando siempre desde los pies y siguiendo por las piernas y muslos.
- Evita que los pies y las manos se le enfríen: Abriga tus pies con calcetines gruesos de algodón o de lana. Mantén una exquisita higiene diaria de los pies y las uñas. No apliques calor directo a los pies y piernas. Preserva las manos del contacto con el agua fría utilizando guantes de goma.
- Cuida tu dieta y tu medicación: Controla tu peso. Manten una dieta sana y equilibrada. Toma alimentos ricos en vitamina C. Si estás tomando medicación especial para mejorar la circulación no la olvide, en esta época del año debe prestar especial atención.
Que el frío no te frene.
En invierno se sale poco de casa, apetece estar en la butaca, o en la cama bien abrigado... pero existe el peligro de una inmovilidad excesiva. Las articulaciones y los músculos que no trabajan se endurecen, se atrofian y pueden conducirte a una torpeza progresiva y en algunos casos a la invalidez.
- No renuncies a pasear: Abrígate bien y sigue con tus paseos. Si el tiempo te lo impide, camina por dentro de casa. Pon el reloj y cronometra el tiempo.
- Sigue moviendo el cuerpo: Realiza actividades de la vida doméstica en las que sea preciso la utilización de los miembros superiores e inferiores: arreglo de armarios, limpieza de cristales, de estanterías, lámparas, trabajos de carpintería o pintura. Haz sencillos ejercicios de gimnasia para el cuello, los brazos, espalda, caderas...
- No te aisles: El mal tiempo invita a quedarse en casa y con ello puedes llegar a encontrarte solo, prescindiendo del contacto con otras personas y perdiendo la insustituible fuente de salud que supone la compañía. Manten visitas con la familia y los amigos. Escribe cartas de felicitación. Haz llamadas telefónicas. Cultiva la amistad. Llámales, escríbeles y reúnete con ellos. Organiza reuniones semanales alternantes en domicilios de amigos o amigas.
Fuente: http://buscaterapias.cl/como-soportar-condiciones-extremas-de-frio/
http://www.tercera-edad.org/salud/invierno.asp
http://www.alimentacion-sana.com.ar/Portal%20nuevo/actualizaciones/contra%20el%20frio.htm