Foto: Recientemente se hallaron restos de niños carbonizados en Ecatepec que fueron sacrificados para el dios de la muerte.
Por MÉXICO/AP, 23 de enero de 2005
Desde hace años, los arqueólogos han tratado de determinar la veracidad de las descripciones históricas de los conquistadores españoles acerca de la práctica de realizar sacrificios humanos por parte de los mayas y los aztecas, que muchos han puesto en duda.
En época reciente, empero, se han descubierto pruebas cada vez más fidedignas de que los españoles no mentían en sus relatos.
Utilizando instrumentos forenses de alta tecnología, los arqueólogos han demostrado que los sacrificios de los indígenas de la región incluían a niños entre sus víctimas y aplicaban una amplia gama de métodos brutales para su ejecución.
Durante décadas, muchos investigadores creyeron que las versiones escritas por los conquistadores en los siglos XVI y XVII eran parcializadas y tenían como objetivo denigrar las culturas indígenas. Otros argumentaron que los sacrificios se limitaban casi exclusivamente a los guerreros capturados, mientras otros admitían que los aztecas eran sanguinarios, pero creían que los mayas no lo eran tanto.
“Ahora tenemos las pruebas concretas necesarias para corroborar lo registrado en textos e imágenes” de la época, dijo el arqueólogo Leonardo López Luján. Agregó que algunos científicos “proindígenas” desmentían la existencia de los sacrificios y afirmaban que “los textos mienten”.
Pero ya no hay muchas dudas acerca de la naturaleza de los sacrificios. Tanto los “códices” indígenas como los textos españoles de la época afirman que los propios aborígenes describieron múltiples formas de sacrificios humanos.
Los sacerdotes extraían el corazón de las víctimas o las decapitaban, las acribillaban con sus flechas, las cortaban, aplastaban, lapidaban, las quemaban vivas o las lanzaban desde lo alto de sus templos.
Se dijo que los niños eran víctimas frecuentes, en parte porque eran considerados puros y en estado natural.
“Mucha gente decía que no se podía creer en esos textos porque los españoles describían todas esas cosas horribles, y ahora resulta que los estamos confirmando”, dijo Carmen Pijoán, antropóloga forense que fue una de las primeras en hallar pruebas de canibalismo en una cultura preazteca.
En diciembre, una excavación en una comunidad azteca de Ecatepec, al norte de la Ciudad de México se hallaron restos de niños carbonizado en todo o en parte, que fueron utilizado como víctimas propiciatorias para el dios de la muerte.
Un códice pintado entre el 1600 y 1650 muestra un grupo de indígenas que comen partes del cuerpo de un ser humano en platos de cocina, bajo la mirada del dios de la muerte.
“Hemos hallado platos de cocina como esos”, dijo el arqueólogo Luis Manuel Gamboa. “Y junto a ellos hemos hallado algunos esqueletos completos y otros huesos humanos incompletos y cortados en segmentos”.
No obstante, los investigadores dijeron desconocer si se trataba de restos de víctimas de canibalismo.
El antropólogo David Stuart, de la Universidad de Harvard, dijo en un artículo que los mayas, cuya civilización precedió en unos 400 años a la azteca, tenían un gusto similar por los sacrificios humanos.
Las culturas prehispánicas de la región consideraban que el mundo se acabaría si no se ofrecían sacrificios humanos a sus dioses. Y las víctimas propiciatorias eran tratadas con frecuencia como verdaderos dioses antes de ser sacrificadas.
“A nosotros hoy día nos resulta muy difícil concebir eso”, dijo Pijoán. “Pero era casi como un honor para ellos”.
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Los aztecas sí eran caníbales; hallan en Ecatepec utensilios de cocina al lado de huesos humanos: Discovery Channel
Por María Lourdes Pallais, La Crónica de Hoy, 1 de febrero de 2005
El website de Discovery Channel afirma que los aztecas cocinaban, despellejaban y comían seres humanos, de acuerdo con afirmaciones de arqueólogos mexicanos, incluído el director del Museo del Templo Mayor.
Según el artículo, firmado por Jennifer Viegas, se ha descubierto en Ecatepec un sitio arqueológico al norte de la Ciudad de México con ocho osamentas de niños que fueron supuestamente sacrificados por los aztecas, lo que sería evidencia de que los aztecas eran caníbales, tema tabú para los historiadores mexicanos por muchos años.
El descubrimiento se añade a la colección creciente de pruebas que apoyan el sacrificio humano y el canibalismo entre los fundadores del Imperio mexicano. Por ello se cree que los investigadores podrían, con la ayuda de los nuevos hallazgos, ser capaces de llenar algunas lagunas históricas en el tema, continúa la nota.
La arqueóloga mexicana Nadia Velez Saldaña fue quien los descubrió. En declaraciones recogidas por la nota de Discovery Channel a la Agencia Associated Press, la experta dijo: “El sacrificio involucraba quemar total o parcialmente a las víctimas. Encontramos un hueco donde enterraban los restos de cuatro niños que fueron parcialmente quemados y otros cuatro completamente carbonizados”.
Otro arqueólogo, Luis Manuel Gamboa, descubrió murales que ilustraban partes del cuerpo humano dentro de instrumentos de cocina, rodeados de comensales.
“Hemos encontrado instrumentos de cocinar al lado de esqueletos y de huesos humanos fragmentados e incompletos,” dijo Gamboa.
Basados en los murales, los historiadores opinan que los aztecas llevaron a cabo sacrificios humanos para apaciguar a su Dios de la Muerte. La enfermedad, la guerra, escasez de alimentos y otros problemas significaban que los aztecas se enfrentaban de manera continua a la muerte, explica la nota.
El experto en la cultura azteca Leonardo López Lujan, funcionario del INAH que trabaja en un proyecto del Museo del Templo Mayor, dijo estar de acuerdo con estas conclusiones. De manera reciente, López Luján reveló los resultados de pruebas químicas conducidas sobre el residuo encontrado en los pisos de estuco de algunos templos aztecas. Los restos contienen albúmina y material genético que parece de sangre humana.
“Ahora tenemos pruebas físicas que corroboran el registro escrito y pictórico”, dijo López Luján.
El Museo del Templo Mayor exhibe una colección de cráneos que pertenecieron a individuos cuyos corazones eran extraídos antes de ser decapitados. Después los despellajaban y luego colocaban sus huesos sobre un altar.
Un manuscrito titulado El Códice Ramírez, elaborado por un azteca justo después de la conquista española, menciona que las manos de una víctima fueron presentadas al guerrero que capturó al individuo. Según el códice, el guerrero entonces debía comerse las manos, pero a veces consumía la carne de pavo en su lugar.
Los españoles y los propios aztecas documentaron, en códices, cartas e imágenes, unas cuatro muestras de canibalismo en los siglos XVI y XVII.
El conquistador español Hernán Cortés (1485-1547), que llegó a estas tierras en 1519, escribió en una carta que sus soldados habían capturado a un hombre azteca que había asado a un bebé para comérselo en el desayuno, según la nota.
Los aztecas no fueron los únicos caníbales en el México pre-colonial. El español Bernardino de Sahagún escribió un libro con una ilustración de un guerrero azteca siendo calcinado por una tribu no identificada.
Aproximadamente 400 años antes de que los aztecas fundaran la ciudad de Tenochtitlán en 1325, los mayas también podrían haber conducido sacrificios ritualistas humanos. David Estuardo, un antropólogo de Harvard University, estudió las talladuras y murales mayas para concluir que las imágenes representan sacrificios humanos similares a los atribuidos a los aztecas.
Las pruebas encontradas en México pueden ser dramáticas, pero muchos investigadores creen que el sacrificio humano y el canibalismo fue practicado en todo el mundo, aún entre otra especie de homínido, de acuerdo a la nota.
“Hoy en día, hay pruebas importantes que demuestran la existencia de prácticas caníbales en muchas poblaciones prehistóricas,” comentó Michael Alpers, un académico del Centro de Salud Internacional en la Universidad Curtin de Tecnología en Perth, Australia, que ha estudiado tribus con eslabones heredados del canibalismo.
Alpers añadió que los individuos que condujeron tales sacrificios humanos, a menudo comían a los muertos en señal de respeto. Además existía una razón práctica, pues algunas áreas o regiones el suministro de comida era escaso pues los suelos eran rocosos e infértiles. “Esta era una manera de disponer del cuerpo”.
via: http://terraeantiqvae.blogia.com/2005/012301-confirman-sacrificios-humanos-de-aztecas.php
Realmente existieron los sacrificios humanos pre-hispanicos?